Siguiendo Sus Pasos
Cristianos Verdaderos • Sermon • Submitted
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Introduccion
Introduccion
Al convertirnos en seguidores de Jesús, Él nos convierte en pescadores de hombres nos convierte en esas personas que buscan compartir la palabra a los que no conozcan de El
Marcos 1:17 (RVR60)
17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Cada uno de Nosotros al decidir seguir a Nuestro Señor Jesús, El nos transforma y nos guia y nos hace ser guiadores de otras personas también, porque es El quien nos lleva a que sigamos sus pasos y le imitemos
16 Por tanto, os ruego que me imitéis.
Como creyentes debemos llevar y demostra que la Palabra de Dios esta en todo aspecto de nuestras vidas ya que debe de morar en nuestros corazones, en nuestra mente la palabra de Dios debe de manar de ser demostrada en nuestras actitudes diarias
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Dios quiso que la educación de su pueblo esa fe fuera sincera, que la palabra estuviera grabada en los corazones de los suyos.
Esta palabra que escribió Moisés en deuteronomio lo vemos en Salmos
1 Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, 2 porque largura de días y años de vida y paz te añadirán. 3 La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.
Veamos que se refiere a Sus Hijos y esto nos deja ver que quiénes no son hijos se olvidan de sus enseñanzas y muchos ni siquiera la oyen mucho menos la guardan
Y aplicándolo como Padres tenemos la responsabilidad puesta a nosotros por parte de Dios de instruir a Nuestros Hijos de mostrar con nuestras dia a dia la relación que se tiene con Dios y como EL habla a nuestras vidas para ser guiados en su camino
tres mil quinientos años después de haberse dado este mandato al pueblo en efesios nos vuelve a recordar Nuestro Señor la importancia que tiene el llevarla por hecho no es solo conocerla sino hacerla efectiva en nuestras vidas
4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
“Criadlos en Disciplina y amonestación del Señor”
La disciplina en la vida del Cristianó es una constante ya que debemos de poner la palabra en nuestro corazón para que nuestros pensamientos esten ocupados Diariamente en ella, Que nuestros corazones sean llenos de la palabra de Dios.
No puede haber buenas costumbres en la vida, si no hay buenos pensamientos, buenos afectos y principios bíblicos en el corazón.
Debemos repetirle con frecuencia estas cosas. Sed cuidadosos y exactos en la enseñanza de nuestros hijos. Enseñando estas verdades a todos los que estén bajo vuestro cuidado en alguna manera, debemos hablar de estas cosas con la debida reverencia y seriedad para beneficio no sólo de nuestros hijos sino de nuestros amigos y compañeros. Usando toda ocasión para reflexionar con quienes nos rodean, no asuntos dudosos y discutibles, sino las claras verdades y leyes de Dios, y las cosas que corresponden a nuestra paz
Que nuestros ojos se fijen en la palabra de Dios, y la tengamos siempre en cuenta como guía de nuestro camino, como regla para nuestro trabajo
Que nuestra lengua sea usada con referencia a la palabra de Dios. Nada hará más por la prosperidad, y la conservación de la palabra de Dios en una nación que la buena educación de los hijos basada en lo dicho en su palabra.
¿ Que usas como guia para la educación de tus Hijos?
Debemos tener una Lectura frecuente, constante de la Palabra de Dios ya que EL fue quien mandó a su pueblo a que escribiera las palabras de la ley en sus paredes, y en rollos de pergamino que debían llevar colgando de sus muñecas. Esto era obligatorio al pie de la letra para los judíos, como es el plan para nosotros, saber, que por todos los medios debemos familiarizarnos con la palabra de Dios para aplicarla en todas las ocasiones en nuestro diario vivir, para prevenir el pecado y para guiarnos en el deber.
Nunca debemos avergonzarnos de nuestra Fe ni de reconocernos bajo su control y gobierno debemos seguir sus Pasos
y hacer que en nuestra Vida more la palabra de Dios en abundancia
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
la palabra de Cristo. Es decir, la palabra de Dios. Esta debe ser la fuente y base de nuestra sabiduría, enseñanza, amonestación y alabanza
La palabra de Cristo recibe el primer lugar: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros.” Leerla, proclamarla, explicarla, considerar sus implicaciones; todo esto debería formar la base de la adoración.
Pablo nos ha mostrado que la vida cristiana es “Cristo en nosotros”. Sin embargo, en:
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
la presencia de Cristo en nosotros no ocurre mediante una experiencia mística sino, mediante la enseñanza bíblica. La Palabra de Cristo, fielmente predicada, debe, por la acción del Espíritu que la inspiró, formar gradualmente en el cristiano la semejanza y el carácter de Jesucristo
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
“Cristo en nosotros”: esta es la Palabra de Cristo eny entre nosotros, descubriendo todas sus riquezas, inspirando la verdadera adoración y desarrollando vidas cristianas genuinas.
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
“Enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…” Esta instrucción de Pablo sugiere relaciones libres y espontáneas: estudios bíblicos, corrección y ánimo mutuos, compartir experiencias
Aquí la Palabra de Cristo tiene repercusiones individuales y prácticas. La predicación de la Palabra no debería ser vaga y teórica, sino que debería tener consecuencias prácticas para la vida: la vida de la Iglesia y la vida del cristiano. La Palabra de Cristo es la luz que debe brillar en la vida: para enseñar y rectificar, para instruir en la fe y corregir con objeto de conducir al arrepentimiento.
Además hay un tercer elemento en la adoración: el canto. Pablo utiliza tres palabras para recalcar este punto: “Salmos e himnos y cánticos espirituales.” La adoración de la Iglesia debería ser la expresión de la respuesta espontánea del hombre a Dios. Esta es la razón por que la Palabra de Cristo, que anima y reprende, también hace que el corazón prorrumpa en cánticos, lo cual abarca toda una gama de sentimientos: alabanza y acción de gracias, humildad y arrepentimiento, fe y esperanza.
La presencia de Cristo en los corazones de los cristianos se manifiesta en himnos, el lenguaje especial de la adoración. La Palabra de Dios, cuando se predica fielmente, debe tocar no sólo la mente y la conciencia, sino también el corazón. No puede dejar a la gente inconmovible y fría. Si lo que se predica es realmente la Palabra de Cristo, conducirá con toda naturalidad al canto Los Salmos de la Biblia fueron compuestos con el objetivo de ser cantados, y aún son a menudo la mejor expresión de nuestros sentimientos de admiración, alabanza y adoración a Dios. Para expresar los mismos sentimientos tenemos también himnos, los cánticos de alabanza a Dios que los cristianos en todas las épocas han compuesto o cantado espontáneamente.
La última frase, “cánticos espirituales”, probablemente resume las otras dos, distinguiendo el adjetivo “espiritual” las canciones corrientes de los himnos, que están dirigidos a Dios e inspirados por el Espíritu. Esto es lo que recalca Pablo cuando añade: “Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor.” El cántico en nuestros labios debería corresponder al cántico en nuestros corazones: corazones que han conocido y experimentado la gracia de Dios y están llenos de sus maravillas. Los himnos deberían ser la respuesta inspirada por el Espíritu mismo a la gracia de Dios revelada en la Palabra de Cristo. La predicación, pues, de la Palabra y el compartir en la comunión fluyen naturalmente hacia la adoración, y cuando estos tres elementos están presentes, la Iglesia adora en espíritu y en verdad.
17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Aquí tenemos la verdadera adoración resumida en una frase. ¡No se trata de frases piadosas! ¡No se trata de expresiones sentimentales o místicas! ¡No se trata de largas instrucciones, ni de un manual devocional! Por el contrario, se trata de un mandato breve e incluyente, que no tiene nada de extraordinario o sensacional, pero que revoluciona toda la vida, dándole propósito, significado, dignidad, grandeza y santidad.
La verdadera adoración no es intelectualismo o sentimentalismo, ni es una teoría abstracta, o un catálogo de normas farisaicas intrascendentes, sino la reorientación de todas las acciones, palabras y pensamientos que constituyen nuestra vida cotidiana ordinaria. La verdadera adoración espiritual del cristiano se expresa en cada momento de su existencia. No se limita a unos pocos momentos especiales durante la semana, o a un lugar en particular, o a unas pocas palabras o gestos piadosos.
No se expresa solamente apartando una séptima parte de su tiempo o una décima parte de sus ingresos, sino en la consagración de todos sus esfuerzos, pensamientos y palabras, todo su tiempo y todas sus posesiones.
Esta adoración implica la consagración de su trabajo y su sueño, su salud y sus alimentos, su juventud y su ancianidad, sus capacidades naturales y sus luchas, sus gozos y sus tristezas. Dios ha venido a su vida, a toda ella, a su centro mismo; ha venido a ser su fuente y su meta. Él está en todas partes y en todas las cosas de su vida.
¿Cuando el cristiano labora en su trabajo, en la empresa donde ofrece su servicio, ofrece su obra a Dios?
¿cuando da órdenes a los que están bajo su mando, lo hace como sirviendo a Dios?
¿ Cuando habla con sus vecinos, lo hace sabiendo que Dios está presente?
¿cuando duerme o descansa, renueva su fuerza para ponerla a disposición de Dios?
¿ Cuando ayuda a los débiles o los pobres, es a Dios a quien sirve?
¿cuando estudia, lo hace para ser más útil en el servicio de Dios?
Todos tenemos una pasión, un interés dominante en la vida: la riqueza, la fama, la política, el deporte, la música, etc. Para el cristiano, es Dios a quien ve y a quien sirve en todas partes. Dios debe de llenar toda su vida, transforma sus decepciones y fracasos, sus quejas y su rebelión, sus humillaciones, su fatiga, su falta de sueño o pobreza en cánticos de gratitud:
Conclusion
Conclusion
“Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”