La Fiesta de los primeros frutos (Pentecostés)
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· 282 viewsLección # 7 Cuaderno de Estudios Bíblicos 3er trimestre año 2021
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Transcript
Sábado 14/Agosto/2021.
Objetivo:
Agradecer a Dios por hacernos participar de esta fiesta, ya que todos dependemos de los frutos de la tierra para vivir.
Lectura Bíblica: Levítico 23:10-14
Lev 23 10-14
Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies, traeréis al sacerdote un omer por primicia de los primeros frutos de vuestra siega; El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos: el siguiente día del sábado lo mecerá el sacerdote. Y el día que ofrezcáis el omer, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Y su presente será dos décimas de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor suavísimo; y su libación de vino, la cuarta parte de un hin. Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en todas vuestras habitaciones.
Versículo para memorizar:
Y os habéis de contar desde el siguiente día del sábado, desde el día que ofrecisteis el Omer de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas será. Levítico 23:15
Material Exegético
La fiesta de las Semanas es una conmemoración que fue establecida en memoria de la data de la Ley (Éxodo 19:1, 10-11; Levítico 23:15, 16, 21). Esta fiesta tiene varios nombres, entre ellos; fiesta de la siega y de los primeros frutos (Éxodo 23:16). Es un tiempo en el que se recuerda a Dios como Conservador y proveedor.
La siega de la cebada comienza en el tiempo de la Pascua y la cosecha del trigo concluye durante la fiesta de la siega (Levítico 23:10). En este tiempo se llevaba el trigo hecho pan, tortas como manifestación de las bendiciones de Dios (Levítico 23:17). Aunque en esta fiesta se menciona la cosecha del trigo, esto no significa que su origen esté en las faenas agrícolas, sino en el acontecimiento histórico de la Data de la Ley.
Este acontecimiento tuvo lugar cuando Dios realizó, de forma oral, la data de la Ley al pueblo de Israel. Siguiendo las indicaciones que Dios le dio a Moisés podemos, de forma muy sencilla, ubicar la conmemoración de este importante suceso el mismo día en que celebramos la fiesta de la siega (Levítico 23:15).
Así mismo podemos establecer, por lo que dice Dios en su Santa Ley, que la fiesta de las Semanas no es de 50 días o de 49 días sino de un solo día como está establecido en Levítico 23:21. Lo mismo indica el libro de Hechos cuando dice: “Y como se cumplieron los días de Pentecostés…” (Hechos 2.1), entendemos claramente que las siete semanas se habían cumplido y el día en el que Pedro da su discurso era el día quincuagésimo, de ahí el término griego Pentecostés.
Esta fiesta está vigente hasta hoy, pues dejar de celebrarla equivaldría a dejar de reconocer a Dios como el dador de todo, incluyendo el Decálogo Divino. Por otro lado, al ignorar la celebración de esta fiesta también manifestaríamos que la Iglesia no fue bautizada con el espíritu Santo, pues ya hemos visto cómo la Iglesia primitiva, por la enseñanza de los apóstoles, celebraba esta gran solemnidad (Hechos 2:1).
Pero ¿por qué el Omnipotente decidió enviar su Santo Espíritu, en un día festivo que --supuestamente—había sido ya anulado en la cruz? Reflexionemos en este punto. Si el aniversario de la Ley (el Pentecostés) realmente murió junto con el Salvador, ¿por qué el Padre Celestial bautiza su remanente dentro de esa importante Solemnidad? Suponiendo –sin conceder—que nuestra fiesta expiró, ¿acaso el Todopoderoso no le está dando mayor realce a su festividad al entregarnos su Santo Espíritu en ese mismo día? ¿Será una mera coincidencia que los apóstoles y la Iglesia recibieran la prenda divina del cielo en el gran aniversario de la Ley? Algunos religiosos dicen que fue coincidencia que en el mismo día en que se celebraba la fiesta de las Semanas fuera derramado el Espíritu Santo de Nuestro Dios, ¡¡¡bendita coincidencia!!! Porque ahora recordamos cuando fue dada la Ley y el derramamiento del espíritu Santo (Levítico 23:15-16, 21; Joel 2:28; Hechos 2:1).
Es necesario recordar a Dios por las grandes dádivas con que nos ha bendecido, entre ellas, la Ley de los Diez Mandamientos, que es un medio para la regeneración del hombre (1 Timoteo 1:8-10) y después su Espíritu Santo, con el cual la Ley es escrita en el corazón de los hombres (Ezequiel 36:26-27).
A través de una revisión superficial de la Palabra de Dios, alguien podría decir que Jesús no celebró esta fiesta, pues en los evangelios no encontramos un registro explícito de su celebración; sin embargo, cabe la posibilidad de que en Lucas 6:1, se hable de esta fiesta: “Y aconteció que pasando él por lo sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos”. Es decir que en ese tiempo hubo dos sábados juntos, esto es posible cuando hay un sábado semanal y un sábado ceremonial o bien un sábado ceremonial y uno semanal. Seguramente la fiesta de las Semanas pudo haber caído en domingo o viernes ya que como evidencia se habla de que el trigo ya estaba en su apogeo, y los apóstoles del Señor Jesús restregaban las espigas. Los comentaristas dicen que era indudablemente trigo lo que ellos estaban restregando. Por lo tanto, podemos concluir que el Señor Jesús observó cada una de las fiestas de nuestro Dios.
El apóstol de los gentiles era un rabino educado en las leyes de Dios y su formación teológica le permitía tener en muy alta estima cada sábado solemne. Se comprende también, en Hechos 20:16, que el apóstol anhelaba estar con su gente, familia y hermanos creyentes para dorar al Padre en el Gran Memorial de la Ley de Dios. De paso, tendría una oportunidad magnifica para predicar las enseñanzas del Mesías a los de su nación.
Otro testimonio sobre la gran fiesta de Pentecostés lo tenemos en 1ª Corintios 16:8, que dice: “Empero estaré en Éfeso hasta Pentecostés”. El apóstol Pablo era judío y cada fecha sagrada era de suma importancia para él ¿Cómo un hombre con Espíritu divino podría menospreciar el Aniversario de la gloriosa Ley? Mantengamos ese Espíritu obediente a los mandamientos de Dios.
C u e s t i o n a r i o
1. ¿Por qué se instituyó la Fiesta de Pentecostés? Éxodo 19:1, 10, 11
2. ¿Cuántos días habían transcurrido desde la salida de Egipto hasta la data de la ley? Levítico 23:15, 16
3. ¿Qué se añadió al Pentecostés como gratitud de la data de la ley y que hizo permanente esta fiesta? Joel 2:28; Hechos 2:1
4. ¿Fue esta fiesta solamente para Israel? Hechos 2:1, 39? ¿Qué hacía la Iglesia de Dios cuando descendió El Espíritu Santo? Opine
5. Antiguamente ¿Qué se ofrecía el día de Pentecostés? Levítico 23:17
6. ¿En dónde identifica la Fiesta de las Semanas en los cuatro evangelios? Explique los dos sábados que se mencionan en Lucas 6:1
7. ¿Se celebró esta fiesta en la dispensación evangélica? Hechos 18:21, 20:16
8. ¿La Iglesia de Éfeso celebró Pentecostés? 1 Corintios 16:6-8
9. Si en la antigüedad en este día se ofrecían corderos y becerros, ¿podremos nosotros hacerlo hoy? Salmo 107:21, 22; Hebreos 13:15; 1ª Pedro 2:5