LA PARÁBOLA DE LA CIZAÑA
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Transcript
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Oposición al Reino
Satanás se opone al reino tratando de arrebatar la Palabra de los corazones (13:4, 19).
Pero cuando eso falla, tiene otras maneras de atacar la obra de Dios.
Estas tres parábolas revelan que Satanás es primordialmente un imitador.
Planta creyentes falsos, estimula un crecimiento falso e introduce doctrina falsa.
La cizaña: falsos creyentes (13:24–30, 36–43).
Satanás no puede desarraigar las plantas (los verdaderos creyentes), así que planta creyentes falsos en medio de ellos.
En esta parábola la buena semilla no es la Palabra de Dios.
Representa a los convertidos que han confiado en ella.
El campo no es el corazón del hombre, sino el mundo.
Cristo está plantando creyentes verdaderos en varios lugares para que lleven fruto
23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Pero, dondequiera que Cristo planta un verdadero creyente, Satanás viene y siembra uno falso.
Debemos tener cuidado con estas falsificaciones de Satanás.
El tiene creyentes falsos que creen un evangelio falso
26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Estimula una justicia falsa (Romanos 10:1–3) e incluso una iglesia falsa (Apocalipsis 2:9).
Al final del siglo producirá un Cristo falso (2 Tesalonicenses 2:1–12).
Debemos también permanecer atentos y asegurarnos de que los ministros de Satanás no se introduzcan en la congregación verdadera y hagan daño (2 Pedro 2; 1 Juan 4:1–6).
Es cuando el pueblo de Dios duerme que Satanás obra. Nuestra tarea no es arrancar lo falso, sino sembrar el verdadero.
(Esto no se refiere a la disciplina en la iglesia local.)
No somos detectives, sino evangelistas.
Debemos oponernos a Satanás y sus mentiras, pero también debemos sembrar la Palabra de Dios y llevar fruto en los lugares en que él nos ha plantado.
¿Qué ocurrirá con la cizaña?
Dios la recogerá y la quemará. Es interesante ver que este recogimiento ya está sucediéndose en algunos grupos religiosos que se unen y propugnan la unión.
La unidad espiritual entre creyentes es una cosa, pero la uniformidad religiosa entre personas que simplemente profesan ser creyentes, es algo muy diferente. Hoy es difícil separar lo verdadero de lo falso; pero al llegar el fin del mundo, los ángeles harán la separación.