¿Quien es el hombre?
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Introducción:
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Esta es una hermosa declaración del propósito, naturaleza, función del ser humano, como fue creado por Dios, tal como es descrito de manera detallada en Genesis 1.26-31.
Una declaración de que somos una hermosa obra de DIos.
2. Una declaración de que somos creados bajo una hermosa relación con Dios.
3. Una hermosa declaración de que somos creados bajo la maravillosa bendición de Dios.
Pero, ¿Donde queda ese maravilloso estado humano?
3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes?
4 El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa.
Aquí se nos presenta la realidad del ser humano que ha pecado y que ha perdido esa relación que necesita ser restaurada. Es de allí, el clamor natural del hombre.
17 ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón,
18 Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?
19 ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu mirada, Y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva?
20 Si he pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me pones por blanco tuyo, Hasta convertirme en una carga para mí mismo?
21 ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no existiré.
Esa terrible condición también es descrita en el libro de Genesis 3.8-22.
Una terrible declaración de la obra de Dios dañada.
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
Pecado, verguenza, remordimiento, confusión, culpa, temor.
2. Una terrible declaración de una relación quebrantada.
10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
3. Una terrible declaración de la bendición perdida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Pero hay aquí dos versiculos que nos llenan de esperanza:
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.