Riquezas espirituales en Cristo
Tiempos de Crisis • Sermon • Submitted
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· 2,618 viewsDe su infinita abundancia, Dios da tesoros espirituales a su pueblo. Éstos, mucho más valiosos que los bienes materiales, tienen que ser considerados con la más alta estima y ser buscados con gran avidez.
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Las riquezas de Dios
Las riquezas de Dios
Su sabiduría y conocimiento
Su sabiduría y conocimiento
¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos!
Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor?
¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo?
¿Y quién le ha entregado tanto
para que él tenga que devolvérselo?
Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén.
Su misericordia, amor y gracia
Su misericordia, amor y gracia
Ef 2:4; Ef 3:8
Ver también Ro 2:4; Ef 2:7
Sus riquezas en Jesucristo
Sus riquezas en Jesucristo
Quiero que ellos cobren ánimo y estén bien unidos con fuertes lazos de amor. Quiero que tengan la plena confianza de que entienden el misterioso plan de Dios, que es Cristo mismo. En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.
Ver también Flp 4:19; Col 1:27
Dios concede riquezas espirituales a los creyentes
Dios concede riquezas espirituales a los creyentes
Su preciosa Palabra
Su preciosa Palabra
Job 23:12; Sal 19:9–10; Sal 119:72; Sal 119:111; Sal 119:127
Una abundancia de cualidades espirituales
Una abundancia de cualidades espirituales
Aunque el Señor es muy grande y vive en el cielo
hará de Jerusalén el hogar de su justicia y rectitud.
En aquel día, él será tu cimiento seguro,
y te proveerá de una abundante reserva de salvación, sabiduría y conocimiento;
el temor del Señor será tu tesoro.
Ver también Pr 2:1–5; Pr 15:6; 2 Co 9:10–11; Ef 1:7–8; Col 2:2–3; Stg 2:5
Un evangelio glorioso
Un evangelio glorioso
Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.
Un reino costoso
Un reino costoso
Ver también
Ver también
»El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo.
»Además el reino del cielo es como un comerciante en busca de perlas de primera calidad. Cuando descubrió una perla de gran valor, vendió todas sus posesiones y la compró.
Una recompensa rica
Una recompensa rica
Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas viniste a refugiarte, te recompense abundantemente por lo que hiciste.
Ver también 1 Sm 26:23; Sal 18:20; Pr 25:21–22; Col 3:24; He 10:35
Una herencia celestial
Una herencia celestial
»Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo.
Ver también Ef 1:13–14; Ef 1:18; Col 1:12; Col 3:24; 1 P 1:4
Los cristianos y las riquezas espirituales
Los cristianos y las riquezas espirituales
Los cristianos necesitan apreciar sus riquezas espirituales
Los cristianos necesitan apreciar sus riquezas espirituales
Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento.
Ver también Ef 1:18; Ap 2:9
Los cristianos necesitan guardar tesoros en el cielo
Los cristianos necesitan guardar tesoros en el cielo
»Vendan sus posesiones y den a los que pasan necesidad. ¡Eso almacenará tesoros para ustedes en el cielo! Y las bolsas celestiales nunca se ponen viejas ni se agujerean. El tesoro de ustedes estará seguro; ningún ladrón podrá robarlo y ninguna polilla, destruirlo.
Ver también Mt 6:20; Lc 12:20–21; 1 Ti 6:19; He 11:26; Ap 3:18