LA ADORACIÓN QUE DIOS ABORRECE
INTRODUCCIÓN
I. LAS CAUSAS POR LAS CUALES DIOS ABORRECE NUESTRA ADORACIÓN:
1. Rebelión contra Dios:
Hay dos etapas de rebelión. Primero, todo el proceso de rebelión tiene la mira puesta en la independencia o la autonomía
Segundo, la autonomía es el resultado final de la rebelión
2. Porque No lo conocemos, no tenemos entendimiento de quién Él es:
3. Porque hemos Abandonado, Despreciado y nos hemos Apartado del Señor:
4. Porque Somos como una Ramera:
5. Somos indiferentes ante los más desamparados:
II. LA REACCIÓN DE DIOS PRECEDIDA POR LAS CAUSAS:
1. El Señor está Harto de nuestros sacrificios presentados:
2. El Señor ya no tolera más nuestras Reuniones:
3. Esta cansado de nuestras reuniones:
4. No escuchará nuestras oraciones:
III. EL LLAMADO DE DIOS AL ARREPENTIMIENTO CON ESPERANZA PARA SU PUEBLO:
1. Limpiemos nuestra vida y paremos de hacer el mal en contra de Él y de nuestro prójimo:
2. Aprendamos y busquemos hacer el bien y la justicia:
3. Nos volvamos a Él de todo corazón:
4. Una promesa de Esperanza y perdón:
CONCLUSIÓN:
Hola amigos les presento a «YO».
Éste es el más de más de nuestras vidas… siempre que estamos solos…… ¡Naturalmente!
YO es el único que nos acompaña, cuando necesitamos ayuda.
YO nos dice que con él es suficiente… si estamos cansados.
YO nos dice lo que podemos y debemos dar y si no es así él también nos apoya en la decisión de terminar allí… si nuestro mundo se nos viene encima.
YO nos dice que solos podemos salir adelante… y se va.
Nuestra autosuficiencia se acaba cuando nos damos cuenta de que no hay nadie más que…
YO… nuestro egoísmo se marchita cuando los demás hacen lo mismo con nosotros… Nuestro egocentrismo se quebranta cuando Dios saca el mundo de nuestros hombros…
«YO» no es un buen amigo… el mejor amigo es CRISTO…
YO decepciona tanto o más que cualquier persona. Te marchita por dentro si falla, te deprime si tropieza… no confíes en «YO»… confía en JESÚS…
«el hombre que confía en su propia prudencia se perderá, más el hombre que confía en Jehová serán enderezados sus caminos»…
¡No lo olvides, tu YO no es de fiar!
Leamos las Escrituras: «Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre» (Sal. 125:1).
a. «Si no fuésemos orgullosos no nos doleríamos del orgullo de los demás» (La Rochefoucauld).