el alcanze de la fe
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Transcript
(i) Aquí tenemos a un diplomático que acudió a un carpintero. La palabra griega es basilikós, que podría significar que era un reyezuelo; pero se usa para funcionarios del rey, y lo más probable es que se tratara de un hombre de posición elevada en la corte de Herodes. Jesús, por el contrario, no era más que un carpintero del pueblo de Nazaret. Además, Jesús estaba en Caná, y este hombre vivía en Cafarnaún, que estaba a 35 kilómetros. Por eso le llevó tanto tiempo el volver a su casa.
Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
(ii) Aquí tenemos a un diplomático que se negaba a darse por vencido. Jesús le recibió con lo que a primera vista parecería un jarro de agua fría, diciéndole que hay gente que no cree a menos que se la provea de señales y milagros. Puede que Jesús dirigiera esas palabras más a la multitud que se habría reunido a ver en qué paraba todo aquello que al diplomático mismo. Es probable que hubiera muchos curiosos.
Pero Jesús tenía una manera de asegurarse de que una persona iba en serio. Así actuó con la sirofenicia.
Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
(iii) Aquí tenemos a un diplomático que tenía fe. No era fácil emprender el camino de vuelta a casa sin llevarse más que la palabra de Jesús de que su hijo se iba a poner bueno. Ahora se empieza a tomar en serio el poder del pensamiento y de la telepatía, y nadie negaría este milagro simplemente porque se realizó a distancia; pero tiene que haberle sido difícil al diplomático. Pero tenía la fe suficiente para recorrer otra vez los treinta y cinco kilómetros no llevando nada más que la palabra de Jesús para confortarle el corazón.
1. La fe es el instrumento para conocer el poder sanador de Jesucristo.
El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
2. El hombre tenía fe, porque fue a Jesús y no recurrió a otro.
Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;
3. Este oficial vino a Jesús a pedirle sanidad para su hijo y agrega que estaba a punto de morir.
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
El hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fue.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Nada es imposible para Dios!
Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
3. Por la fe llegaremos a donde hemos planeado.
Venceremos todo obstáculo y escalaremos hasta la cima del triunfo. Dios es nuestro Padre celestial en las buenas y en las malas. Él siempre estará a nuestro favor. Jamás nos abandonará.
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.
4.POCA FE DA TEMOR.
El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
5.LA FE QUE SIGUE A CRISTO SALVA...
Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
6.LA FE NOS PERMITE QUE SE NOS REVELE Y ASI CONOCER LA JUSTICIA DE DIOS...
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
1. La clave es: No rendirnos. Dios tiene todo el poder y la autoridad para cambiar las cosas. Daniel, dentro del foso de los leones, no pensaba en los colmillos de las bestias, confiaba en Dios y su fidelidad. Jonás, dentro del vientre del pez expresó una oración sincera confiando en el Todopoderoso. José, dentro de una cisterna y observando el odio de sus hermanos, dejó que Dios tomará control de su vida.
2. El Señor mantiene su mirada sobre cada uno de sus hijos.Nunca abandona a quienes confían en él. Dios se encargo de cerrarles el hocico a los leones. Hizo que el gran pez volviera su estomago sobre la playa y trajo libertad para su siervo. Daniel, fue libre de ser devorado. Jonás, fue a predicar a Nínive y José fue nombrado como primer ministro de Industria y comercio en Egipto.
¡No te rindas! Sigue creyendo en Dios y sus promesas. Si el camino es largo, sigue caminando, la noche es obscura, pronto llegará el amanecer, tu problema te parece difícil, nuestro Señor es infinitamente poderoso. Si ves tormentas, pronto aparecerá el arco iris.
3. Por la fe llegaremos a donde hemos planeado. Venceremos todo obstáculo y escalaremos hasta la cima del triunfo. Dios es nuestro Padre celestial en las buenas y en las malas. Él siempre estará a nuestro favor. Jamás nos abandonará.