El secreto de Asa

2 Crónicas 14:2–8

2 E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová su Dios. 3 Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; 4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. 5 Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado. 6 Y edificó ciudades fortificadas en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos; porque Jehová le había dado paz. 7 Dijo, por tanto, a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es nuestra; porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron, pues, y fueron prosperados. 8 Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que traían escudos y entesaban arcos, todos hombres diestros.

Introducción

Israel es un referente del trato de Dios con su pueblo, por un lado la dureza de corazón del hombre y por otro la paciencia y la misericordia de Dios.

Asá fue el quinto rey de la linea de David, y el tercer rey de Judá después de la división del reino.

Procuró hacer lo correcto delante de Dios por lo que alcanzó victoria sobre sus enemigos y prosperidad.

Después que Salomón fuera contaminado por las mujeres extranjeras, Israel caía cada vez mas en la idolatría y paganismo.

Asá realizó tres acciones para retornar al pueblo en los caminos de Dios.

Purificación

3 Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; 4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. 5 Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado. 2 Crónicas 14:3–5.

El primer paso para la victoria espiritual es la santificación.

Arrancar de raíz todo pecado, no consentir ninguno sino renunciar totalmente. Asa destruyó las imágenes y los lugares de adoración para que el pueblo no los tuviera al alcance y reincidir en el pecado.

Asá realizó una limpieza espiritual, echó fuera el pecado y restauró el culto a Dios.

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. Mateo 23:25–26.

Lo único que puede limpiarte es la Sangre de Cristo. pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7.

Edificación

Dijo, por tanto, a Judá: Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es nuestra; porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. Edificaron, pues, y fueron prosperados. 2 Crónicas 14:7.

Luego de la limpieza Asá edificó Judá, levantó muros, construyó torres, reforzó puertas.

Así podía mantenerse resguardado de los ataques del enemigo.

Una vez limpio debes edificar tu vida para que no tenga oportunidad el enemigo de contaminarte.

Este es el testimonio que tenía la iglesia primitiva: Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo. Hechos 9:31.

Para la iglesia la edificación es madurar en el evangelio, guardar la santidad y el celo por el Señor.

La edificación personal se logra en unidad como iglesia, esa es la razón por la que nos congregamos, para ser edificados mutuamente en la alabanza y en la Palabra.

Si tu vida es edificada evitarás que tu vida vuelva a ensuciarse de pecado.

Vigilancia

Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que traían escudos y entesaban arcos, todos hombres diestros. 2 Crónicas 14:8.

Asá no se conformó a que Judá fuese edificado, pues si se descuidaba el enemigo encontraría la forma de atravesar sus murallas.

También formó un ejercito que vigilara constantemente por las torres y las murallas.

Acompañado de la edificación debe ir la oración, pues el enemigo es muy astuto y puede encontrar espacios donde atacarnos.

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8.

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; Efesios 6:18.

Conclusión

Porque los habitantes de Judá se volvieron a Dios tuvieron paz durante mucho tiempo, pero no significó que nunca tuvieran que enfrentar al enemigo.

Los Etíopes los atacaron con un ejercito que los superaba al doble. Pero clamaron a Dios y sus enemigos fueron destruidos.

Santifícate, limpia tu alma.

Edifica tu vida cada día con la Palabra de Dios.

Mantente vigilando en oración.

Cuando el enemigo venga contra ti estarás preparado física, mental y espiritualmente para hacerle frente y el Señor te dará la victoria.