Sermón sin título

Analogía de Pertenencia

Romanos 7:1–4 RVR95BTO

1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (hablo con los que conocen de leyes), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive? 2 La mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley que la unía a su marido. 3 Así que, si en vida del marido se une a otro hombre, será llamada adúltera; pero si su marido muere, es libre de esa ley, de tal manera que si se une a otro marido, no será adúltera. 4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.

Pablo esta hablando a personas conocedoras de la Ley. O cristianos que eran judíos o gentiles que conocían la Ley.

Quiere conectar nuestra experiencia como creyentes en Jesucristo con la ley del matrimonio de la Torah.

El resumen es que la mujer esta atada a su marido mientras este vive, de lo contrario es declarada adultera.

Cristo, al morir bajo la Ley y en nuestro lugar se convierte en la expiación de nuestros pecados.

En ese sentido nosotros morimos a la esclavitud de la Ley y en la resurrección de Cristo ya no pertenecemos mas a ella y entonces venimos a ser de Cristo.

Romanos 7:5–6 RVA

5 Porque mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por medio de la ley actuaban en nuestros miembros, a fin de llevar fruto para muerte. 6 Pero ahora, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, hemos sido liberados de la ley, para que sirvamos en lo nuevo del Espíritu y no en lo antiguo de la letra.

Aquí Pablo comienza a hacer un contraste entre la vida antes de conocer a Jesucristo como Salvador y lo nuevo bajo la gracia.

El pecado hacia que nuestra pasada manera de vivir fuera vergonzosa y hasta nos llevaba a la muerte.

Mayormente a la muerte espiritual.

El fruto, el resultado de esa manera de vivir solo producía resultados (frutos) que llevaban a la muerte.

Cosa que si bien la Ley señalaba no podía resolver.

El fin de esta liberación que tuvimos de la Ley no nos da licencia para vivir por la libre.

La Ley nos sujetaba y condenaba y hemos sido hecho libres de la misma.

“Para servir en lo nuevo del Espíritu.” No en lo antiguo de la letra.”

El genuino arrepentimiento nos lleva a vivir bajo el control y guianza del Espíritu Santo es lo que nos dice aquí.

El Conflicto Interior con el Pecado