Tu tristeza se convertira en alegria
Juan 16.16-24
Introduccion
Sin embargo, esta misma ausencia personal de Cristo no es motivo de tristeza para los hijos de este mundo. No lo fue para los judíos incrédulos, de eso podemos estar seguros. Cuando Cristo fue condenado y crucificado, se regocijaron y alegraron. Pensaban que habían acallado para siempre al que reprobaba sus pecados y su falsa enseñanza. Tampoco lo es para los irreflexivos y los malvados de nuestro tiempo. Cuanto más tiempo se mantenga Cristo alejado de esta Tierra, mejor. “No queremos que este Cristo reine sobre nosotros”, ese parece ser el sentir de este mundo. Su ausencia no les apesadumbra lo más mínimo. Su supuesta felicidad es perfecta sin Él. Quizá todo esto suene muy doloroso y sorprendente. ¿Pero hay algún lector reflexivo de la Biblia que lo niegue? El mundo no quiere que Cristo vuelva y considera que le va muy bien sin Él. ¡Qué terrible despertar se producirá dentro de poco!
Fijemos siempre los ojos de nuestra fe en esta Segunda Venida. No basta con que volvamos la vista atrás a la Cruz y nos gocemos en la muerte de Cristo por nuestros pecados y con que miremos hacia arriba a la diestra de Dios y nos gocemos en la intercesión de Cristo por todos los creyentes. Debemos mirar hacia delante, aguardar el regreso de Cristo del Cielo para bendecir a su pueblo y concluir la obra de la Redención. Será entonces y solo entonces cuando las oraciones de dieciocho siglos sean plenamente respondidas: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Es perfectamente comprensible que nuestro Señor diga que, en el día de la resurrección y de la reunión, nuestro corazón “se gozará”. “Estaremos satisfechos cuando despertemos a su semejanza”
Pedro ya no tendrá que preguntar, “¿A dónde vas?” (13:36); ni Tomás, “¿Cómo podemos saber el camino?” (14:5); ni Felipe, “Muéstranos el Padre”, (14:8); ni Judas el Mayor, “Señor, ¿qué ha sucedido que te manifestarás a nosotros y no al mundo?” (14:22); ni ninguno de ellos, “¿Qué quiere decir con: todavía un poco?” (16:18).