Sermón sin título
investigación ontexto historico y genero literario tio 1- 10-11
Destinatario
La Epístola está dirigida a Tito, a quien llama “verdadero hijo en la común fe” (1:4). Es notable que este hombre no aparece mencionado nunca en Hechos de los Apóstoles, sin embargo su nombre aparece doce veces en las epístolas paulinas (2 Co. 2:13; 7:6, 13, 14; 8:6, 16, 23; 12:18; Gá. 2:1, 3; 2 Ti. 4:10; Tit. 1:4). Como se aprecia hay una reiterada mención en la correspondencia corintia. Mediante los pasajes que se citan, se puede establecer una síntesis biográfica de Tito.
El nombre es la forma griega del latino Titos, muy común entre los romanos, llevado entre otros por el famoso general romano, después emperador, que destruyó Jerusalén el año 70 d. C. La referencia a un hombre con ese nombre temeroso de Dios, que vivía junto a la sinagoga (Hch. 18:7), es para otro personaje. Es de origen griego, literalmente Ἕλλεν, (Gá. 2:3). Fue discípulo del apóstol Pablo y formó parte de la delegación de cristianos enviados de Antioquía a Jerusalén con motivo del problema judaizante (Gá. 2:1–3; Hch. 15:2). Muy probablemente era antioqueno e hijo espiritual de Pablo (1:4). Los judaizantes pretendieron que fuese circuncidado en Jerusalén, pero Pablo no lo permitió (Gá. 2:5), al ser de origen gentil, mientras que mandó circuncidarse a Timoteo por ser descendiente de judíos por su madre Eunice (Hch. 16:1, 3; 2 Ti. 1:5, 3:15). Por referencias de la correspondencia a los corintios, se sabe que fue enviado por Pablo a Corinto para que pusiese orden a abusos que se daban allí. Es posible que estuviese con los que llevaron la Primera Epístola de Pablo a los Corintios (1 Co. 16:12). Pero, lo que probablemente ocurrió es que Tito fue enviado allí con otro hermano (2 Co. 12:18), después de haber recibido la primera epístola, por noticias de situaciones en la iglesia.
El problema era grave, la tarea encomendada a Tito delicada, y el apóstol esperó anhelantemente el retorno suyo para saber noticias de lo ocurrido (2 Co. 2:13). El apóstol, cuando salió de Éfeso, esperaba encontrarse con Tito en Troas (2 Co. 2:12, 13). Angustiado por falta de información siguió hasta Macedonia, donde por fin se encontraron, trayendo buenas noticias de Corinto. La difícil misión encomendada por el apóstol tuvo éxito, lo que manifiesta la capacidad y autoridad espiritual de Tito, así como de su facilidad para relacionarse con otros (2 Co. 7:6, 7). El apóstol hace referencia al gozo de Tito por la gestión en Corinto (2 Co. 7:13). Esto indica el afecto que Pablo sentía por él y la preocupación por su reacción frente al trabajo que le había sido encomendado. También fue comisionado para recoger las ofrendas que el apóstol promovía entre las iglesias en Asia para los creyentes pobres de Jerusalén (2 Co. 8:6). Tito fue el portador de la Segunda Epístola a los Corintios, desde Macedonia (2 Co. 8:17–18), en donde aparecen varias menciones, llamándole “compañero mío y colaborador para con vosotros” (2 Co. 8:23).
Nada se sabe de él hasta después del primer encarcelamiento de Pablo en Roma. Esta Epístola, revela que estuvieron juntos en Creta y recibió el encargo del Apóstol para organizar y corregir deficiencias de las iglesias establecidas en la isla. Después fue llamado a reunirse con Pablo en Nicópolis lo antes posible (3:12). La última mención de Tito ocurre con motivo de su viaje a Dalmacia, en vísperas de la ejecución de Pablo (2 Ti. 4:10). Con toda seguridad estuvo con el apóstol durante la parte final de su encarcelamiento en Roma, aunque no se puede afirmar con seguridad.
Según la tradición de la Iglesia, se relaciona a Tito con Dalmacia, pero, es extraño que no se le hubiese vinculado con alguna iglesia. También se le relaciona tradicionalmente con Creta, y desde Eusebio se le considera como el primer obispo en la isla pero también esta tradición no puede ser apoyada bíblicamente. Se dice que fue obispo en la isla y que murió siendo viejo.
Esta aparente contradicción histórica llevó a los críticos liberales a plantear un problema de autenticidad afirmando la existencia de dos Titos, uno el que se cita en Gálatas y 2 Corintios y otro la persona a quien Pablo escribe que estaba a cargo de la iglesia en Creta. Sin embargo, como reiteradamente se demuestra en todo este Comentario al Nuevo Testamento, éstas y otras muchas propuestas son meras hipótesis para negar por cualquier medio la inspiración e inerrancia de la Biblia.
Motivos
El escrito tiene como propósito principal exhortar a Tito en el mantenimiento de la fe, frente a las muchas desviaciones que se estaban produciendo y a la presencia de falsos maestros que enseñaban doctrina contraria con el propósito de apartar a los creyentes de la verdadera fe. Pablo escribe para dar instrucciones a Tito sobre el modo del buen gobierno de la iglesia local. Por esta razón, de la manera que dejó a Timoteo en Éfeso (1 Ti. 1:3), así deja a Tito en Creta para que terminase de ordenar lo que faltaba y estableciese ancianos (1:5).
Al darle instrucciones concretas sobre aspectos relativos a la organización eclesial y hablarle de los peligros que generaban gente a quienes califica de “contumaces, habladores de vanidades y engañadores” (1:10), usa el escrito para aminarle en esa tarea, mientras le conmina a hablar lo que concuerda con la sana doctrina (2:1). Además debía insistir en las iglesias sobre la necesidad de que los creyentes se ocupasen en buenas obras (3:8).
Se trata de tiempos posteriores a la primera prisión de Pablo, pues antes no se mencionan iglesias o resultados de la predicación del evangelio en esa isla. Lucas no dice nada en Hechos de esa obra, cosa que resultaría difícil de entender si se hubiese establecido antes de la primera prisión de Pablo.
Otro de los propósitos es recordarle los peligros que rodean a la iglesia, que se harían cada vez más notorios e intensos y a los que no solo debía estar atento, sino afrontarlos decididamente. Advirtiéndole de personas que causaban divisiones y a los que había que disciplinar (3:8–11).
Finalmente el escrito tiene también la misión de pedir a Tito que una vez llegasen a donde él estaba Artemas o Tíquico, viniese a encontrarse con Pablo a Nicópolis, donde tenía previsto pasar el invierno (3:12).
Lugar y fecha
Por Clemente de Roma, se sabe que Pablo viajó a España, como era su propósito según les comunicó a los creyentes en Roma cuando les escribió la Epístola (Ro. 15:24). No hay evidencias bíblicas pero sí históricas. El libro de Hechos concluye con la prisión de Pablo en Roma, último testimonio de Lucas. Pablo fue liberado después de dos años en prisión en Roma, cinco en total, Clemente de Roma afirma, en una carta a los corintios, que el apóstol murió después de haber llegado hasta los extremos de occidente. Un fragmento de Muratori dice que Lucas no pudo contar la prisión de Pedro y el viaje de Pablo cuando fue de Roma a España. Otras referencias de ese viaje aparecen en escritos de los padres de la iglesia, Atanasio, Cirilo de Jerusalén, Epifanio, Juan Crisóstomo, Teodoreto de Ciro y Jerónimo. Este viaje sólo pudo ocurrir después del período de su primera prisión en Roma (Hch. 28:30, 31). De modo que la visita a Creta y la fundación de iglesias en la isla, pudo haberse producido durante el tiempo entre la liberación de la primera prisión y el de su segunda, que le condenaría a muerte.
La Epístola debió ser escrita entre el año 62 y el 64 d. C., en el tiempo de ministerio de Pablo entre la liberación de su primera prisión y la segunda, mientras ministraba en las iglesias en Macedonia, bien sea desde Corinto o, tal vez mejor, desde Nicópolis (3:12). No se sabe a ciencia cierta quien llevó la Epístola, pero se sugiere que pudieron haber sido Zenas y Apolos (3:13).
La Epístola en la iglesia
Crítica externa en contra de la autenticidad
Se ha remitido al lector a la Introducción General de las Epístolas Pastorales, que aparece en la Primera Epístola a Timoteo. Tal solo mencionar aquí algo referido específicamente con Tito. Así escriben los liberales sobre ella:
“Las instrucciones y enseñanzas que llenan toda la carta producen una intensísima impresión de inverosimilitud y de cosa que no se puede creer”. Esto se afirma al comenzar el análisis de la situación histórica de las Pastorales.
La razón que apuntan para rechazar la autoría paulina de Tito es esencialmente la misma que para las de Timoteo. Según ellos, dar esas instrucciones a un colaborador de Pablo que en tantas ocasiones cumplió por su delegación acciones en las iglesias que había fundado, no tiene sentido porque todas ellas las conocía bien. Además las instrucciones tienen que ver con cosas que no son urgentes, sino que deben resolverse a largo plazo. Algunos autores llaman la atención sobre el prescripto de la epístola (1:1–4a), juzgándola como inapropiada para una persona tan próxima al apóstol. Así escribe Collins: Normalmente, la elección de un título indica la autoridad con la que Pablo desea dirigirse a los destinatarios de su correspondencia… Se puede suponer que el Pablo histórico, al escribir a Timoteo y a Tito, no tuviera necesidad de un título que lo introdujera”.
Apuntan también al tema de los falsos maestros y las falsas doctrinas. Así se lee en la Epístola: “no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad” (1:14); “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho” (3:9). A los falsos maestros se les presenta como conocedores de un conocimiento nuevo y superior, que en realidad, según los críticos no es otra cosa que el deseo de oír novedades, de modo que cuando dice de ellos: “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (1:16), los sitúa según los críticos en el campo del gnosticismo. Por otro lado la confrontación que se opone a las enseñanzas de estos falsos maestros que quieren reivindicar sus ideas, es la autoridad apostólica, que se sustenta sobre la tradición y por la actuación de quienes están legitimados por los apóstoles para enfrentarlas. Además la polémica contra los falsos maestros, no se produce en forma de discusión confrontando las enseñanzas de ellos, sino que el esfuerzo de consolidación de las iglesias establecidas se inculca por una firme disciplina eclesial, bien por una ética firme o por una sana doctrina. Es decir, no se refuta la falsa enseñanza, simplemente se le opone la sana doctrina de la tradición de la iglesia que –para ellos- ya ha sido formulada en gran parte con precisión
Podrían añadirse otros aspectos que la crítica liberal presenta para afirmar que las Pastorales, entre ellas la Epístola a Tito, no pudieron haber sido escritas por Pablo, pero, también, como siempre, no dan alternativas fiables, ni respuestas válidas identificativas a los supuestos autores. La Alta Crítica o crítica liberal, no es otra cosa que la ciencia de la negación, el no por el no, para destruir la firmeza de fe en la inspiración plenaria de la Biblia.
Evidencias internas
Como ya se dijo la Epístola a Tito, tiene una notable importancia para la iglesia en general y para el líder en la congregación. Como decía Calvino: “Las epístolas pastorales, aunque dirigidas a hermanos concretos, son escritas por causa de otros”.
La autoría de ésta, como de las restantes Epístolas Pastorales, es, como se demuestra en la Introducción General. Solo los críticos racionalistas, o críticos liberales, de la escuela llamada de la Alta Crítica, cuestionan la autoría del escrito.
Las evidencias externas son varias. Citas de hombres de la iglesia primitiva reconociéndola como de Pablo, tales como Ireneo, Tertuliano, Clemente de Alejandría, etc.
El canon Muratori la recoge como escrito de Pablo.
Policarpo usa para hablar de la conducta de su tiempo, la expresión tomada de 1 Ti. 4:10.
Igualmente están las evidencias internas, entre las que cabe destacar, la sicología del autor.
La sicología del anciano se manifiesta firmemente en la Epístola. Insiste, como hombre mayor, en las recomendaciones a la prudencia (2:2, 4, 5,12); pudiera apreciarse un cierto pesimismo en la conducta de los jóvenes (2:6).
Evidencias externas
La Epístola a Tito se considera como escrito del apóstol Pablo, desde el principio de los tiempos de la iglesia, como se ha considerado en la introducción general de las Pastorales.
Como se ha dicho en aquel apartado, las Pastorales, entre las que está Tito, son conocidas y usadas en Roma por Clemente, en Esmirna por Policarpo, en Antioquía por Ignacio, por tanto, en tiempo tan próximo a la época apostólica no podrían aceptarse como paulinos escritos que no lo fuesen.
El Fragmento muratoriano, en la línea 60 habla explícitamente de una carta a Tito, escrita para tratar sobre el orden y la disciplina en la iglesia. En los escritos de Ireneo y Tertuliano aparecen citas de la Epístola. El primero contiene una cita de Tit. 3:9. El segundo tiene otras referencias de las Pastorales. Marción aceptaba la autoría de las Pastorales, reconociéndolas como de Pablo. Eusebio de Cesarea, profundo conocedor del canon del Nuevo Testamento, y de las discusiones que se generaron sobre la autenticidad de los escritos incluidos en él, afirma que la Epístola a Tito está admitida como de Pablo unánimemente por todos
Todas estas evidencias,
tanto las externas como las internas son prueba de que sólo un preso que además se llama Pablo y que escribe revestido de autoridad, tiene necesariamente que ser el apóstol, y que no se trata de un escrito pseudoepígrafo de tiempo posterior, como los críticos humanistas tratan de demostrar.
Las iglesias en Creta
Creta es una isla situada en el mar Egeo, la más grande de las pertenecientes a la Grecia moderna y la segunda en tamaño del Mediterráneo Oriental después de Chipre. Tiene una superficie de 8.275 km2. y 1.040 km. de costa. De 260 km. de largo y entre los 60 y los 12 km. de ancho. Está situada a igual distancia de Europa, Asia y África, de ahí que en la antigüedad se le considerase como el centro del mundo. Es un lugar montañoso donde el Ida alcanza 2.460 m. sobre el nivel del mar. Antiguamente era un territorio lleno de árboles y pastos, pero en la actualidad en gran parte inhóspito y desértico.
La civilización de Creta es nombrada por el legendario rey Minos de Cnosos. La primitiva civilización duró desde aproximadamente 2500 hasta 2000 a. C. Para el período medio minoico, 2000 a 1550 a. C. la isla llegó a ser un importante centro comercial, donde los gobernadores construyeron grandes palacios en el centro de la isla. Estaban rodeados por ciudades prósperas. Los habitantes de ellas vivían en casas confortables y rodeados de lujo. Las paredes de casas y, especialmente, de palacios estaban adornadas con frescos que representaban paisajes, peces, animales, escenas de la vida cretense, etc. El aceite, el vino y el grano se guardaban en grandes vasijas de barro. El último período minoico empezó sobre el 1600 a. C. y fue el más próspero. En torno al 1400 a.C. Creta fue conquistada y devastada por los micenos del continente griego.
La cultura cretense era una civilización pacífica, como evidencia el hecho de que las ciudades carecieran de fortificaciones y sistemas de prevención. Los cretenses destacaron como expertos navegantes convirtiendo la isla en un gran centro comercial del Mediterráneo, manteniendo intensos vínculos comerciales con Egipto, Chipre, Siria, Asia Menor, Sicilia y el resto de Grecia.
En cuanto a religión los cretenses eran politeístas, veneraban a sus dioses en cavernas y al aire libre, ofrendando danzas rituales y sacrificios de animales. Dentro de las ceremonias de culto solían practicar ejercicios de tauromaquia, provocando la embestida de un toro que luego trataban de esquivar. El culto más destacado fue el que llamaban de la Gran Madre, deidad femenina que simbolizaba la fecundidad. Se le llamaba también la Señora a la que se acompañaba con diversas vinculaciones. En Cnosos se encontraron tablillas en las que se le llama la Señora del Laberinto que tenía adscritos para su beneficio diversos rebaños de ganado.
Dentro de la mitología se habla del Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro al que debían ofrecerse cada siete años siete mancebos y siete doncellas, a quienes devoraba. Esta situación concluyó con la heroica hazaña de Teseo, que ayudado por la princesa cretense Ariadna, ingresó en el laberinto, donde Minos había encerrado al monstruo, y lo mató.
Algunos identifican Creta con Caftor, de donde procedían los filisteos (Jer. 47:4; Am. 9:7). Muchos estudiosos consideran que a raíz de la invasión de los aqueos, es bastante probable que muchos cretenses emigraran y colonizaran las cosas del sur de Canaán, dando origen a los filisteos. En tiempos helenísticos la isla contaba con una colonia judía, algunos de cuyos miembros estaban presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés (Hch. 2:11), preludiando la rápida extensión del cristianismo en la isla. Pablo visitó Creta después de recibir la libertad en Roma, acompañado de Tito, el cual se quedó en la isla encargado por el apóstol de poner las cosas en orden y constituir ancianos por las ciudades, procurando evitar que las enseñanzas de los judaizantes afectaran la fe predicada a los creyentes (Tit. 1:5, 10, 14).
El texto griego de la Epístola
La Epístola a Tito, como las otras dos pastorales, está escrita en el griego común, conocido como koiné. El origen de esta forma de la lengua griega, se halla en el proyecto de unificación de Grecia bajo Filipo de Macedonia. Aunque existen algunos cambios con relación al griego clásico, las diferencias son mínimas, tales como reducción fonéticas de base dialectal jónica, pérdida progresiva de la distinción de cantidades vocálicas, etc. En el vocabulario se aprecia la entrada de términos foráneos y remplazo de términos antiguos por otros más expresivos. También se aprecia la pérdida casi total del modo verbal optativo, así como los matices que diferenciaban en el griego clásico los temas de aoristo y de perfecto en detrimento de este último. La koiné, es una lengua cómoda, flexible y perfectamente adaptada para expresar conceptos muy precisos. De ahí que permaneciera junto con el latín como lengua de cultura y comunicación en el Imperio Romano
Como del resto de los escritos del Nuevo Testamento, no existe tampoco aquí el original, esto es, el primero salido directamente del autor. Las copias existentes son varias y entre ellas se aprecian diferencias. Debe tenerse en cuenta que para el Nuevo Testamento hay no menos de 5200 manuscritos y entre ellos existen más de doscientas cincuenta mil variantes, acumuladas a lo largo de los catorce siglos en que se han estado produciendo copias del texto griego. A los errores propios de un sistema de copiado, se añadieron variantes consecuentes con correcciones y adaptaciones producidas para determinados lugares geográficos, como era el caso de Alejandría, Antioquia, Constantinopla, Cartago, Roma, etc. en copias que se adaptaron en ocasiones idiomáticamente para las grandes ciudades, dando origen a lecturas especiales.
El texto Alejandrino, el más antiguo para los escritos del Nuevo Testamento, es considerado como uno de los más fiables y fieles en cuanto a la conservación y preservación del texto original. Los dos testimonios derivados del Alejandrino son el Códice Vaticano y el Códice Sinaítico, manuscritos en pergamino de mediados del s. IV. Con la aparición de importantes papiros a lo largo del s. XX, se puede afirmar que el Alejandrino alcanza a épocas con mayor antigüedad, llegando a considerarse como del s. II, más o menos hacia el 125 d. C. El texto Bizantino, es el más reciente de los del Nuevo Testamento. En éste se ha intentado pulir lo que pudiera representar alguna forma ruda en el lenguaje, cambiando las lecturas discrepantes o divergentes por otra expandida, armonizando los paralelos
TITO
A. Duane Litfin
Traducción: Bernardino Vázquez
INTRODUCCIÓN
Tito fue un gentil convertido (Gá. 2:3) que había servido y viajado junto con el apóstol Pablo (Gá. 2:1–3). También fungió como fiel emisario a la conflictiva iglesia de Corinto (2 Co.7:6–7; 8:6, 16).
Aproximadamente en 63–64 d.C., poco tiempo después de que dejaron a Timoteo en Éfeso, Pablo y Tito viajaron a Creta (V. “Mapa de lugares clave en el ministerio de Pablo”, en el Apéndice, pág. 360). Después de una breve visita, Pablo dejó a Tito allí para ayudar a formar el liderazgo de las iglesias de la isla (Tit. 1:5). Subsecuentemente el apóstol escribió esta epístola y la envió a Tito. Se desconoce el tiempo y lugar exacto de su redacción. (V. la Introducción a 1 Ti. para una discusión más detallada de la autoría y fecha de las epístolas pastorales.)
El propósito de la epístola a Tito es instruir a éste acerca de lo que debía hacer y enseñar en las iglesias de Creta. Un tema especial de la carta es explicar la función que tiene la gracia en la promoción de las buenas obras entre el pueblo de Dios (Tit. 2:11–3:8).
Pablo esperaba reunirse con Tito de nuevo en Nicópolis en el invierno (3:12), pero no hay manera de saber si se llevó a cabo ese encuentro. La última vez que Pablo mencionó a Tito (2 Ti. 4:10) éste había ido a Dalmacia (parte de la antigua Yugoslavia). La tradición sostiene que Tito regresó a Creta y se quedó allí para ministrar por el resto de su vida.
BOSQUEJO
I. Saludo (1:1–4)
II. Requisitos de los ancianos (1:5–9)
III. Características de los falsos maestros (1:10–16)
IV. Conducta piadosa de diferentes grupos (2:1–10)
A. De los ancianos (2:1–2)
B. De las ancianas (2:3)
C. De las mujeres jóvenes (2:4–5)
D. De los hombres jóvenes (2:6–8)
E. De los siervos (2:9–10)
V. Función de la gracia en la promoción de la conducta piadosa (2:11–3:11)
A. Facultad educativa de la gracia de Dios (2:11–14)
B. La conducta amable que la gracia produce (2:15–3:2)
C. La gracia como motivación para llevar una vida piadosa (3:3–8)
D. Conducta inconsistente con la gracia (3:9–11)
VI. Instrucciones finales y saludos (3:12–15)
Exposición
Dinorah Méndez
Ayudas Prácticas
Edgar Baldeón
INTRODUCCIÓN
La carta a Tito es una carta personal pero que contiene principios del evangelio que pueden aplicarse tanto a problemas individuales como sociales y eclesiásticos. Esta característica le da a esta carta un valor permanente.
En esta carta, como en otras, Pablo aplicó el mensaje del evangelio a varios de los problemas más apremiantes que enfrentaban los primeros cristianos. Las cartas de Pablo fueron escritas con el poder del Espíritu Santo, pero involucrando todo su ser, su mente y sus emociones. Son escritos llenos de pasión y poder que impactan poderosamente aún en la actualidad.
La carta a Tito es una de las llamadas epístolas pastorales, ya que al igual que las dos cartas a Timoteo se consideran escritos que fueron dirigidos a jóvenes ministros, a quienes Pablo estaba aconsejando y entrenando en su recién iniciado ministerio pastoral. Robertson comenta que en estas epístolas se exponen problemas que tienen que ver con la eclesiología, es decir con doctrinas y prácticas relacionadas con la iglesia. Además, afirma que es importante considerar el estudio de estas cartas, y en general de todos los escritos de Pablo, de acuerdo a su orden cronológico o su origen histórico, ya que de esta manera se puede conocer el propio crecimiento de Pablo como teólogo y como intérprete del evangelio.
AUTOR Y FECHA
Aunque algunos estudiosos ponen en duda la autoría de Pablo, no solo de esta carta sino también de las cartas a Timoteo, es decir, las cartas denominadas pastorales, lo más aceptado es que el autor es indiscutiblemente el apóstol Pablo. En cuanto a la fecha, no todos los expertos están de acuerdo. Sin embargo, la mayoría considera que Pablo pudo haberla escrito entre los años 65 a 68, o más específicamente entre 66 y 67 d. de J.C., junto con las cartas a Timoteo y hacia el final de su vida. Esto significa que para haberse dado su presencia en Creta (1:5) y luego sus planes de pasar un invierno en Nicópolis (3:12), desde donde pudo estar escribiendo la carta, es necesario considerar que debió haber sido liberado de su prisión en Roma, relatada al final de Hechos.
RECEPTOR DE LA CARTA
Todos los estudiosos concuerdan en que se tiene muy poca información sobre Tito. Hay pocas menciones en el NT sobre su persona, pero las que existen dan una imagen interesante acerca de este discípulo del apóstol Pablo. Se menciona a Tito por su nombre 13 veces en total: Dos en Gálatas (2:1, 3), una en 2 Timoteo (4:10), una en la propia carta de Tito (1:4) y nueve en 2 Corintios (2:13; 7:6, 13, 14; 8:6, 16, 23; 12:18 [2 veces]). Sin embargo, todo parece indicar su participación en la visita de Pablo y Bernabé a Jerusalén, narrada en Hechos 15:2 y ss. En este pasaje se menciona que los acompañaban “algunos otros” y comparando con Gálatas 2:1, 3, Pablo afirma “llevé conmigo también a Tito” y “ni siquiera Tito, quien estaba conmigo …”. Esto ubica a Tito en medio de la controversia con los cristianos judaizantes que exigían a los conversos gentiles que se circuncidaran y cumplieran con la ley judía. Debido a que Tito era griego y a que Pablo no accede a someterse al partido judaizante (Gál. 2:3, 5), la decisión de que se aceptaran a los gentiles en la iglesia con base solamente en la fe en Cristo es de gran importancia para la extensión y el progreso del cristianismo.
Por otro lado, Pablo reconoce a Tito como un “hijo según la fe” (1:4), lo que indica que Tito debió conocer el mensaje de Cristo por medio del Apóstol. Luego, se ve que fue su cercano colaborador de Pablo y que este especialmente le encomendó atender las situaciones críticas que vivió la iglesia de Corinto. Las dos cartas a los Corintios revelan las dificultades de esa iglesia y el papel que tuvo Tito junto con Timoteo al ser enviados por Pablo para ministrar en esa ciudad. En especial, Tito parece haber sido muy apto y dispuesto a atender comisiones difíciles sin vacilaciones y con una capacidad especial de liderazgo y administración (2 Cor. 7:13–15 y 8:16, 17). Es posible que Tito fuera enviado a Corinto por lo menos dos veces llevando sendas cartas a la iglesia a fin de atender los problemas que estaban teniendo. Algunos estudiosos como Barclay sugieren que Tito pudo ser un pariente o incluso un hermano de Lucas, ambos griegos y con habilidades para un servicio práctico. Lo importante es que Pablo tuvo plena confianza en este colaborador suyo y finalmente en la carta a Tito se ve que le deja a cargo de tareas especiales en la iglesia o iglesias de Creta, que el propio Apóstol había dejado inconclusas.
MOTIVO Y OCASIÓN
Esta carta a Tito, como las dos cartas a Timoteo, fueron escritas por Pablo dirigidas a ellos como individuos, son cartas personales. Sin embargo, por los asuntos que trata en ellas, no se trata de temas privados, antes bien, da instrucciones a estos jóvenes ministros en relación a su labor en las iglesias, por lo que se podrían llamar también cartas eclesiásticas. Por otro lado, se refiere a su labor pastoral, por lo cual se les llama también epístolas pastorales.
Así que el motivo de estas cartas pastorales es dar instrucciones a estos ministros respecto al cuidado y organización de las iglesias recién formadas. Estos líderes y las iglesias necesitan ser afirmados en la clase de líderes o pastores que deben ser y en los cuidados que deben tener contra las amenazas que pueden poner en riesgo la pureza del cristianismo.
Es probable que Pablo haya escrito la carta a Tito en conexión con las cartas a Timoteo ya que son muy similares, pero un poco antes de 2 Timoteo, ya que Tito fue escrita aparentemente desde Nicópolis y estando todavía libre. Por ese tiempo, se sabe que ya había ideas que eran potencialmente peligrosas para corromper el cristianismo. En Tito se ven las posibles corrupciones del intelectualismo (3:9), de la inmoralidad (1:11, 16) y del legalismo (1:10, 14).
BOSQUEJO DE TITO
I. INTRODUCCIÓN, 1:1–4
1. Identificación del autor, 1:1–3
2. Identificación del receptor, 1:4a
3. Saludo, 1:4b
II. ENSEÑANZA SOBRE LA VIDA EN LA IGLESIA, 1:5–16
1. Perfil de los ministros cristianos, 1:5–9
(1) Encargo general a Tito, 1:5
(2) Enseñanzas generales
(3) Características indispensables, 1:6, 7a, 8, 9
(4) Características indeseables, 1:7b
2. Descripción de los falsos maestros y sus enseñanzas, 1:10–16
III. ENSEÑANZA SOBRE LA VIDA FAMILIAR, 2:1–15
1. Descripción de la familia cristiana, 2:1–10
2. Razones para una vida familiar cristiana 2:11–14
3. Enseñanza con autoridad 2:15
IV. ENSEÑANZA SOBRE LA VIDA SOCIAL O PÚBLICA, 3:1–11
1. Descripción de los ciudadanos cristianos, 3:1, 2
2. Razones para una vida social cristiana, 3:3–7
(1) Recordando la vida antigua, 3:3
(2) Reconociendo la vida nueva, 3:4–7
3. Enseñanza con firmeza, 3:8–11
(1) Enfatizando lo verdadero, 3:8
(2) Evitando lo equivocado, 3:9–11
V. INSTRUCCIONES PERSONALES, 3:12–14
VI. DESPEDIDA Y BENDICIÓN FINAL, 3:15
VII. CONCLUSIÓN
Comentario sobre Tito
BOSQUEJO DE TITO
Tema: El apóstol Pablo, escribiendo a Tito, le da instrucciones para la promoción del espíritu de santificación
CAPITULO 1
En la vida congregacional
A. Encabezamiento y salutación.
B. Hay que nombrar ancianos de buenas cualidades en todas las ciudades.
C. Razón: A Creta no le faltan las personas de mala reputación que necesitan ser reprendidas con toda seriedad.
CAPITULO 2
En la vida familiar e individual
A. Todas las clases de individuos que componen el círculo familiar debieran conducirse de tal manera que por su conducta adornen la doctrina de Dios, su Salvador.
B. Razón: La gracia de Dios se ha manifestado a todos para santificación y para esperar con gozo la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador, Jesucristo.
CAPITULO 3
En la vida social (esto es, pública)
A. Los creyentes deben obedecer a las autoridades. Deben ser amables con todos los hombres, puesto que fue la bondad de Dios nuestro Salvador, no nuestras obras, lo que nos trajo la salvación.
B. Por otra parte, hay que desechar las cuestiones necias y los hombres facciosos que se niegan a prestar atención a las amonestaciones.
C. Instrucciones finales con respecto a viajeros por la causa del reino (Artemas o Tíquico, Tito, Zenas, Apolos) y a creyentes cretenses en general. Saludos.
II.B. Tito
Parece ser de la misma edad de Timoteo (Tit. 2:6ss) y es conocido gracias a cuatro epístolas paulinas (Gá., 2 Co., Tit. y 2 Tim.).
Tito era gentil (griego) de nacimiento (Gá. 2:3) y fue convertido por Pablo (Tit. 1:4), sin pasar primero por el judaísmo. Se lo encuentra por primera vez como miembro de la comunidad de Antioquía y acompañante de Pablo y Bernabé en su viaje al concilio apostólico (Gá. 2:1). De modo que fue colaborador de Pablo antes que Timoteo. Quizá fue acompañante en los restantes viajes, aunque no se lo encuentra hasta el tercer viaje misionero, donde Tito fue quien les llevó a los corintios la “carta severa” y, gracias a su hábil proceder, trajo nuevamente a la obediencia a aquella comunidad casi perdida (2 Co. 2:13ss; 7:13ss; 8:6; 12:18). Como portador de la 2 Co. preparó después definitivamente la venida de Pablo (2 Co. 8:6, 16–24). Es evidente que esto lo caracteriza como persona de mucho tacto, y quizá de una personalidad más fuerte que Timoteo (1 Co. 16:10; 2 Co. 7:15). Además, poseía cualidades de administrador. Pablo lo describe como “compañero y colaborador” (2 Co. 8:16ss).
Sólo años más tarde vuelve a encontrárselo en Creta (Tit. 1:5ss), donde Pablo, después de la libertad del primer encarcelamiento romano, lo había dejado para organizar dicha iglesia, establecer un ministerio digno, vencer la oposición y enseñar sana doctrina. También le pide que se reúna con él en Nicópolis cuando llegue Artemas o Tíquico (Tit. 3:12). Poco antes de la muerte del apóstol marchó a Dalmacia, probablemente por encargo suyo (2 Ti. 4:10).
Según la tradición murió a los noventa y cuatro años de edad en Gortyna (Creta) siendo obispo de la isla. Ramsay sugiere que podría haber sido pariente de Lucas25, razón por la cual éste no lo menciona en Hechos.
PARTE 2:
EPÍSTOLA A TITO
XII. LUGAR Y FECHA DE ESCRITURA
Hay diversidad de opiniones para el lugar y fecha de escritura de Tit. En cuanto al lugar, parece haber certeza que fue desde Nicópolis, ya que el apóstol le dice que vaya allí a verlo (3:12). El problema surge en que en aquel tiempo había varias ciudades llamadas Nicópolis. Había una Nicópolis (νίκη: victoria; πόλις: ciudad) en Tracia, sobre el río Nesus, también en Epiro, dos en Moesia, otra en Armenia, otra en Cilicia y otra en Egipto, en la vecindad de Alejandría.
Una manera de saber a qué Nicópolis se refería el apóstol, sería determinar cuál era la más importante, de modo que Tito sabría adónde dirigirse. Pero esto no es determinante, ya que Tito podría haber sabido adónde se habría dirigido el apóstol antes de dejarlo en Creta. En el primer caso deberíamos hablar de Nicópolis de Epiro y ésta es la opinión más consensuada161. Estaba situada en Grecia al NO de Corinto y de Atenas, sobre el golfo de Ambracia. Enfrente de esta ciudad estaba Accio, donde Augusto logró una victoria significativa sobre Marco Antonio: esa ciudad fue llamada así en honor a tal acontecimiento. La ciudad creció por esfuerzo de Augusto; se celebraron juegos, pero poco después decayó y fue restaurada recién por Juliano.
Si es así, tuvo que ser escrita después del primer encarcelamiento romano alrededor de los años 63 y 64. Con respecto a la datación, Jeremías observa que en rigor Tit. debe ser anterior a 1 Ti., por el hecho de que aquélla menciona el típico deseo de salutación paulino “gracia y paz”, mientras que a las dirigidas a Timoteo la amplía a “gracia, misericordia (ἐλέος) y paz”.
XIII. OCASIÓN Y PROPÓSITO
En Tit. 1:5 se establece la ocasión por lo que fue escrita: “para que pongas en orden las cosas que quedaron pendientes, y nombrar ancianos en cada ciudad”. Probablemente Pablo no pudo completar las instrucciones en forma oral y personal, y en esta misiva Tito tenía la información restante.
La cita dice que hay cosas que “quedaron pendientes” y además de ellos tenía que “nombrar ancianos”166. Los problemas que podría haber enfrentado Tito al cumplir su labor parecen ser dos:
• El carácter de los cretenses. Éste era tal que Pablo lo amonesta a cuidarse. Era gente caracterizada por la insinceridad, falsedad y libertinaje (1:12). Por lo cual había gran peligro que su concepción del cristianismo fuera vacía e insincera y, por lo tanto, se necesitaba un cuidado extremo para que ellos no se corrompiesen de la simplicidad y pureza que requiere el evangelio.
• La influencia de los maestros judaizantes. De Hch. 2:11 es evidente que había judíos en Creta y que hubieran ido a Jerusalén en Pentecostés y se hubieran convertido en aquella ocasión. También de la misma carta surge que había maestros a favor de la ley mosaica (1:10, 14–16; 3:9).
• Relaciones cívicas y sociales del pueblo de Dios. Aunque el cristiano tiene una ciudadanía celestial, también vive en la sociedad humana, que se caracteriza por ciertas obligaciones con las autoridades y sus semejantes. El ser humano está en proceso de transformación para crecer en santidad hasta ser un perfecto hijo de Dios.
Para contrarrestar esto, se requería de maestros calificados para la obra. Para esto fue dejado Tito en Creta.
Hay mucha similitud entre 1 Ti. y Tit. Esta similitud se ve en la estructura, propósito, ocasión, peligros, frases y expresiones. Véase por ejemplo: 1 Ti. 1:2, 3 (cf. Tit. 1:4, 5); 1 Ti. 1:4 (cf. Tit. 1:14; 3:9); 1 Ti. 4:12 (cf. Tit. 2:15; 3:7); 1 Ti. 3:2–4 (cf. Tit. 1:6–8).
Hendriksen observa un triple propósito en la carta:
• Pedirle a Tito que fuera a verlo a Nicópolis, en cuanto llegase un reemplazante a Creta.
• Encaminar a Zenas y a Apolos (3:13).
• Dar instrucciones para la promoción del espíritu de santificación en las relaciones congregacionales, individuales, familiares y sociales.
Calvino considera que el objetivo de la carta era investir a Tito de la autoridad que le corresponde, para que pudiera sobrellevar la tarea asignada, ya que indudablemente había algunos que abiertamente lo despreciaban, considerándolo como un pastor ordinario. Es probable también que hubiese quienes se quejasen contra él, por haber asumido más autoridad de la que le correspondía, ya que su idoneidad todavía no había sido corroborada. Erdman señala un propósito similar a las otras pastorales, consistente en tres grande temas: la organización de la iglesia, doctrina sana y vida santa, aunque la sana doctrina no es un fin en sí mismo sino ha de desarrollarse en vida y promover la santidad que, según él, es el propósito supremo de la carta171.
XIV. BOSQUEJO
Guthrie presenta el siguiente bosquejo para Tit.:
I. Saludos a Tito 1:1–4
II. Clase de hombres que Tito tiene que designar 1:5–9
III. Falsos maestros cretenses 1:10–16
IV. Comportamiento cristiano 2:1–10
V. Enseñanza cristiana 2:11–3:7
VI. Admoniciones finales 3:8–15
Reuss la estructura de la siguiente manera:
I. Encabezamiento 1:1–4
II. 1ª Parte: Misión de Tito en Creta 1:5–16
III. 2ª Parte: Ordenación de la vida cristiana 2:1–3:11
IV. Conclusión 3:12–15
Sánchez Bosch observa una estructura más sencilla:
I. Introducción epistolar 1:1–16
II. Tabla de deberes 2:1–15
III. Otras exhortaciones 3:1–11
IV. Final epistolar 3:12–15
Ramos, por su parte divide la obra siguiendo los delineamientos que presenta la Biblia