El pecado de murmuración
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· 371 viewsEl pueblo de Israel es contaminado por la murmuración de los extranjeros a tal punto que olvidaron los bondades de Dios prefiriendo los recuerdos de su esclavitud.
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El pecado de murmuración
El pecado de murmuración
Introducción
Introducción
El pueblo de Israel entraba en una nueva etapa, ya estaban organizados, instruidos y santificados por Dios para su siguiente paso.
El pueblo había partido del Sinaí, caminaron tres días hasta llegar al desierto de Parán, este lugar pudo significar el fin de su camino por el desierto, el inicio de una nueva vida como nación, pero fallaron en su fe.
El pueblo siempre se quejaba, no comprendían que la travesía no debía ser fácil pues debían esforzarse, para alcanzar lo bueno debemos esforzarnos.
Este pecado de la murmuración era común en ellos, murmuraron cuando quedaron atrapados en el mar rojo (Éxodo 15) querían alimento, agua (Éxodo 16, 17)
Así hoy día la gente no deja de murmurar y chismear a pesar de que estan sufriendo. “y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras. Apocalipsis 16:11”
Veremos cómo la influencia de los extranjeros trajo la primer desgracia después del Sinaí para Israel.
La queja del pueblo
La queja del pueblo
Números 11:1–6
1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. 3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.
Recordaban los alimentos de Egipto
Recordaban los alimentos de Egipto
(pescado, pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos), pero no recordaban el sufrimiento en manos de los egipcios.
Así muchos cristianos recuerdan los placeres del pecado sin recordar los dolores que le causaban. Proverbios 17:1 Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.
Despreciaban el maná
Despreciaban el maná
No agradecían que lo recibían gratuitamente de Dios y sin falta. Un alimento bastante versátil. “7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo. Números 11:7–8”
Se olvidaban que lo recibían gratis y no debían esforzarse más que salir a recogerlo. “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:19” LADY FRIJOLES
Quizá no tengamos una mesa llena de banquetes, pero no padecemos hambre, debemos estar contentos y agradecidos con ellos.
“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1 Timoteo 6:8”
Influencia externa
Influencia externa
Los Israelitas se quejaron contra Dios influenciados por los extranjeros que los acompañaban. Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! Números 11:4
Aunque no somos obligados a pecar contra Dios si podemos ser influenciados a hacerlo si no somos prudentes y sabios. “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Romanos 12:21”
Conclusión
Conclusión
Por causa de su murmuración y queja la ira de Dios se encendió sobre ellos y consumió un extremo del campamento.
Números 11:1–3 1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. 3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
Nuevamente la Biblia nos advierte de la prudencia en las Palabras, vivimos en una época en la que la tecnología permite expresarse a las personas y tristemente lo que más se comparte son palabras negativas que traen maldición. Lamentablemente muchos cristianos son contaminados con esa mala costumbre, olvidándose que seremos juzgados por nuestras palabras:
Mateo 12:34–37 (RVR60)
34¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Si somos sabios tomaremos estos ejemplos y advertencias para no cometer los mismos errores, seamos agradecidos y estemos contentos con lo que tenemos ahora, si el Señor quiere nos bendecirá un poco más, pero sino, nuestra esperanza esta puesta en la vida eterna.