La seguridad eterna
Fundamentos de mi Fe • Sermon • Submitted
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Nivel 1
Nivel 1
Lección 2
Lección 2
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Introducción:
Introducción:
Muchos Cristianos son obstruidos en su crecimiento espiritual porque dudan de su salvación. Cuando se elimina esta duda, la confianza en la promesa de Dios de nuestra salvación eterna nos permitirá confiar en Dios en otras áreas de nuestra vida. La confianza en pl promesa de Dios de la vida eterna es un fundación firme donde podemos crecer como cristianos. Veamos la relación entre la seguridad eterna y la seguridad de nuestra salvación.
1. ¿Que es la seguridad eterna?
1. ¿Que es la seguridad eterna?
La seguridad eterna es estar consciente de la garantía que Dios nos da que somos salvos por siempre de castigo de nuestro pecado.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
1 Peter 1:5 (RVR60)
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Dios salvará y guardará a cualquier persona que ponga su fe en el Señor Jesucristo.
2. ¿Cómo puedo tener la confianza que mi salvación es para siempre?
2. ¿Cómo puedo tener la confianza que mi salvación es para siempre?
A. La salvación es eterna.
9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Hebrews 9:12 (RVR60)
12 … entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
B. Debemos elegir creer en la promesa de Dios.
1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
C. La promesa de Dios es más grande que nuestra duda.
20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel;
El no puede negarse a sí mismo.
Tener dudas es normal. Aun Juan el Bautista dudó de Jesús.
3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
El Diablo no provoca a dudar, tal como lo hizo en el Huerto del Edén.
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Cuando creemos en la promesa de Dios, tenemos la confianza que somos salvos. Aunque titubeemos y dudemos una así somos porque la promesa de Dios es más grande que nuestra deuda.
D. La confianza crece mediante el entendimiento y el creer en la promesa de Dios.
20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Jesucristo vino para darnos un entendimiento claro de Él mismo como el verdadero hijo de Dios, y es Él quien nos garantiza la vida eterna. Mi fe en Cristo crece entre más escucho y creo en la promesa de la via eterna que Dios me promete.
E. La salvación no es gana por obras, no es mantenida por obras, ni es perdida por obras.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Isaiah 64:6 (RVR60)
6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;
La única obra para ganar nuestra salvación fue efectuada completamente por Jesucristo. Dios no acepta mi pago no necesita mi ayuda para pagar la deuda de pecado.
F. Nuestra confianza está en quien nosotros creemos.
12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
G. Estamos seguros de nuestra salvación porque toda la deuda está pagada.
Romans 5:9 (RVR60)
9 … por él seremos salvos de la ira.
14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Jesús recibió en si mismo toda la ira que merecíamos. Jesús nos salvó de la muerte segunda se la separación de de la gracia, misericordia y amor de Dios. Una eternidad en el lago de fuego donde recibimos su ira por la eternidad! Pero Él fue separado del Padre para que estemos eternamente unidos con el Padre.
3. ¿Puedo perder mi salvación?
3. ¿Puedo perder mi salvación?
A. No, no hay cosa alguna que podemos hacer para perder nuestra salvación.
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
B. No, porque Dios no puede mentir.
2 en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,
C. La palabra de Dios nos dice claramente que podemos saber que tenemos vida eterna.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
D. Dios sella (garantiza) nuestra salvación con Su Espíritu Santo.
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
E. Nuestra salvación no es determinada por nuestros sentimientos; sino que es garantizada por las promesas de Dios.
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
L a fe en las promesas de Dios calma nuestra inquietudes.
4. ¿Por qué algunas personas dudan de su salvación?
4. ¿Por qué algunas personas dudan de su salvación?
A. Se sienten culpables por sus pecados habituales.
7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
B. No recordamos los detalles de cuando fuimos salvados.
24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
C. El Diablo intentará engañarnos.
3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
D. Por las falsas enseñanzas.
26 Os he escrito esto sobre los que os engañan.
Engañar significa “guiar por ña senda incorrecta.”