Nos Desviaremos Del Camino
“Nos Desviaremos Del Camino”
Introducción:
A. Desviarnos del camino del cristianismo traerá consecuencias muy graves a nuestra alma, tanto así
que perderemos la corona de vida que se nos tiene prometida las moradas celestiales, la vida eterna
y estaremos alejados de Dios por la eternidad. Nadie más será culpable de nuestro descuido espiri-
tual y nadie más sufrirá las consecuencias de tal descuido más que nosotros.
B. En la palabra de Dios siempre tenemos palabras de advertencia y lo mejor es atenderlas, siguiendo
los consejos de cada escritor y nuestra alma se mantendrá sana, fortalecida para que al final, en la
partida de este mundo no seamos sorprendidos.
Texto: (Hebreos 3:12-15;) Fecha: Domingo Abril 06 2008
I. Si No Cuidamos Nuestro Corazón
A. Debemos de aprender de los ejemplos bíblicos (Salmo 95:7-11;)
1. El abandonar a Dios tiene su origen en la incredulidad (desobediencia)
2. Tenemos que examinarnos a nosotros mismos y cuidar que:
a. Que no haya desconfianza en la palabra de Dios
b. Que no seamos incrédulos a la palabra de Dios
c. Que no estemos desobedeciendo a Dios en completa rebeldía
3. Estas señales indican camino a la apostasía (Hebreos 10:25-27;)
4. No dejemos de alcanzar la gracia de Dios (Hebreos 12:15;)
a. ¿Qué es lo que ofrece esta gracia? la vida eterna
b. Debemos de cuidar que no seamos unos débiles o desanimados porque entonces no llegaremos
c. La raíz de amargura es inclinarse por la idolatría y dejar la fe en Dios (Deuteronomio 29:14-21;)
d. Se aplica también a las personas que se oponen a la fe del evangelio por palabra o impureza de
vida y trabaja por desviar a otros n la fe. Tal hombre puede estorbar a una congregación entera
(1ª Corintios 5:6;)
e. Tenemos que tener supervisión “…mirad…” (1ª Pedro 5:2;)
B. Nosotros hoy día estamos viviendo lo que vivió el pueblo de Israel en aquel tiempo
1. Ellos caminaron por el desierto a la tierra prometida
2. Nosotros caminamos por el mundo hacia las moradas celestiales
3. Israel corría el riesgo de desviarse y querer vivir en la esclavitud (Éxodo 16:3;) y desobedecieron
a Dios y murieron en el desierto (Números 14:1-4;)
4. Nosotros corremos también el riesgo de desviarnos y querer volver al mundo apartándonos de Dios
(Lucas 9:62;) Y esto es precisamente lo que pasa con la vida de los que profesan “arar” por Cristo
mientras siguen mirando hacia atrás a los familiares y amigos mundanos y la vida que disfrutaba
con ellos antes de “convertirse” (Comentario BHR.) (1ª Reyes 18:21;)
a. Que es no mirar hacia atrás. (Filipenses 3:12-14;)
b. Evitemos pues ser peores que cuando no conocíamos al Señor. (2ª Pedro 2:20-22;)
c. Algunos quieren seguir a Jesús pero todavía tienen un compromiso fuerte con sus familiares
(Lucas 9:23;)
C. Es necesaria la exhortación de los unos hacia los otros (v.13; 10:24;)
1. Pero sin dejar de escuchar la voz de Dios a través de su palabra
2. Vamos caminando hacia la madurez. Aprovechemos bien el tiempo y busquemos a Dios hoy.
3. Mañana puede ser demasiado tarde (Santiago 4:14;)
II. Si Nos Endurecemos Por El Pecado
A. Cuidémonos de dejar de alcanzar la gracia de Dios (Hebreos 12:15;)
1. El pecado solamente es un engaño y endurece el corazón
2. Satanás envía el pecado como agente engañoso (Mateo 13:22;)
3. Recordemos Satanás engaño a Eva y así también nos engañara a nosotros (2ª Corintios 11:3;)
4. Los hombres con sus palabras nos pueden engañar (Efesios 5:6;)
a. El pecado nos engaña cambiando la verdad de Dios por la mentira
b. El pecado se presenta como algo atrayente y deseable (2ª Corintios 11:14,15;)
c. Siempre ataca al siervo del Señor así como el lobo ataca a las ovejas solas
B. El endurecimiento se demuestra en la negativa de oír a Dios
1. La desobediencia y la incredulidad son fatales en nuestra vida espiritual
2. Cuidemos que este mal no entre en nosotros (Hebreos 3:18,19;)
Conclusión:
Mantengamos en todo el trayecto de nuestra vida espiritual la aceptación a Dios y sobre todo a los
consejos de su palabra, evitemos que Dios se disguste con nosotros y esforcémonos por mantener
siempre la buena relación con Dios.