Dios pelea por nosotros

¿Cómo dejamos que Dios pelee por nosotros?

Muchas veces en medio de nuestras luchas, necesitamos la ayuda de Dios, pero a la vez no siempre dejamos que Él se encargue de la lucha, no dejamos que Él pelee por nosotros. La forma en como podemos dejar que el pelee, lo podemos definir así:

Darnos cuenta que la lucha no es nuestra sino de Dios

Salmo 20:7–8 NTV

Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Esas naciones se derrumbarán y caerán, pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes.

1º Samuel 17:47 RVR60

Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

Ver también 1 Sm 17:45–47; Sal 44:3–7; Sal 60:11–12; Sal 146:3; Pr 21:31

Reconocer las limitaciones humanas y dejar que Dios obre en nuestras debilidades

Salmo 25:16 RVR60

Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido.

2 Corintios 12:9 RVR60

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Buscamos los interese de Dios y no los nuestros

Hay momentos en que pedimos ayuda a Dios, buscamos que traiga una victoria sobre las situaciones que vivimos, pero ninguna de ellas es para glorificar a Dios, más bien es para nuestros intereses

Podemos orar por un mejor trabajo solo para tener mejores ingresos, pero no para servir a Dios a traves de ese trabajo

Podemos pedir a Dios que El nos bendiga economicamente, pero solo para salir de las deudas y no para honrar a Dios con mis recursos

Podemos pedir que Dios obre en el corazon de cierta persona, pero solo para estar con el o con ella, y no necesariamente por el bienestar del alma de la persona

1º Crónicas 22:13 NTV

Pues tendrás éxito si obedeces cuidadosamente los decretos y las ordenanzas que el Señor le dio a Israel por medio de Moisés. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!

Ver también Éx 23:20–23; Sal 112:8; Pr 2:7

Infidelidad a Dios trae derrota

Números 14:41–43 NTV

Pero Moisés les dijo: «¿Por qué desobedecen ahora las órdenes del Señor de volver al desierto? No les dará resultado. No suban ahora a la tierra. Lo único que sucederá es que sus enemigos los aplastarán porque el Señor no está con ustedes. Cuando enfrenten a los amalecitas y a los cananeos en batalla, serán masacrados. El Señor los abandonará porque ustedes lo abandonaron a él».

Ver también Dt 28:15; Dt 28:25; 2 Cr 24:20

Pedir ayuda a Dios en nuestras batallas diarias

Cuando involucramos a Dios en nuestro dia a dia, sin duda que evitaremos que aquellos problemas que aun son pequeños, en su momento se empeoren.

Hay ocaciones en que venimos a pedir ayuda a Dios no cuando la batalla esta empezando, sino cuando la guerra la tenemos encima nuestro.