LA ADORACIÓN QUE DIOS ABORRECE

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INTRODUCCIÓN

Damos gracias al Señor nuestro Dios por este precioso día en el que podemos congregarnos, y venir aquí juntos a presentar este culto a Él.
Hoy, el Señor me da la oportunidad de preparar esta enseñanza acerca del titulo que en breve les compartiré en unos momentos. Para ser sincero con ustedes, es un tema sobre el cual soy el primer culpable. El hecho de compartir esta enseñanza hoy, no me hace ser a mí una persona más espiritual o sobre saliente. Al igual que todos, lo que hoy vamos a compartir, yo soy culpable y es mi propósito que hoy al terminar está enseñanza, podamos todos en esta iglesia local tener un corazón humillado ante la presencia de Dios para que cada reunión, cada culto, cada oración y cada alabanza, sea realmente agradable y acepta para el Señor.
Oremos hermanos antes de iniciar...
Hoy vamos a hablar acerca del profeta Isaías.
El título de la enseñanza es: “LA ADORACIÓN QUE DIOS ABORRECE”. Es un título duro para mí, porque lo que hoy compartiremos a la luz de las Escrituras, nos llevarán a entender mejor este título que le he dado al mensaje de hoy.
Antes de empezar a leer el capítulo 1, que es donde hoy vamos a estar, quiero hablarles un poco del profeta Isaías, y también el trasfondo cultural, social y político que estaba ocurriendo en ese momento. Esto nos ayudará a tener una mejor comprensión de lo que Dios hablo al pueblo por medio del profeta Isaías, e incluso nos daremos cuenta que nuestra sociedad actual, no está para nada distante de la sociedad de la época de Isaías.
Autor: este libro es escrito por el profeta Isaías directamente. Hay bastante evidencia interna y externa para sustentar esto, pero hoy no lo vamos a profundizar por cuestión de tiempo. El nombre Isaías significa: “YHWV es Salvación”.
Fecha: se escribe durante el reinado de tres reyes de Judá. Éstos son Uzías, Jotam, Acaz y Ezequias. Estamos hablando un periodo desde el 740 a.C hasta el 680 a.C. Su ministerio profético inicia aprox. en el 730 a.c cuando termina el reinado de Uzías.
Trasfondos de Isaías: podemos hablar brevemente de tres trasfondos en el libro de Isaías:
Políticamente: existía un dominio grande de los Asirios que estaban conquistando varios países y poblaciones. Recordemos que el reino del pueblo de Israel, en la época de Salomón, llego a ser uno de los reinos más grandes, cuando Salomón muere el reino se divide en dos: el Reino del norte y el reino del Sur, también llamado reino de Judá. Y es allí donde se encontraría Isaías durante su ministerio. Una vez los Asirios conquistaron y exiliaron al reino del norte en el año 721 a.C, 21 años después vendría el turno del reino del sur o de Judá. Egipto era el único reino que podría hacerle frente a los Asirios y desde ese tiempo empezaba a formarse el reino de Babilonia, que poco tiempo de después terminaría destruyendo a los Asirios, y finalmente conquistando al reino de Judá. Así que la situación política era bien difícil para ellos.
Socialmente: en los días de Isaías existían las clases rica y pobre, con el abismo acostumbrado entre ambas. Prevalecían los abusos, resentimientos, desasosiego, usura, el monopolio de la tierra, extorsión y desalojos. Los corruptos gobiernos de las ciudades y los jueces que recibían cohecho o sobrnos hacían miserable la vida para los pobres. El lujo y la holgazanería, junto con la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás, caracterizaban a los pudientes. La embriaguez cobraba su cuota usual y aumentaban la pobreza, el dolor y las desgracias.
Religiosamente: La religión pura estaba contaminada por costumbres supersticiosas del Oriente y por el repulsivo culto de Moloc (sacrificio a los niños). No había una buena moral y las normas éticas eran bajas. Los profetas comunes estaban demasiado ocupados con las bebidas fuertes para prestar atención al bienestar espiritual del pueblo. Y aunque hubieran querido ayudarle, carecían de todo mensaje de verdad y poder. Las mujeres eran rudas, sensuales, bebedoras, glotonas y abandonadas. Los ingresos del templo habían aumentado, pero había un divorcio evidente entre la religión y la vida. La devoción religiosa era sólo algo formal que se recibía de segunda mano de aquellos que estaban desprovistos del verdadero entendimiento de Dios y sus exigencias. Se le rendía a Dios un culto sin corazón y que estaba contaminado por la adoración de otros dioses, y la tierra estaba llena de ídolos ante los cuales ricos y pobres se postraban por igual. Había adivinación y agoreros. Toda la vida nacional estaba impregnada de un orgullo y una autocomplacencia que llevaban al pueblo a olvidar toda dependencia de Dios. Isaías deploraba el mecanismo del mero ritual y abogaba por un retorno al culto sincero y espontáneo.
Ahora compartiendo este breve trasfondo, vamos a leer nuestra porción de hoy. Y vamos a dividir nuestra enseñanza de hoy en tres secciones importantes:
Las Causas por las cuales Dios aborrece nuestra Adoración (Is 1-4; 21-23):
La Reacción de Dios precedida por las Causas (Is 1.10-15):
El Llamado de Dios al Arrepentimiento con esperanza para Su pueblo (Is 1.16-20):
Ahora, si bien este mensaje está dirigido al pueblo de Dios, es decir, los miembros que hacen parte de la iglesia de Cristo, no quiere decir que aquellas personas que aún no creen en Cristo, este mensaje no tenga nada que ver con ellos. No es así. Por el contrario, este mensaje va a hablar también a los no creyentes, para que puedan tener una idea correcta de quién es Dios, y cuál es la adoración que Él rechaza, y al conocer esto, puedan acercarse a Dios para conocerle y adorarle de la manera que a Dios le agrada.
Vamos a empezar con la primera parte...

I. LAS CAUSAS POR LAS CUALES DIOS ABORRECE NUESTRA ADORACIÓN:

Isaías 1:1–4 LBLA
1 Visión que tuvo Isaías, hijo de Amoz, concerniente a Judá y Jerusalén, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. 2 Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el Señor habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí. 3 El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de malvados, hijos corrompidos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han apartado de Él.
Las causas por las que Dios aborrece la adoración de Su pueblo vienen gracias a una visión que Dios trae al profeta Isaías. Como lo compartí en la introducción, esto sucede en el reinado de estos tres reyes de Judá. Isaías tuvo que ver cómo Dios hablo a Su pueblo, le encomienda un ministerio donde lamentablemente nadie le iba a escuchar ni tampoco a ver porque sus corazones serían endurecidos.
Ahora, podemos ver que la primera causa por la que Dios aborrece la adoración de Su pueblo es:

1. Rebelión contra Dios:

Lo leemos de nuevo en vv. 2
Isaías 1:2 LBLA
2 Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el Señor habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí.
Esa palabra rebelado, quiere decir actuar en oposición organizada en contra de la autoridad, en este caso de Dios.
Aquí el Señor nos está diciendo que Él es nuestro PADRE, quién no crió y nos ha hecho crecer. Pensemos por un momento todo lo que Dios ha hecho por nosotros desde que nacimos. Nos puso en una familia, con o sin padres, nos dio todo lo necesario para crecer con sustento…
Así que le debemos a Él todo. Pero nosotros no quisimos vivir bajo SU autoridad, decidimos rebelarnos contra Él.

Hay dos etapas de rebelión. Primero, todo el proceso de rebelión tiene la mira puesta en la independencia o la autonomía

Segundo, la autonomía es el resultado final de la rebelión

La segunda causa por la que Dios aborrece nuestra adoración es...

2. Porque No lo conocemos, no tenemos entendimiento de quién Él es:

Leamos el vv. 3
Isaías 1:3 LBLA
3 El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.
Noten la comparación que Dios nos hace. Un ser vivo como un animal, que no tiene un razonamiento lógico como el del hombre, que no fue hecho a imagen y semejanza de Dios, tiene un mejor conocimiento y entendimiento de quién es su amo, pero nosotros que nos llamamos el pueblo de Dios, nosotros que decimos ser cristianos, no tenemos ese conocimiento y entendimiento de quién es Dios.
Esto es muy triste hermanos, porque…
Es notable ver que tenemos que estar detrás de los hermanos para que estudien, para que a veces participen en un discipulado, para que hagan un curso de Emmaus, para que estudien Fiel, para que estén en una reunión de ministerio. No queremos sacrificar tiempo para conocer a Dios. No queremos comprender en nuestra mente y corazón quién Él es.
Esto hace que Dios aborrezca nuestra adoración. Y hablo aquí a quienes sabiendo esto, es decir, que de manera intencional no se esfuerzan en dedicar tiempo a leer, meditar y estudiar las Escrituras para conocer más y más a Dios, deciden más bien dedicar ese tiempo a sus propios placeres, o poniendo por encima otras cosas y personas que al Señor.
La tercera razón por la que Dios rechaza nuestra adoración es...

3. Porque hemos Abandonado, Despreciado y nos hemos Apartado del Señor:

Leamos vv 4:
Isaías 1:4 LBLA
4 ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de malvados, hijos corrompidos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han apartado de Él.
¿Alguno aquí ha experimentado el abandono intencional de un ser amado?
Tal vez alguien creció sin su padre, o su madre, tal vez alguien lo dejo su esposo o esposa. Tal vez alguien lo abandono un amigo, o un hermano. Abandonar quiere decir cuando alguien nos deja atrás de forma intencional.
Esto es lo que nosotros hacemos muchas veces con el Señor...
¿Alguno ha sido despreciado aquí?
Claro que sí. Despreciar significa rechazar, sentir una aberción por alguien. No lo han hecho a nosotros, y nosotros lo hemos hecho muchas veces con los demás, pero en este caso con Dios también.
Y también nos hemos apartado de Dios muchas veces. Apartado, quiere decir estar lejos de un entorno o de un ambiente.
Nosotros hemos hecho estas tres cosas, y causa que Dios nos aborrezca nuestra adoración.
Pero a demás de esto, el profeta dice también en los vv. 21-13 otras causas por las cuales rechaza nuestra adoración.
La cuarta causa por la que Dios aborrece nuestra adoración es...

4. Porque Somos como una Ramera:

Isaías 1:21–22 LBLA
21 ¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel, la que estaba llena de justicia! Moraba en ella la rectitud, mas ahora, asesinos. 22 Tu plata se ha vuelto escoria, tu vino está mezclado con agua.
Que duro es esto hermanos...
La quinta razón es también porque...

5. Somos indiferentes ante los más desamparados:

Miremos lo que dice el vv. 23:
Isaías 1:23 LBLA
23 Tus gobernantes son rebeldes y compañeros de ladrones; cada uno ama el soborno y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
El pueblo se había…
Ahora, todo esto trae una fuerte reacción de parte de Dios. Vimos estas cinco causas que Dios menciona en los versículos que leísmo, ahora veremos la reacción de Dios que es precedida por las causas mencionadas.
Esta es la segunda parte de nuestro mensaje...

II. LA REACCIÓN DE DIOS PRECEDIDA POR LAS CAUSAS:

La primera reacción de Dios es que:

1. El Señor está Harto de nuestros sacrificios presentados:

Isaías 1:10–12 LBLA
10 Oíd la palabra del Señor, gobernantes de Sodoma; escuchad la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: 11 ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? —dice el Señor. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. 12 Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?
Que duras palabras…
La segunda reacción es que el Señor...

2. El Señor ya no tolera más nuestras Reuniones:

Miremos lo que dice vv. 13
Isaías 1:13 LBLA
13 No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea solemne!
La tercera reacción del Señor es...

3. Esta cansado de nuestras reuniones:

Isaías 1:14 LBLA
14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas.
La cuarta reacción es que el Señor...

4. No escuchará nuestras oraciones:

Isaías 1:15 LBLA
15 Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.
Pero Dios mis amados hermanos, no solo nos dice estas cosas, sino también nos llama ahora al arrepentimiento. Este el tercer punto principal de nuestro mensaje de hoy...

III. EL LLAMADO DE DIOS AL ARREPENTIMIENTO CON ESPERANZA PARA SU PUEBLO:

Lo primero que Dios quiere de nosotros es que:

1. Limpiemos nuestra vida y paremos de hacer el mal en contra de Él y de nuestro prójimo:

Isaías 1:16 LBLA
16 Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal,
Lo segundo que nos pide en arrepentimiento es que...

2. Aprendamos y busquemos hacer el bien y la justicia:

Isaías 1:17 LBLA
17 aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda.
¿Cómo lo podemos hacer?
Lo tercero que el Señor no pide es…

3. Nos volvamos a Él de todo corazón:

Isaías 1:18 LBLA
18 Venid ahora, y razonemos —dice el Señor— aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.
Y finalmente Él nos da...

4. Una promesa de Esperanza y perdón:

Isaías 1:19–20 LBLA
19 Si queréis y obedecéis, comeréis lo mejor de la tierra; 20 pero si rehusáis y os rebeláis, por la espada seréis devorados. Ciertamente, la boca del Señor ha hablado.
Así que ir concluyendo hermanos…

CONCLUSIÓN:

Recordemos los puntos que vimos:
Las Causas por las cuales Dios aborrece nuestra Adoración (Is 1-4; 21-23):
Rebelión contra Dios
No Conocemos a Dios.
Lo hemos Abandonado
Nos hemos prostituido/adulterado
Somos indiferentes ante los más necesitados
La Reacción de Dios precedida por las Causas (Is 1.10-15):
El Señor está harto
ÉL ya no tolera más
El Llamado de Dios al Arrepentimiento con esperanza para Su pueblo (Is 1.16-20):
Quiero cerrar con está ilustración.

Hola amigos les presento a «YO».

Éste es el más de más de nuestras vidas… siempre que estamos solos…… ¡Naturalmente!

YO es el único que nos acompaña, cuando necesitamos ayuda.

YO nos dice que con él es suficiente… si estamos cansados.

YO nos dice lo que podemos y debemos dar y si no es así él también nos apoya en la decisión de terminar allí… si nuestro mundo se nos viene encima.

YO nos dice que solos podemos salir adelante… y se va.

Nuestra autosuficiencia se acaba cuando nos damos cuenta de que no hay nadie más que…

YO… nuestro egoísmo se marchita cuando los demás hacen lo mismo con nosotros… Nuestro egocentrismo se quebranta cuando Dios saca el mundo de nuestros hombros…

«YO» no es un buen amigo… el mejor amigo es CRISTO…

YO decepciona tanto o más que cualquier persona. Te marchita por dentro si falla, te deprime si tropieza… no confíes en «YO»… confía en JESÚS…

«el hombre que confía en su propia prudencia se perderá, más el hombre que confía en Jehová serán enderezados sus caminos»…

¡No lo olvides, tu YO no es de fiar!

Leamos las Escrituras: «Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre» (Sal. 125:1).

a. «Si no fuésemos orgullosos no nos doleríamos del orgullo de los demás» (La Rochefoucauld).

Palabras de cierre y oración al Señor.
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