Paternidad y Maternidad

Teología de la Paternidad y Maternidad  •  Sermon  •  Submitted
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Reflexionar sobre la paternidad y maternidad.

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HABLEMOS DE LA VIDA

Existen muchas familias que les es difícil coincidir en los momentos más importantes de la vida, como lo es comer juntos, jugar juntos, viajar juntos, etc. Nuestra sociedad moderna a causado que cada miembro de la familia construya y viva su propia vida, desvinculado de los demás. Está situación que se vive, ha hecho que la familia pase por dificultades como consecuencia de poner en primer lugar el trabajo y después a la familia. Pero eso no es todo, no solo ponemos en primer lugar el trabajo, dejando en último lugar la familia sino que también, Dios no ocupa ningún lugar en muchos hogares.
Pensemos:
— ¿Qué lugar ocupa tu trabajo?
— ¿Qué lugar ocupa tu familia (cónyuge e hijos) en tu vida?
— ¿Qué lugar ocupa Dios?

ESCUCHEMOS A DIOS

Salmo 128:1 RVR60
1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.
Salmo 128:1 NTV
1 ¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos!
Dios ocupa el primer lugar. El salmo comienza: ¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! El salmo se divide en dos partes: primero presenta una bienaventuranza o bendición que significa dicha y felicidad. Segundo: indica quienes reciben esta dicha, es decir quienes temen a Dios, pero no es un temor de miedo sino más bien se inspira en caminar bajo la dirección de Dios. Cuando el padre o la madre ponen a Dios como el fundamento de su vida y su caminar diario, todo lo que puede venir será una bendición. Dios tiene que ocupar el primer lugar en nuestras vidas y dejarnos guiar por su palabra cada día, si no hacemos esto, solo estamos llevando nuestro familia hacia el desastre. Dios quiere ayudarnos como padres y tenemos que reconocer que necesitamos a Dios para hacer un buen trabajo.
Salmo 128:2 RVR60
2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.
Salmo 128:2 NTV
2 Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás!
El trabajo significa una bendición de Dios. Vivimos en una sociedad que cada vez nos absorbe más tiempo en el trabajo. Las condiciones económicas y las presiones laborales nos llevan a involucrarnos cada vez más en tiempo y esfuerzo. Muchas por ganar más y tratar de vivir mejor aparentemente, solo pierden las cosas esenciales de la vida como lo es el matrimonio y la familia. Cuando los padres vivimos en el temor de Dios, todo lo que surgirá será una bendición de Dios. Así que los padres que vive en Dios, el trabajo cobra una nueva dimensión, pues se convierte una bendición en lugar de una maldición para nuestra vida. Pues gozamos del fruto del trabajo, es decir nos sentimos orgullosos por el trabajo que hacemos no solo para los hombres, sino para Dios y dice la Biblia que quienes le temen encuentran felicidad en su trabajo pero también son prosperados en todo lo que hacen en el trabajo, pues el trabajo que hacen es para construir un mundo mejor.
Salmo 128:3–6 RVR60
3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. 5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.
Salmo 128:3–6 NTV
3 Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. 4 Esa es la bendición del Señor para los que le temen. 5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. 6 Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!
La familia es una bendición de Dios. Cuando acaba el trabajo, ya sea al final del día o al finalizar nuestra vida quedo lo más importante que es la familia. Todos en algún momento de nuestra vida tendremos que jubilarnos y dejar de trabajar, pero nunca dejaremos de ser padre o madre no importa el tiempo. El padre o la madre que vive en los caminos de Dios el esposo o la esposa serán siempre una bendición. Ambos son constructores de un hogar bajo la bendición de Dios. Los hijos se vuelven una bendición de Dios y hasta se extiende con los nietos.

RESPONDAMOS A LA VIDA

Respondamos:
— ¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida, familia y trabajo?
— ¿Qué harás para construir un hogar?
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