CONFIANZA EN EL DÍA DEL JUICIO

(1 Juan 4:17 – 18)

Introducción:

Sé que aquí hay muchos estudiantes.

Lo que la mayoría de los estudiantes temen, es un examen sorpresa.

El problema no es que el examen sea sorpresa. El problema es que no

estamos preparados.

El examen sorpresa de tu vida no es la de matemáticas, etc. El examen sorpresa de tu vida es la que dará el Señor Jesucristo. ¿Estás preparado para él?

Como leimos en Pedro, el Señor vendrá como ladrón en la noche, sin avisar. Y sorpresa, en un abrir y cerrar de ojos estaremos frente al Señor, en el día del jucio.

¿Qué tiene que ver el amor que tenemos que mostrar unos a otros con el día del Señor, día venidero?

Porque en la medida que crezcamos en el amor hacia Él y lo evidenciemos hacia nuestros hermanos, eso nos dará confianza y nos quitará el temor para aquel día venidero.

Juan nos explica acerca del amor de Dios, cómo es ese amor:

…

En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, … v. 17

Cuando el amor de Dios se perfecciona en nosotros, ese amor es lo que nos da serenidad, nos da confianza para nosotros presentarnos delante de la muerte, delante del más allá, delante del día del juicio.

…

A la gente le da pavor pensar en un juicio que se puede dar después de la muerte y muchos no lo aceptan.

Es un acontecimiento real, histórico, definitivo y es inevitable

No existe la reencarnación, el purgatorio, el limbo…

Y el hombre se continuará inventando todo lo que le evite llegar a un juicio.

Hebreos 9:27 (leer)

Es un acontecimiento real, visible…

Es tan visible porque será público. Los Ángeles escucharán el veredicto, todas aquellas personas que estén paradas al igual que tú, también escucharán el veredicto que Dios dará a cada persona.

Los ángeles caídos serán juzgados y serán enviados al infierno.

Los incrédulos serán juzgados y serán enviados al infierno.

Los creyentes serán juzgados y con gozo aceptarán el veredicto de Dios.

El juicio que Dios va a ejecutar no es igual al de la tierra. Porque, sino, nos queda cortó la eternidad. Dios no buscará pruebas, huellas dactilares, testigos, etc, para condenarte. Solo dirá tu sentencia y next.

Dios todo lo tiene en su conocimiento.

Dios no necesita investigar nada, conoce tu corazón.

El juicio final, será un juicio, para:

Todas las gentes, de todas las naciones, de todas las lenguas, de todas las culturas, de todas las épocas, de todos los tiempos. Sera un juicio universal para todas las personas, de todas las religiones y de todos los credos.

Todos serán juzgados delante de Dios y nadie podrá decir - ¡ay, yo no soy cristiano, el Dios de los cristianos a mí no me puede juzgar! –

Nadie podrá decir: ¡Yo no conocía los 10 mandamientos! ¡Yo no conocía la voluntad de Dios!, porque todos y cada uno de nosotros hemos recibido una conciencia grabada por Dios en nuestras mentes, de la cual no podemos escapar.

Romanos 2:14 – 16 (leer)

Eso quiere decir que incluso aquellas personas que nunca han escuchado el Evangelio (cosa que se extraña), serán juzgadas por su misma conciencia.

Ya sean budistas, etc, serán juzgados.

Aunque rechaces la Biblia, rechaces el evangelio, rechaces la existencia de Dios y la venida de Cristo, aún así tu propia confianza te juzgará. Hasta el ateo por su propia confianza será echado al infierno.

Nadie podrá escapar. Nuestra propia conciencia nos acusa.

La propia conciencia que Dios puso en nuestros corazones nos dice de qué hay una justicia y nosotros no somos justos. Nos dice que hay una verdad y que nosotros caminamos en la mentira.

El juicio está presente en toda la enseñanza bíblica:

(explicar)

La enseñanza del juicio es algo que enseño el Señor Jesucristo. Unos para vida eterna y otros para condenación.

Hay muchos creyentes universalistas, pensando en el amor de Dios.

Hay otro grupo de creyentes que ve la venido del Señor muy muy lejano, si ya pasó 2mil años y no vino. Y también piensan que el día de su muerte esta lejano.

No pienses cuando vendrá Cristo, sino, piensa que mañana túpodrías estar delante de Él.

La vida es un soplo, la vida es como neblina.

¿Estás preparado para encontrarte con tu creador, cara a cara?

Los jóvenes de ahora están preocupados en otras cosas:

- Necesito sacar las mejores notas de la U.

- Necesito ganar mas dinero para mis caprichos.

- Necesito tiempo para salir con ella/él.

- Necesito ir al Gym, cuidar mi salud para no morir demasiado joven.

- Necesito adquirir seguros para mi casa, mi carro, mi familia, mi perro.

¿y del más allá? ¿el día del juicio?

¿no tienes miedo? No te creo,

El ser humano vive con miedo

Adán: Oí tu voz en el huerto y tuve miedo. El ser humano tiene miedo desde el principio.

- Tiene miedo al sufrimiento, a la soledad, a la ruina, al fracaso. Y el mas grande de todos, miedo a la muerte.

Y en realidad no tienen miedo a la muerte, sino lo que viene después de eso. Si hay un juicio que va a ser de mí. No es miedo a la muerte, sino miedo a lo que está detrás de la muerte.

Pero el creyente en quien se perfecciona el amor de Dios, no teme a lo que pueda venir después de la muerte.

En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio... v. 17

(explicar)

El creyente se acerca al día del juicio con serenidad, no porque piensa que puede aprobar el examen, sino, porque ya Cristo aprobó el examen por mí.

Y cuando estemos ante el Señor, diremos como Pablo:

2 Timoteo 4:8 (leer)

...pues como él es, así somos nosotros en este mundo. v. 17

Siendo Jesús la vid verdadera, somos esas pequeñas vides, que recién es una plantación y busca crecer como la vid robusta que es Cristo.

Abonar, regar, podar, etc

Ilustración: El gato chiquito frente al espejo.

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo... v. 18

Cuanto más conozcamos el amor de nuestro padre, menos temor tendremos al estar en Su presencia. No seremos como aquel pequeño que se esconde de su papá, porque sabe que cometió algo.

...De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. v. 18

Juan nos explica esta verdad al derecho y al revés.

Ilustración: El vaso con agua y aceite.