Instrúyeme y Examíname

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Introducción

Con la ayuda del Señor hoy meditaremos en dos conceptos mutuamente incluyentes, es decir, que los dos van de la mano en la vida de un cristiano.
Este sermón pretende enseñar que:
El creyente necesita humildad, disposición y resolución al momento de pedir instrucción y examinación de parte del Señor, para ello basaremos el sermón en 6 pasajes de las escrituras tomados de 2 capítulos del libro de los Salmos; a saber:
Salmo 25:4–5 RVR60
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. 5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
Salmo 26:1–3 RVR60
1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. 2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. 3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.

Exposición del Texto

Consideraciones breves sobre el salmo 25 y 26
Salmo 25: David está representado en este Salmo como en una fiel miniatura. Su santa confianza, sus muchos conflictos, su gran transgresión, su amargo arrepentimiento y sus profundas angustias están todos aquí; de modo que veamos el corazón mismo del "hombre conforme al corazón de Dios". Evidentemente, es una composición de los últimos días de David, porque menciona los pecados de su juventud, y por sus dolorosas referencias al arte y la crueldad de sus muchos enemigos, no será una teoría demasiado especulativa referirla al período en que Absalón encabezaba la gran rebelión contra él. Este ha sido llamado el segundo de los siete Salmos Penitenciales. La marca de un verdadero santo es que sus dolores le recuerdan sus pecados, y su dolor por el pecado lo lleva a su Dios.
Salmo 26: El dulce cantor de Israel aparece ante nosotros en este Salmo como un reproche perdurable; en esto él era el tipo del gran Hijo de David, y es un ejemplo alentador para nosotros para llevar la carga de la calumnia al trono de la gracia. Es una suposición ingeniosa que este llamamiento al cielo fue escrito por David en el momento del asesinato de Is-boset, por Baana y Recab (2 Samuel 4), para protestar por su inocencia de toda participación en ese asesinato traicionero; el tenor del Salmo ciertamente concuerda con la supuesta ocasión, pero no es posible con una pista tan delgada ir más allá de las conjeturas.
El género del libro de los Salmos es poético (himnos), considerado como uno de los libros sapienciales de literatura judía, en ese sentido encontramos una forma de escritura característica, como por ejemplo el paralelo sinónimo de nuestros textos, esta forma de escritura esfatizaba la expresión a comunicar.
Salmo 25:4–5 RVR60
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. 5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
Estos textos enseñan principalmente:
Una petición sincera de instrucción en la voluntad del Señor.
Sólo los elegidos, los hijos del Señor son prestos a pedir y ser pacientes en la guía de su Dios.
La revelación del camino, la verdad y la vida es en la persona de Jesucristo, ya que solo Él camino perfectamente en las sendas de su Padre, le agradó en todo. Así que, solo los que están en Cristo pueden y deben pedir ser instruídos en la voluntad del Señor
Salmo 26:1–3 RVR60
1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. 2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. 3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.
Estos textos enseñan principalmente:
Petición sincera de examinación profunda del alma
Seguridad en la petición debido a un proceder piadoso
Sólo el elegido en Cristo puede y debe hacer esta petición, ya que a razón de los méritos de Cristo es hallado íntegro, firme y caminando en la cerdad.

Doctrina

Las peticiones sinceras de instrucción y examinanción al Señor necesariamente proceden de un corazón humilde, dispuesto y resuelto a obrar para la Gloria de Dios.
División del Sermón
Humildad, disposición y resolución en la petición de instrucción divina
Humildad, disposición y resolución en la petición de examinación divina

1. Humildad, disposición y resolución en la petición de instrucción divina

Salmo 25:4–5 RVR60
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. 5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
El salmista inspirado por el Señor utiliza las siguientes palabras:
“Muéstrame” : yadá = Instrúyeme, compárteme tu conocimiento (Salmos 39:4 “4 Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy.” )
“Enséñame” : lamád = Adiestrame, uso de la vara (Salmos 94:12 “12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo instruyes,”)
“Encamíname” : darák = Transfórmame, moldéame, pisar un arco para doblarlo
“Tus caminos” dérek = Curso de la vida o modo de acción
“Tus sendas” órakj = Camino muy transitado
“Tu verdad” emet = Estable, confiable, recto
A la luz del significado de estas palabras, comprendemos mejor el énfasis y la preocupación del salmista en ser instruído en la vida de piedad. Tal cosa es naturalmente una petición de un hijo de Dios.
Es evidente que para proceder de esa forma, la humildad es el factor primario al momento de solicitar instrucción al Señor.
El hombre inexperto en un área pide ayuda
Cristo Jesús es el modelo de humillación
Filipenses 2:8 RVR60
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por otro lado, no solamente se necesita humildad, sino una disposición de aprender y retener la instrucción.
El hombre que desea aprender lo hace atentamente y retiene la enseñanza
Finalmente para que la instrucción cumpla su propósito, se debe poner por obra lo aprendido ¿Cómo? resolviendo vivir conforme a la instrucción, esto es vivir piadosamente, vivir encaminado en las grandes verdades del evangelio de Jesucristo para Gloria de su Nombre.
El hombre humilde que busca ayuda, aprende diligentemente para lograr un objetivo
A Cristo Jesús le fue encomendada la obra de redención de los elegidos y Él aceptó la voluntad del Padre y la puso por obra.
Juan 5:30 RVR60
30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
¿Cuál es la razón por la que el salmista busca con tanta solicitud la instrucción en la piedad?
Para vivir a la luz de la Gloria de Dios, ya que su Dios es su salvación y confianza.
Pero ante todo esto, podemos definir ¿Qué es la gloria de Dios?
Teologia sistematica: Biblica, historica y evangelica, Tomo I C. INTERPRETACION TEOLOGICA > VI. LA GLORIA DE DIOS

la gloria de Dios es la majestuosa manifestación de Dios y su reconocimiento como santo, digno de adoración y alabanza

La gloria de Dios es el esplendor y la belleza radiante que brillan a través de todos los atributos divinos, pero es especialmente evidente en el Cristo crucificado y resucitado.

Ahora, no solo encontramos al salmista pidiendo instrucción sino también pidiendo que sea examinado.

2. Humildad, disposición y resolución en la petición de examinación divina

Salmo 26:1–3 RVR60
1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. 2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. 3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.
Nuevamente nos encontramos con el paralelo sinónimo de los salmos, meditemos en algunas palabras.
“Júzgame” shafat = Pronuncia tu sentencia sobre mi
“Escudríñame” bakján = Pruébame como un metal si soy o no verdadero (prueba del oro)
“Pruébame” nesá = Solicitud de prueba literal
“Examina” tsaráf = Fúndeme como el oro y mira que es lo que tengo en el alma.
La confianza del salmista en esta petición radica en que su vida no perfecta descansa en la prefección de otro, a saber, Jesucristo. Es solamente por los méritos de Cristo que David puede decir que vivía integramente y confiadamente
Esta petición no es jactanciosa sino humilde, ya que el salmista declara que la misericordia es el fundamento de su solicitud Salmos26.3 “3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.”
Pocas sino ninguna persona pide ser juzgada por alguien, pero el salmista dispone su ser para que sea probado, con la confianza que al serlo se revele la pureza de Jesucristo en Él.
Finalmente el salmista resuelve continuar su correcto proceder para la Gloria del Señor. Salmos 26:6-8 “6 Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová, 7 Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. 8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.”
Cristo Jesús fue hallado por el Padre culpable de transgresiones que no cometió en lo cual fue obediente hasta la muerte.
¿Cuál es la razón por la que el salmista pide ser juzgado y probado por el Señor?
Para que las obras de Dios en su vida reflejen el poder de su Gloria y que el nombre de Jesucristo sea exaltado.

Aplicaciones

El creyente debe procurar la instrucción y examinación de su alama a través de los medios de gracia para la gloria de Dios (Predicación y estudio de la palabra, oración, sacramentos, comunión, ofrendas)
Hay dos esferas en las que el creyente ha de pedir instrucción y examinación a su Dios; a saber:
Personal (Diariamente)
Eclesial (cuando la iglesia se reúna)
Deben ser buscadas con humildad, disposición y resolución
Para el impío:
Si tu proceder hasta hoy fue ignorar la súplica de instrucción y examinación, por amor a tu alma perdida ¡Hazlo hoy! te insto a que pidas al Señor que te instruya y examine, y al hacerlo, verás la maldad e inmundicia que tienes en ti por causa de tu rebelión por el pecado y que a razón de ello el Señor de Gloria te destruirá justamente y eternamente, procede como el salmista descansa en Cristo que es el camino la verdad y la vida y que es el que llevó las faltas de muchos para que estos muchos sean aceptos en él, el amado.

Doctrina

Las peticiones sinceras de instrucción y examinanción al Señor necesariamente proceden de un corazón regenerado humilde, dispuesto y resuelto a obrar para la Gloria de Dios.
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