Un Sermón acerca del Nuevo Pacto

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Introducción:
La declaración de fe de la Iglesia Evangélica y Reformada de Honduras contiene las creencias fundamentales sobre las cuales descansa nuestra vida cristiana.
Estamos estudiando cada uno de los 14 puntos que la componen, con lo cual estaremos reafirmando nuestras convicciones en este año que conmemoramos 100 años del inicio de la obra de la Iglesia Evangélica y Reformada en Honduras.
El octavo punto a tratar de la declaración de fe es:

Lo que Creemos acerca del Nuevo Pacto

Creemos que el nuevo Pacto manifestado en el Nuevo Testamento procede del Antiguo Testamento o Pacto, el cual debe entenderse a la luz de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo y sus Apóstoles.
Hebreos 8:6–13 RVR60
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. 8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; 9 No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; 11 Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. 12 Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. 13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
En uno de los momentos mas importantes de su ministerio terrenal, cuando Jesús instituyo el Sacramento de la Santa Cena, presentó a sus discípulos ese nuevo pacto:
Lucas 22:20 RVR60
20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
¿Entiende usted completamente lo que Jesús quiso decir a sus discípulos?
Muchos cristianos ignoran la importancia de las palabras de Jesús acerca de lo que significaba este Nuevo Pacto.
Somos como muchas personas que firman un contrato pero no se detienen a revisar los beneficios y responsabilidades que este contiene. Así que, cuando tienen que pelear por sus derechos no los conocen, y se sorprenden cuando se les requiere por el cumplimiento de sus obligaciones.
Es importante señalar, antes de continuar con nuestra exposición, la existencia de dos posiciones teológicas con respecto a la manera como Dios ha trazado y revelado sus planes a través de la historia : La teología dispensacionalista y la teología de pactos. Por nuestras raíces de la reforma protestante del siglo XVI nuestra iglesia afirma en su declaración de fe, la teología del nuevo pacto.

Los pactos en la antigüedad.

Es importante saber que uno de los avances más significativos para nuestra comprensión de los pactos de Dios en la Biblia, tuvo lugar en la segunda mitad del siglo veinte. En esa época, muchos estudiosos empezaron a comparar los pactos bíblicos con un grupo de documentos antiguos del Cercano Oriente, llamados "Tratados Imperiales de Vasallaje”. Estos documentos eran tratados internacionales, entre naciones existentes, en la época del Antiguo Testamento.
En estos tratados, los emperadores o grandes reyes, administraban sus reinos a través de tratados con vasallos, o reyes menores que estaban bajo su autoridad.
Así que, tenemos evidencia, evidencia antigua, de que existían tratados antiguos en los cuáles un rey o un emperador hacía un acuerdo con ciertas personas que se convertían básicamente en sus sirvientes o vasallos y la relación entre ellos era definida por el soberano, el emperador, quien definía los términos que permitían mantener la relación. Les decía algo así: “Te ofreceré protección, te ofrezco prosperidad, te ofrezco identidad a cambio de que compartas conmigo una porción de tus cosechas, que me des tu alianza y que no formes alianzas con otros reyes o soberanos”. De cierta manera, era una relación de beneficio mutuo.
Vamos a tratar de desarrollar en los siguientes minutos los aspectos más relevantes de ella.

El significado del pacto en la Biblia.

Los pactos son relaciones que Dios establece con las personas basándose en sus promesas.
Los pactos son una serie de tratados o acuerdos que Dios ha hecho con su pueblo en diferentes etapas de su historia. Por lo general, contienen promesas que se cumplirán si el pueblo permanece fiel a él; pero incluso si no lo hacen, nunca serán abrogados completamente.
La Palabra Pacto es equivalente a la palabra Testamento tanto en Hebreo como Griego, cuando hablamos de la división de la Biblia en Antiguo y Nuevo Testamento nos estamos refiriendo entonces a Antiguo y Nuevo Pacto.
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. La palabra hebrea para pacto es siempre berith, que se deriva del verbo hebreo barah, cortar, Algunos, sin embargo, prefieren pensar que esto se deriva de la palabra asiria beritu, que significa «atar».
En el Nuevo Testamento la palabra berith es traducida como diatheke que denota una disposición última y consecuentemente un Testamento.
En el Antiguo Testamento son muy conocidos los pactos que Dios hizo con Adán y Eva, con Noe y sus descendientes, con Abraham y sus hijos, con Moisés y el pueblo de Israel y con David.
Génesis 9:8–9 RVR60
8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros;
Génesis 12:1–2 RVR60
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
En el Nuevo Testamento es introducido el Nuevo Pacto en Jesucristo. Una versión renovada de su único pacto con pecadores, un pacto con mejores promesas, basado en un sacrificio mejor, ofrecido por un sumo sacerdote mejor, en un santuario mejor, que garantiza una esperanza mejor, esto es una gloria sin fin con Dios en “una patria mejor, esto es, celestial”
Hebreos 11:16 RVR60
16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
Así que, si usted ha firmado ese Nuevo Pacto tenga la confianza que Dios lo cumplirá hasta el último punto.

Puntos importantes acerca de los pactos de Dios.

Al hablar de un pacto entre Dios y el hombre, uno debería reconocer que tal pacto no es uno entre partes iguales, sino que Dios como el más grande es el autor e instigador del pacto, mientras que el hombre el pecador es el beneficiario de la gracia de Dios al otorgar el pacto.
Cada Pacto tiene su representantes, como en la antigüedad los emperadores nombraban reyes vasallos que representaran los pueblos, Dios ha escogido a través de la historia representantes en sus pactos, Adán, Moisés, Abraham, David actuaron como tales de la humanidad y de Israel como nación según cada caso. El Nuevo Testamento identifica a Cristo como el representante del nuevo pacto, Cristo juega el papel central en la teología del Nuevo Testamento, porque Dios administra todas las dimensiones de la vida en el nuevo pacto a través de Cristo, como el representante de la iglesia.
Cada una de las normas establecidas para el desarrollo del pacto, respondía a expectativas de cada pacto, por lo que las normas establecidas para el nuevo pacto responden a las expectativas del cumplimiento del Nuevo Pacto en Jesús en sus tres etapas: Inauguración, primera venida de Cristo; continuación, en el desarrollo del pacto en la iglesia y; Consumación, en la segunda venida de Cristo, en donde se cumplirán todas las expectativas de su pacto. tal como fueron dadas por Jesús y los apóstoles.
La teología del Nuevo Testamento se basó en la teología del Antiguo Testamento. En esencia, la teología del Nuevo Testamento no era una fe nueva. Sino que los autores del Nuevo Testamento, aplicaron las enseñanzas del Antiguo Testamento, a la luz de la revelación de Dios en Cristo. Por esta razón, el Nuevo Testamento es relativamente corto. Éste, asumió la validez perdurable del Antiguo Testamento.

El nuevo pacto, ¿Como funciona?

Una vez más, comenzaremos con el contexto de los tratados imperiales de vasallaje del antiguo Cercano Oriente. En términos generales, estos tratados se centraban en tres características de las interacciones entre los reyes mayores y los menores. En primer lugar, los reyes mayores siempre decían mostrar benevolencia hacia sus vasallos. En segundo lugar, los reyes mayores también estipulaban las maneras en que sus vasallos, debían demostrar su lealtad. Y en tercer lugar, los reyes mayores dictaban las consecuencias de las bendiciones y las maldiciones, que los vasallos podían esperar por su obediencia o su desobediencia.
En este punto es importante reconocer que cada uno de estos aspecto solo es posible gracias a que estamos en Cristo y a nuestra unión con Cristo

Benevolencia Divina

En las Escrituras en el Antiguo y el Nuevo Testamento, encontramos que el Señor promete que él es bondadoso para toda la humanidad, buenos y malos, justos e injustos, aquellos que son hijos e hijas de Dios y aquellos que no lo son, de la siguiente manera. Primeramente, que no los destruye a todos de inmediato, pues todos somos pecadores, pero por su gracia nos permite vivir. Segundo también, él dice que él bendice con la lluvia venidera, la lluvia que hace que la tierra pueda producir buena comida para nosotros. Que las fincas de los malos reciben la misma lluvia que la lluvia para los justos. Él menciona que el mismo sol hace crecer las plantas y da vida a los justos y a los injustos. O sea que Dios es benevolente para todas las criaturas, buenas y malas. Y sobre todo que a ambos les da la oportunidad de reconocer quién él es. Nos dice que, por su misericordia, el Señor les da la oportunidad a aquellos o aquellas que ahora mismo están desviados del camino de Dios, que niegan su existencia aún. A ellos mismos el Señor es tan bueno y bondadoso, que les permite oportunidades tras oportunidades para que oigan el mensaje, para que puedan escuchar el mensaje, para que puedan estudiar la Palabra de Dios y así poder tener salvación. Él es bondadoso aun a aquellos que niegan su existencia. Y claro para los suyos, les hace la promesa que siempre estará con ellos y los bendecirá una vez por siempre.
– Dr. Alvin Padilla
Efesios 2:8–9 RVR60
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Pruebas de Lealtad

En la noche que fue traicionado, Jesucristo puso en marcha un nuevo pacto. Y como todos los pactos, éste involucra el intercambio de compromisos y obligaciones recíprocas. Y uno de nuestros principales compromisos en este maravilloso pacto es un compromiso con el señorío de Jesucristo, a la obediencia de su voluntad y sus caminos, a entregar nuestras espadas a su verdadero señorío y vivir de manera auténtica, tanto en la disposición de nuestros corazones como en la voluntad de seguir lo que Dios quiere para el mundo. Pero algo que es necesario añadir, es que el cumplimiento de nuestras obligaciones del pacto en el presente, es un cumplimiento que vivimos en el poder y la presencia del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo altera la disposición de esa obediencia y la actualiza muy por encima del simple deber para convertirse, en palabras de las Escrituras, en un pacto de gozo recíproco. Aquél que nos mira se deleita en nosotros y nosotros en él. Y eso nos da una idea de por qué el apóstol decía que el reino de Dios no es deber simplemente, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Algunos de los más grandes santos nos han dicho que esta obligación, que existe para ser fieles y leales a nuestro Señor, es una que cumplimos no a regañadientes, sino con entusiasmo, y con todo nuestro corazón pues él nos ha hecho suyos. Y encontramos a él y a sus caminos encantadores.
– Dr. Glen G. Scorgie

Consecuencias

En El Antiguo Testamento las consecuencias de la obediencia o desobediencia fueron cruciales, en Adán vemos la muerte como consecuencia de su desobediencia que maldijo toda la humanidad, en Noe su obediencia trajo la bendición a su familia, en Abraham su obediencia trajo la bendición de un Pueblo, En Moisés trajo bendición y maldición los que obedecieron en el desierto entraron a la tierra prometida y los que no perecieron en el desierto, En David su desobediencia trajo la maldición a su familia y la perdida del reino.
En el Nuevo Testamento se enfatiza el hecho que Jesús aunque no cometió pecado, como representante del Nuevo Pacto sufrió maldiciones por nosotros y bendiciones por cuanto pasó la prueba de lealtad, se levanto victorioso de la tumba y sentó a la diestra del Padre.
Filipenses 2:8–9 RVR60
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Nuestra unión con Cristo nos hace a nosotros también herederos de las bendiciones espirituales.
Efesios 1:3 RVR60
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Y el hecho que ahora Cristo esta en nosotros nos ayuda cuando estamos experimentando las bendiciones y maldiciones.
Lucas 12:45 RVR60
45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,
Pasajes como Lucas 12:45 y 46 y Romanos 2:4 y 5, explican que, para los creyentes falsos que se rebelan en contra de Dios, las bendiciones que reciben en esta vida, aumentarán las maldiciones eternas de Dios en el juicio final.
Y las dificultades y las maldiciones que padecen en esta vida, son una muestra de las maldiciones eternas, que recibirán cuando Cristo regrese.
Por el contrario, los verdaderos creyentes, también reciben tanto las bendiciones como las maldiciones en esta vida. Pero las bendiciones que reciben los verdaderos creyentes en esta vida, son una muestra de las bendiciones eternas que vendrán en la consumación del reino.
Y para verdaderos creyentes pasajes como Hebreos 12:1 al 11, nos dicen que las dificultades temporales o maldiciones, son en realidad disciplina y amor paternal de Dios. Estas dificultades, santifican y aumentan la bendición eterna que recibiremos cuando Cristo regrese.
BIbliografía
El Reino y el Pacto en Lección Tres: El Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento © 2017 Third Millennium Ministries
Sumario Teologico Lexham
Teología Sistematica Louis Berkhoff
Teología Concisa, Parker
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