CONECTADOS - La ira ¿Cómo controlarla?
Sermon • Submitted
0 ratings
· 13 viewsNotes
Transcript
Qué es la ira?
Qué es la ira?
Segun el diccionario es; rabia, enojo, cólera, furor, furia, indignación, irritación, vesania, cabreo.
(Del lat. ira, cólera.)
1. s. f. Estado de ánimo de enfado muy violento en el que se pierde el control sobre sí mismo se dejó llevar por la ira y golpeó la mesa.
la ira no es un rasgo de personalidad sino un estado emocional y por tanto es algo que se puede aprender a manejar.
El manejo de la ira es un tema importante. Los consejeros cristianos reportan que el 50% de la gente que acude para consejería, tiene problemas con el manejo de su ira.
La ira puede destruir la comunicación, romper las relaciones y arruinar tanto el gozo como la salud de muchos.
Lamentablemente, la gente tiende a justificar su ira, en vez de aceptar la responsabilidad.
Santiago 1:20 (RVR60)
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
La justicia de Dios no necesita la ayuda de la ira del hombre, la cual no sirve para cumplir la justicia de Dios.
Todos luchan, en diferentes grados, con la ira. Afortunadamente, la Palabra de Dios contiene principios sobre cómo manejar y vencer la ira pecaminosa de una manera cristiana.
LA IRA SANTA
LA IRA SANTA
La ira no siempre es pecado. Hay un tipo de ira que la Biblia aprueba, a menudo llamada "justa indignación" o “Ira santa”.
Dios está airado
Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.
Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y le dijo al hombre: —Extiende la mano. La extendió, y la mano le quedó restablecida.
y a los creyentes, no es que se les permite estar airados, pero si llega a pasar tienen un camino de salida.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
En el Nuevo Testamento se usan dos palabras griegas para la palabra “ira”. Una significa “pasión, energía”, y la otra significa “agitado, hirviendo”. Bíblicamente, la ira es una energía dada por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas.
La ira nos energiza. Nos provee de fuerza para acometer tareas que nos resultan difíciles. Nos ayuda a defender nuestros derechos y puntos de vista ante los demás.
La ira como señal de alarma nos informa de situaciones injustas, amenzantes y frustrantes, y por tanto nos ayuda a buscar planes alternativos de acción para gestionar estas situaciones.
Ejemplos de ira bíblica incluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal ejemplo en
Gálatas 2:11–14 (NVI)
Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable.
Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquéllos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión.
Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita.
Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo?
David, disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia (2 Samuel 12), y Jesús airado por la manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de Dios en Jerusalén
Juan 2:13–18 (RVR60)
Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
Nótese que ninguno de estos ejemplos de ira involucró la auto-defensa, sino la defensa de otros, o de un principio.
LA IRA COMO PECADO
LA IRA COMO PECADO
La ira se vuelve pecado cuando es motivada por el egoísmo
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
cuando el objetivo de Dios es distorsionado
Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, esperaban que recibirían más. Pero cada uno de ellos recibió también la paga de un día.
Pero él le contestó a uno de ellos: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por esa paga? Tómala y vete. Quiero darle al último obrero contratado lo mismo que te di a ti. ¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?”
o cuando en lugar de resistir la ira, la alimentamos y le damos demasiado lugar.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
En vez de utilizar la energía generada por la ira para atacar el problema en sí, es la persona quien es atacada en su lugar.
¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden.
No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.
dice que debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, y no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o destructivas.
Desafortunadamente, esta venenosa manera de hablar es una característica común del hombre caído
«Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños.» «¡Veneno de víbora hay en sus labios!»
«Llena está su boca de maldiciones y de amargura.»
La ira se vuelve pecado cuando se le permite desbordarse sin restricción, dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededor resultan lastimados
El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla.
dejando devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables.
La ira también se vuelve pecado cuando el airado rehúsa ser tranquilizado, guarda rencor, o lo guarda todo en su interior (Efesios 4:26-27).
Esto puede causar depresión e irritabilidad por cosas pequeñas, con frecuencia con cosas sin relación alguna con el problema de fondo.
COMO MANEJAR LA IRA
COMO MANEJAR LA IRA
Podemos manejar la ira bíblicamente reconociendo y admitiendo nuestra ira egoísta y el erróneo manejo del enojo como un pecado.
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Esta confesión debe ser hecha tanto a Dios como ante aquellos a quienes hemos herido con nuestra ira. Tampoco debemos minimizar ese pecado al excusarnos o echándole a otros la culpa.
Si lo reconocemos como pecado debemos abandonarla.
Colosenses 3:8 (NVI)
Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.
Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.
Podemos manejar el enojo bíblicamente viendo a Dios en la prueba. Eso es especialmente importante cuando la gente ha hecho algo específicamente para ofendernos.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.
Apuntan todo al hecho de que Dios es soberano y tiene completo control sobre CUALQUIER circunstancia y persona que entra en nuestro camino. Nada nos sucede que Él no lo cause o lo permita. Y como todos estos versos lo dicen, Dios es un Dios BUENO
El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
El Señor es bueno con todos; él se compadece de toda su creación.
El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras.
que hace y permite todas las cosas en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de otros. Reflexionar sobre esta verdad hasta que se mueva de nuestra mente a nuestro corazón, alterará nuestra reacción hacia aquellos que nos hieren profundamente.
Podemos manejar el enojo bíblicamente dejando lugar para la ira de Dios. Esto es especialmente importante en casos de injusticia, especialmente cuando es hecho por hombres “malvados” hacia gente “inocente”.
Tanto
—No tengan miedo—les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios?
como
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
nos dicen que no juguemos a ser Dios. Dios es recto y justo, y podemos confiar en Él, quien conoce todo y lo ve todo para actuar con justicia
¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?
Podemos manejar el enojo bíblicamente no devolviendo mal por bien
Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.
Esta es la clave para convertir nuestra ira en amor. Así como nuestras acciones fluyen de nuestro corazón, así también nuestros corazones pueden ser alterados por nuestras acciones
Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.”
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,
para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos?
Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles?
Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
Así que, podemos cambiar nuestros sentimientos hacia otros, cambiando la manera en que decidimos actuar hacia esa persona.
Podemos manejar el enojo bíblicamente comunicándonos para resolver el problema. Hay cuatro reglas básicas de comunicación que se nos comparten en
Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Por último, debemos actuar para resolver nuestra parte del problema
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.
No podemos controlar la manera en que los demás actúen o respondan, pero sí podemos hacer los cambios necesarios para no dar lugar al diablo a través de nuestra ira.
Conquistar el manejo de la ira, no es algo que suceda de la noche a la mañana, por eso es algo en lo que debemos trabajar y disciplinarnos.
No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos.
Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse.