Consagración de los levitas
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· 2,444 viewsEl encendido de las lámparas marca el inicio de la consagración oficial de los levitas para el servicio a Dios
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Consagración de los levitas
Consagración de los levitas
Introducción
Introducción
La semana pasada estudiamos el capitulo 7 donde vimos las ofrendas presentadas por el pueblo en la dedicación del tabernáculo y cómo Dios distribuyó las carretas a los 3 grupos de levitas según su carga de trabajo.
En Levítico 8 -9 estudiamos la consagración de Aarón como sumo sacerdote y a sus hijos como sacerdotes. (Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar)… Ahora veremos la ceremonia de consagración de los levitas.
Encendido de las lámparas
Encendido de las lámparas
Números 8:1–4
1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero.
Tenemos la responsabilidad hablarle a los demás lo que Dios está diciendo en su Palabra, es es la responsabilidad que le ha dado a su iglesia.. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15”
3Y Aarón lo hizo así; encendió hacia la parte anterior del candelero sus lámparas, como Jehová lo mandó a Moisés.
Aarón ahora es responsable de este trabajo, fue obediente a la voz de Dios, es lo que espera de nosotros también. “1 Samuel 15:22 ...Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios"
4Y esta era la hechura del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero.
Apocalipsis 1:20 declara que el candelero simboliza la iglesia. Lámpara porque debe alumbrar en las tinieblas, bajo la perfección de Dios (numero 7),
labrado a martillo símbolo de las pruebas que van formando el carácter de la iglesia.
Consagración de los levitas
Consagración de los levitas
Números 8:5–6
5 También Jehová habló a Moisés, diciendo: 6 Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos.
Los levitas fueron apartados para Dios en lugar de los primogénitos (Números 3) “Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel. Números 8:16”
Dios escoge a Leví aun cuando no eran dignos, pues Jacob les recordó a Simeón y Leví su maldad por haber asesinado a los de Siquem cuando fue violada su hermana (Genesis 49:5-7)
Aún así Dios escoge a los levitas como instrumentos para su gloria. “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte. 1 Corintios 1:27”
Hizo expiación por ellos… para servir a Dios debemos ser limpios de nuestros pecados, Cristo ya se entregó en sacrificio, solamente debemos aceptarlo como Señor y Salvador.
Números 8:7 Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.
Rociados con el agua de la expiación (sangre y agua) para santificación. “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Juan 19:34”
Aarón y sus hijos fueron bañados por Moisés, pero ahora Aarón debía rociar a 22,000 levitas.
También fueron lavados sus vestiduras.
Para servir a Dios debemos santificarnos, lavarnos con el agua del Espíritu Santo y la preciosa Sangre de Cristo. Esto es santificación y vivir en santidad.
Cada levita debía rasurarse todo el cuerpo, para ellos la barba era símbolo de dignidad, ahora no solamente debía afeitarse la cabeza sino también las cejas.
Esto simboliza sacrificio para Dios, estar dispuestos a sufrir burla por causa del Señor.
Números 8:14 (RVR60)
Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas.
Después de esta ceremonia los levitas pasaban a ser propiedad exclusiva de Dios.
Así también nosotros, por la preciosa Sangre de Cristo somos propiedad exclusiva de Él, no le pertenecemos al pecado, al mundo o a Satanás, a eso se refiere la verdadera libertad.
Gálatas 2:20 (RVR60)
20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.