Esperanza Viva
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· 31 viewsTenemos una herencia segura, por eso permanece
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El siglo XXI como cada siglo, ha traído dolor por la violencia, guerras, delincuencia, terrorismo, terremotos, erupciones, inundaciones, tempestades, huracanes, enfermedades, pandemias, sequías y agregamos sueños perdidos, fracasos no olvidados, familias destruidas, son tiempos difíciles. Hoy estudiaremos cómo Pedro cumple el encargo que el Señor Jesús le da: [1]
“pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que…fortalezcas a tus hermanos».” (Lucas 22:32, NTV)
Pedro ve el sufrimiento de sus hermanos y les envía una carta, en que les habla de las tribulaciones y las pruebas, y les da la perspectiva que debe dominar ese proceso.
“Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aun cuando tengan que soportar muchas pruebas por un tiempo breve.” (1 Pedro 1:6, NTV)
Como cristiano tienes una esperanza que debe alegrarte y animarte a vivir con valentía, es una esperanza fundada en SU promesa. Claro que no es fácil ser optimista y estar alegre en pandemia, queremos decirle a Pedro ¿cómo? ¿de qué hablas? Y ¿por qué Pedro dice que es posible? Nos da sus razones, su respuesta está vinculada al verso 4 y 5.
“y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean.” (1 Pedro 1:4–5, NTV)
¿Acaso no es motivo de alegría? Sabiendo lo que nos espera, cualquier sufrimiento será poco, comparado con la herencia y eternidad. La alegría que viviremos hace que la tristeza presente tenga otra perspectiva.
Una vez más, en la aflicción el cuerpo sufre, pero el espíritu permanece firme al saber de la herencia y salvación. Como vimos con Job, el gozo y la pena pueden coexistir en el cristiano.
Pasar por las pruebas fortalece la fe o la destruye; el problema del sufrimiento siempre será un enigma emocional igual que la salvación y la vida eterna en el Reino es un enigma, no sabemos cómo será, pero porque Jesús resucitó, sabemos que ¡sí será!
Pedro dice: ¡saben que son salvos! ¡Jesús vendrá otra vez! ¡tienen vida eterna! Practiquen esto que saben que es verdad, mucho más en el momento de la tribulación. El conocimiento por sí solo no produce gozo, cuando ese conocimiento se pone en práctica se convierte en fe y esa fe te libera del temor al enfrentar las dificultades.
La soberanía de Dios no deja de lado nuestra responsabilidad de poner la fe en práctica y de ser prudentes y cuidadosos. En este acto la doctrina se convierte en vida práctica. Lo que aprendemos cada semana se debe convertir en una experiencia real durante la semana.
“Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe.” (1 Juan 5:4, NTV)
enfatiza el gozo que no depende de las circunstancias sino en la seguridad eterna. Santiago dice:
“Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho” (Santiago 1:2, NTV)
Esto no es un llamado al masoquismo, estoicismo o negación, sino a fortalecer nuestra fe, porque nuestra esperanza viva es nuestro Señor Jesucristo resucitado.
“…aun cuando tengan que soportar...” (1 Pedro 1:6, NTV)
Dios sólo permite las pruebas necesarias; no desea que suframos sin propósito, todo es para nuestro bien o crecimiento. Como que esa es la escuela de Dios, donde forja a sus hijos. Una aclaración, este sufrimiento no es para ser salvos, sino para cumplir SU voluntad aquí en la tierra. El apóstol Pablo lo dijo así:
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.” (Romanos 8:28, NTV)
El sufrimiento refina nuestra fe o endurece el corazón.
Sabemos que Dios no tienta a nadie, pero sí prueba al creyente; las pruebas no son las mismas para todos, no tomes un sufrimiento que no es tuyo, no te impongas una cruz, toma sólo la Jesús te dé, es Su Cruz.
“…aun cuando tengan que soportar muchas pruebas por un tiempo breve.” (1 Pedro 1:6, NTV)
Pablo también usa esa frase.
“Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo…” (2 Corintios 4:17, NTV)
Para quien está en tribulación el tiempo parece demasiado y hay quienes sufren toda la vida, pero es Dios quien sabe cuánto podemos soportar. En el sufrimiento se define nuestra perspectiva de la vida y del tiempo. De los 365 días del año ¿cuántos estuviste enfermo en cama? ¿60, 30? Los que hayan sido, seguro parecieron como 100, pero fueron 20; ahora compara 20 días con 100 sin enfermedad ni dolor o con 100 años ¡esa es la perspectiva divina!
¿Qué ingredientes lleva el pastel? Harina, polvo de hornear, huevo, mantequilla, algunos de esos por sí solos son desagradables, pero juntos son delicioso. Algunas experiencias son desagradables, otras amargas, otras dulces, pero todas contribuyen para un cristiano hermoso al salir del horno.
Pedro sabe que las pruebas son pesadas, él vivió el sufrimiento de su maestro de forma entre salvaje y cobarde; quizá recuerda la vergüenza de negarlo; años después vivió los azotes, las amenazas del concilio, la cárcel, sufrió por Jesucristo y aprendió a ver todo desde la perspectiva de la eternidad, por eso anima a sus lectores y te anima a ti y a mí.
Por supuesto que anhelamos que las pruebas o tribulación terminen y vivir tranquilos, pero Dios no promete eso, es más en toda la Biblia vemos que las dificultades son normales, sólo quienes se adelantaron en el camino han dejado de sufrir y disfrutan esto que nosotros solo imaginamos. Mientras, en la tierra, el dolor y sufrimiento es para todos, nadie escapa de esa realidad.
Cuando dice “Muchas pruebas” literalmente dice “de muchos colores”, Pedro usa solo otra vez la misma palabra y lo hace al describir la gracia de Dios.
“Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes...” (1 Pedro 4:10, NTV)
La tribulación tiene muchos colores, el sufrimiento es muy variado y Pedro nos dice ¡también la gracia de Dios! Hay una gracia para cada tribulación, no hay sufrimiento que no le toque SU Gracia. Es verdad que somos librados de muchas tribulaciones, pero eso no quiere decir que por automático ganaremos todas.
La palabra prueba es la que se usa para describir a nuestro Señor Jesús en el Getsemaní:
“…comenzó a afligirse y angustiarse.” (Mateo 26:37, NTV)
Las tribulaciones son dolorosas, negarlo sólo empeora el dolor. Como cristianos aceptamos que hay experiencias difíciles y no son fáciles, no fingimos para aparentar “espiritualidad”, porque sabemos que Dios tiene el control y no durará para siempre, cuando Dios permite que sus hijos pasen por el horno, en una mano tiene el reloj y en otra el termostato.
Aclaro que esto no es un evangelio del sufrimiento, pues la muerte y el dolor son consecuencias de la desobediencia de Adán y Eva y la nuestra, pero no te acostumbres a sufrir ¡pelea! Haz lo que tengas que hacer para estar saludable y bien en todas las áreas.
“ Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro ...” (1 Pedro 1:7, NTV)
La idea de purificación como el oro, deriva del AT.
“»Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro.” (Job 23:10, NTV)
Todo lo que Dios planea o permite en sus hijos es preparación para ser mejores en esta vida. Es como una escuela en la que Dios nos prepara para Sus buenas obras.
“…aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro...” (1 Pedro 1:7, NTV)
Las pruebas abrillantan nuestra fe como el oro; pero la fe es de mucho más valor que el oro. Ningún orfebre desperdicia a propósito algo de oro, el encargado de acrisolar calienta el oro hasta hacerlo líquido, poco a poco la escoria sube a la superficie y con cuidado y paciencia quita todo lo que flota. Dicen que cuando podía ver su propia imagen era señal que el oro era lo más puro. Así nuestro Señor nos mantiene en el horno hasta que reflejamos la gloria y belleza de Jesucristo.
Esa gloria que se verá en todo su esplendor cuando Cristo regrese.
“Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento. Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.” (Romanos 8:17–18, NTV)
Pedro vio y vivió el sufrimiento por eso puede unir gozo con sufrimiento. Aunque esto no hará más fácil la tribulación, nos permitirá estar con entereza y eso no es algo que puedas fingir. En esta pandemia muchos se acercan a Dios con la idea que les conceda un milagro y cuando Dios no lo hace se alejan revelando que nunca lo hicieron su Señor. Son como la semilla de Mateo que cayó en terreno poco profundo y al salir el sol, murió. La fe Real permanece en todo tiempo como con Job.
“»Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro.” (Job 23:10, NTV)
En toda la carta vemos que hemos nacido para Su gloria, somos guardados para la gloria y estamos siendo preparados para la gloria que nada ni nadie puede arrebatarnos. [2]La tribulación revela la debilidad y el carácter se transforma, porque las pruebas nos obligan a acercarnos al Señor y depender más de ÉL. [3]
“…Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.” (1 Pedro 1:7, NTV)
Cuando Jesucristo sea revelado, los que permanezcan recibirán alabanza, gloria y honor; entonces todo habrá valido la pena, al escuchar a Jesús decir a todos sus siervos ¡bien hecho! [4]
Cuando estás dispuesto a pasar por una cirugía o tratamiento doloroso, lo haces porque esperas recuperar la salud al otro lado de la cirugía o tratamiento, estás dispuesto a sufrir en función de lo que esperas ¿qué espera el cristiano?
Después de la crisis la fe siempre sale fortalecida, porque las pruebas o tribulaciones no están diseñadas para agotar nuestra resistencia sino para aumentar tu fe y la de tus cercanos.
Tribulación en griego en esta parte es la palabra “dokimazomenou” que es probar con el propósito de aprobar. Como cuando juegas con tu hijo y lo obligas a esforzarse, pero al fin lo dejas ganar; así es la prueba, si estás siendo probado es porque ya eres aprobado. [5]
Soportas el sufrimiento porque tienes la certeza de una herencia[6], sabes lo que pasará al fin de la historia cuando el Hijo de Dios haga su aparición entre nosotros. [7]
La prueba de la fe demanda tiempo, una vez terminado el proceso el resultado es evidente ¡una fe fortalecida! Como la de Abraham cuando oyó al ángel:
“—¡No pongas tu mano sobre el muchacho! —dijo el ángel—. No le hagas ningún daño, porque ahora sé que de verdad temes a Dios. No me has negado ni siquiera a tu hijo, tú único hijo.” (Génesis 22:12, NTV)
Por la fe demostrada de Job, Dios le bendijo, es más duplicó sus posesiones.
“Así que el Señor bendijo a Job en la segunda mitad de su vida aún más que al principio...” (Job 42:12, NTV)
Mientras el oro con todo y lo precioso, eventualmente perece por uso o abuso la fe es perenne.
“Tres cosas durarán para siempre: la fe...” (1 Corintios 13:13, NTV)
Si el oro es probado ¡cuánto más la fe! Y esa fe que por ahora es certeza de lo que no se ve, en la eternidad ¡claro que podrás verlo! [8] Cuando soportas la tribulación por medio de la fe, Dios es honrado en tu vida y por medio de tu vida. [9]
Así que tenemos una esperanza segura, una herencia segura pero mientras ese día llega el proceso de refinamiento continúa, en esos momentos medita, espera, recuerda que tienes una herencia segura un hogar permanente al cual pertenecemos. [10]
“La recompensa por confiar en él será la salvación de sus almas.” (1 Pedro 1:9, NTV)
Palabra de Dios
Oremos
[1]Nicholson, R. S. (2010). Primera Epístola de Pedro. En Comentario Bíblico Beacon: Hebreos hasta Apocalipsis (Tomo 10) (pp. 273–276). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.
[2]Wiersbe, W. W. (2013). Esperanzados en Cristo: Estudio expositivo de la Primera Epístola de Pedro (pp. 12–19). Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente.
[3]Orth, S. (1991). Estudios Bı́blicos ELA: Remando contra la corriente (1ra Pedro) (pp. 16–23). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.
[4]Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (pp. 983–984). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.
[5] Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (2006). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento, tomo 4: Hebreos-Apocalipsis (pp. 91–93). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
[6]Ryken, L. (2020). Comentario Contextual Lexham del Nuevo Testamento (1 P 1:3–7). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.
[7]Robertson, A. T. (2003). Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento: Obra Completa (6 Tomos en 1) (pp. 655–656). Barcelona, España: Editorial Clie.
[8]Utley, B. (2015). Las Cartas de Pedro: El evangelio según Pedro: 1 y 2 Pedro. (P. Cabral & G. Ramos, Eds., W. E. M. Downs, Trad.) (1 P 1:2–7). Marshall, TX: Lecciones Bíblicas Internacional.
[9] Jamieson, R., Fausset, A. R., & Brown, D. (2002). Comentario exegético y explicativo de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento(pp. 690–692). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.
[10]Cevallos, J. C. (2006). Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas(pp. 315–318). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.