Hay amor en papá!!
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· 161 viewsHoy le toca dar honor a los padres, estudiaremos acerca de un padre que tenía todo, respeto, dinero, confianza de sus jefes, pero eso no le basto para salvar a su hija.
Notes
Transcript
Cuando Jesús volvió, la multitud lo recibió con gozo, porque todos lo habían estado esperando. Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrara a su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras Él iba, la muchedumbre lo apretaba.
Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa de Jairo, oficial de la sinagoga, diciendo: «Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro». Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: «No temas; cree solamente, y ella será sanada». Al llegar Jesús a la casa, no permitió que nadie entrara con Él sino solo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha. Todos la lloraban y se lamentaban; pero Él dijo: «No lloren, porque no ha muerto, sino que duerme». Y se burlaban de Él, sabiendo que ella había muerto. Pero Él, tomándola de la mano, clamó, diciendo: «¡Niña, levántate!». Entonces le volvió a ella su espíritu y se levantó al instante, y Jesús mandó que le dieran de comer. Sus padres estaban asombrados, pero Él les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Oración.
Introducción.
La semana pasada celebramos un día esperado por todo varón, donde las carnitas asadas no faltaron, o la comida preferida estaba lista desde temprano. En otros tiempos tal vez las chelas y la música preferida y de moda no faltaban. Y aunque no es un día oficial sabemos que el tercer domingo del mes de Junio se nos es recordado con amor.
Hoy daremos honra al PADRE, si, los que tenemos el privilegio de ser padres; es sabido que este día no se celebra con la intensidad eufórica como el día de la madres, por muchos factores, pero el mayor de todos es que hemos dado un mal ejemplo de lo que en realidad es ser un padre ejemplar, por otra parte, otros no saben expresar sus sentimientos dando una impresión de frialdad e indiferencia.
Una vez un predicador pregunto a un grupo de jóvenes:
¿Cuántos quieren una esposa con la característica de sus madres? A lo que todos en unísono contestaron ¡Sí! ¡Claro!, ¡Por supuesto!
Para luego preguntó a las señoritas:
¿Cuántos quieres un esposo con las características de sus padres? A lo que nadie levanto la mano, sino que cabizbajas se limitaron a estar en silencio.
Hoy vivimos tiempos donde la figura paternal se hace indispensable; muchas de las crisis de familia hoy día son el producto de hogares monoparentales, (cuando solo existe una figura de autoridad en el hogar); dentro de nuestra cultura actual quien más se ausenta es el padre.
Cualesquiera que haya sido nuestra experiencia o impresión sobre nuestros propios padres, quiero decirle a todos los varones de nuestra iglesia casados o solteros, jóvenes o adultos, que Dios nos ha creado con la posibilidad de ser una influencia positiva y transformadora para nuestros hijos.
La buena noticia es que no es demasiado tarde para ser transformados en hombres que cumplan con el propósito de Dios. Quiero decirles que Jesús puede cambiar su vida y encaminarla en la dirección correcta hoy mismo.
La Palabra de Dios nos presenta ejemplos de padres como Abraham, Isaí, Josué, Job, etc. Pero en este sermón vamos tomar el ejemplo de vida de un hombre llamado Jairo, en él descubrimos características paternales que urgen hoy día.
Al volver al pasaje, podemos ver en el contexto de nuestro relato:
Jesús regresaba de una gira que había hecho en la región de Gadara en donde había sanado a un hombre que había sido poseído por una legión de demonios.
Al llegar Jesús es recibido ansiosamente por una multitud gozosa. Dentro de esa multitud se encontraba un hombre, un padre que atravesaba por una experiencia difícil. Su hija única de 12 años estaba agonizando hasta la muerte.
¿Quién era este hombre llamado Jairo?
Proviene del griego (Ἰάϊρος, Iairos), el significado de su nombre es el equivalente de la palabra hebrea (יָאִיר yāʿîr) («él despertará»).
No era cualquier hombre, sino un líder prominente de una congregación judía.
¿Sus actividades?
Como principal cuidaba del edificio, eso significa que era un hombre de confianza.
También debía tener todo preparado para los servicios, eso significa que era responsable, tenía también que seleccionar a aquellos que participaban en el culto y a un asistente que cuidaba de los rollos sagrados, lo que nos indica que era un hombre con autoridad espiritual.
Era conocido y respetado entre la comunidad, eso nos indica que tenía un buen testimonio.
Pero lo que más se destaca aquí es su rol como padre y su preocupación por la salud y bienestar su niña de 12 años.
¿Qué podemos ver en Jairo que nos sirve de estimulo para nosotros los padres?
Predicación.
Resolución: Un padre con conciencia de familia
Jairo era el “principal” de la sinagoga ubicada cerca de Capernaum y como tal tenía a su cargo la administración de la sinagoga:
Presidía la junta de ancianos o consejeros.
Era el responsable del buen funcionamiento de todo, desde la dirección del culto, la asignación de las obligaciones que cada uno tendría, hasta el mantenimiento del orden.
Con todo lo encontramos buscando al Señor Jesús no por una situación concerniente a su trabajo, sino por una necesidad familiar, su única hija estaba enferma, y en ese momento era su prioridad.
Muchos hoy día no son consientes de las enfermedades sociales, espirituales, emocionales, de sus hijos, están tan ofuscados en otras cosas, que han perdido la conciencia de familia, como dijera el escritor de cantares, “Me puse a cuidar otras viñas y la mía no cuide”.
Jairo no buscó a Jesús en secreto ni mucho menos en privado.
Fue en medio de una multitud entre los cuales había conocidos y desconocidos que este hombre expuso su necesidad y su preocupación al Señor.
No podemos dejar de notar dos aspectos importantes:
Jairo no envió a su esposa a buscar ayuda como algunos hombres acostumbran. Ni tampoco consideró enviar a uno de sus familiares o sirvientes.
Jairo fue a entrevistarse con Jesús personalmente.
Qué diferente sería la familia y la iglesia si tuviéramos más padres como Jairo, humanos sensibles y humildes, que no tienen vergüenza de buscar al Señor.
Fe: Un Padre que sabe donde ir en las crisis familiares
Supo ir a la fuente correcta. Jesús.
Pudo ir a otras partes, su condición económica, su posición social, su religión, entre otras cosas, se lo permitía, pero el, fue ante el que todo lo puede, Jesús.
Supo ir de la manera correcta. Se postró de rodillas.
Pudo ir con bandera alzada de soberbia por el frente.
El tenía las credenciales, el dinero, el reconocimiento de todos.
Más sin embargo, reconoció que todo eso no le servía de nada ante Jesús, así que simplemente se postró.
Supo pedir de la manera correcta. Le rogó …
En eso estaban las cosas cuando Jairo se entera que lo inevitable había llegado a su hija.
Seguramente en ese momento su ser fue inundado por una serie de pensamientos y sentimientos.
No sabemos quien fue el que vino a darle la noticia a Jairo, pero por sus palabras vemos que no veía ningún objetivo en que Jesús llegara a la casa. ¿Qué podía hacer Jesús? Por eso le dice a Jairo: “Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.”
Valentía: Un Padre que lleva a Jesús a casa
Hoy en día, ¿Qué llevamos como padres a casa?
Dinero, diversión, vicios, violencia, infidelidad, maltratos, etc.
“Y luego de cocinarla, gritaron al profeta, ¡Hay muerte en esta olla!”
Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en la tierra. Estando sentados los hijos de los profetas delante de él, dijo a su criado: «Pon la olla grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas». Entonces uno de ellos salió al campo a recoger hierbas, y encontró una viña silvestre y de ella llenó su manto de calabazas silvestres, y vino y las cortó en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía lo que eran. Y lo sirvieron para que los hombres comieran. Y sucedió que cuando comían el potaje, clamaron y dijeron: «¡Oh hombre de Dios, hay muerte en la olla!». Y no pudieron comer. Pero Eliseo les dijo: «Tráiganme harina». Y la echó en la olla, y dijo: «Sírvanlo a la gente para que coman». Y ya no había nada malo en la olla. Y vino un hombre de Baal Salisa y trajo al hombre de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada y espigas de grano nuevo en su bolsa. Y él dijo: «Dáselos a la gente para que coman». Su sirviente le dijo: «¿Cómo pondré esto delante de cien hombres?». Pero él respondió: «Dáselos a la gente para que coman, porque así dice el Señor: “Comerán y sobrará”». Y lo puso delante de ellos y comieron, y sobró conforme a la palabra del Señor.
Jairo llevo a Jesús a casa.
No llevo muerte, llevo vida, y vida en abundancia.
Llevar a Jesús a casa presenta desafíos, considéremelos.
La multitud.
Camina a casa de Jairo dice el texto que todos lo oprimían a Jesús, incluso una mujer detiene a Jesús para ser sanada, en todo esto la hija de Jairo se murió.
La propia familia.
Uno de la misma familia, le dice “No molestes mas al maestro”.
Los problemas que parecen ya no tener solución.
Las palabras más duras que Jairo oyó fueron, “Tu hija ha muerto”.
Pero contra todo Jairo llevo a Jesús a casa, supero todo.
El trabajo como padre estaba hecho, lo demás quedaba en las manos de Jesús.
Conclusión:
El tiempo que estamos viviendo hoy es un tiempo de muerte y nuestros hijos viajan en este tiempo en una travesía llena de riesgos, y esto me recuerda a una historia no se si sea verídica pero más o menos dice:
Un niño que viajaba en un avión, solo, en medio de gente adulta, y allí estaba sentado con toda la tranquilidad del mundo.
Llamo la atención de una adulto que le pregunta:
-”¿Hemos pasado turbulencias, tormentas, es de noche, y si no te has dado cuenta vamos en un avión, porque tan tranquilo y sin miedo?”
A lo que el niño le responde:
-”¿Por qué habré de tener miedo? Mi papá es el piloto del avión”.
¿De esa misma manera se sienten nuestros hijos?
Familia, amados Padres, hoy quiero que reflexionen en esta pregunta
¿Qué está produciendo mi influencia sobre mis hijos o hijas?
Dolor, Inseguridad, Temor, Desconfianza, Tristeza
o
Seguridad, Valor, Amor, Confianza, Felicidad
Si usted quiere ser un padre tipo Jairo, tenga conciencia de Familia, sepa a donde ir en medio de las crisis, y todos los días, cada día, lleve a Jesús a casa.
R.E.D.
Recuerda:
No importa cuantas credenciales o nivel académico tengas, cuan económicamente estable estes, o aún si sientas o crees que tienes una familia feliz, o la familia que te hayas propuesto a tener.
Familia sino haz entendido hasta estos momentos que Jesús debe ser lo principal, tu centro o tu objetivo, la crisis vendrá y la pregunta que te tienes que responder a ti mismo es ¿Estás preparado para enfrentarlo sin Jesús?
Recuerda Jairo tenía todo desde nuestro punto de vista terrenal, como comúnmente se dice “Un hombre exitoso”, pero cuando vino la crisis no busco a sus maestros o líderes, no se enfocó en cuanta influencia tenía o cuán económicamente estable podía estar, fue directamente al único que tenía el poder y la autoridad.
Aún siendo su situación gris al principio, y tornándose negro de repente encontró la luz en Jesús.
Entiende:
Entiende familia, la manera correcta de acercarte a Jesús, es reconocerlo como Él único centro, la única esperanza, el único camino, entiende que Él conoce tu corazón, y si le presentas un corazón humillado, como dijo el salmista “… Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás”,
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
y si lo pides con fe, créele que el contestará tu petición.
Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia Él, lo saludaban. «¿Qué discuten con ellos?», les preguntó. Y uno de la multitud le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo, y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron» Jesús les dijo*: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!». Y lo llevaron ante Él. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». «Desde su niñez», respondió. «Muchas veces ese espíritu lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si Tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos» «¿Cómo “si Tú puedes?” », le dijo Jesús. «Todas las cosas son posibles para el que cree». Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: «Creo; ayúdame en mi incredulidad» Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él». Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: «¡Está muerto!» Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. Cuando Jesús entro en casa, Sus discípulos le preguntaban en privado: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?» Jesús les dijo: «Esta clase con nada puede salir, sino con oración».
Deja a Dios que transforme:
Familia hoy hablo a los que somos Padres, debemos recordar el privilegio que Dios nos otorgó, un día nos hizo un llamado y respondimos, recodemos que somos sacerdotes en nuestros hogares y un dia en su presencia estaremos.
Daremos cuentas de nuestras esposas y nuestros hijos. E imagínate estar parado enfrente de Él y te diga:
»Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
Ahora reflexiona ¿Tienes el suficiente valor para reflejar todos los días a Jesús en tu familia? Tal vez pensemos que es algo difícil, y si con nuestras fuerzas.
Pero Jairo nos enseña como dejar entrar a Jesús a nuestro hogar y no solo por la necesidad ya que vemos que la vida de su hija estaba en sus manos, y aun escuchando la terrible noticia de su muerte, y llegando a su hogar confirmando esta noticia a cualquiera de nosotros nos hubiera consumido el dolor inmediatamente, pero las palabras de Jesús retumbaron en su mente, cuando Él le dijo: “No temas; cree solamente, y ella será sanada”
Hoy en día nos afanamos en meter a nuestras casas la “estabilidad” económica afanándonos en el trabajo, y no digo que esta mal trabajar sino el desviarnos en el verdadero enfoque, o dejamos entrar vicios, violencia, dolor o hasta muerte a nuestros hogares dejando tras de la puerta a Jesús.
Dejemos que su Santo Espíritu nos transforme apropiándonos de la promesa que Jesús nos dejó: “… Yo estoy con ustedes …”
enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».