Evitando la frialdad espiritual.

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 2,166 views

La frialdad espiritual está afectando a muchos creyentes. ¿Cómo podemos evitarla?

Notes
Transcript
Lectura Mat 24:1-14
Como mucha gente de nuestro tiempo, los discípulos querían saber cuándo sería el final de los tiempos; asíque le preguntaron al Señor Jesús:
¿Cuándo sucederá esto (la destrucción del templo), y cual será la señal de tu venida y la comsumación de este siglo?”
Dos observaciones importante: 1- “consumación” se refiere a un punto de tiempo que marca el final de un período, y 2- “siglo” es comunmente entendido como 100 años, pero en este pasaje (aiwv), traducido “siglo” es un período de tiempo de la historia, o una era.
Las señales de que estamos cerca del fin son claras: guerras y rumores de guerra, hambre y terremotos (8/21 en Haití, 9/3 Dominicana, cuatro esta semana en México 9/7 (4.9, 4.7, 4.5) y 9/8 (4.6). Menciona, entre las señales, dos en las cuales quiero enfocarme esta mañana. Esa dos señales son sinónimas: “Muchos se apartarán de la fe...” (24:10) y “el amor de muchos se enfriará.” (24:12). Está hablando de la fe en Cristo y el amor a Cristo.
El diablo nunca deja de intentar enfriar nuestra fe y para ello usa las crísis o problemas como los mencionados y, en este tiempo, el instrumento ha sido un virus.
La pandemia ha sido un evento que ha venido a colaborar en el enfriamiento de muchos y a desenmascarar a muchos que llevan el título de “cristianos”.
¿Cómo podemos evitar el enfriamiento espiritual? Sugerencias prácticas...

Manténte cerca de los calientes.

Las personas con las que te juntas son determinantes en tu estado espiritual.
Pablo, hablando de “ser engañados”, le dijo a los Corintios:
1 Corinthians 15:33 NBLA
No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»
Una de las mejores ejemplos de esta verdad es la del carbón encendido: mientras el carbón encendido se mantiene en contacto con los otros carbones encendidos, mantiene su calor. Pero tan pronto lo separamos, empieza a enfriarse; y si lo ponemos en contacto con otros carbones fríos, se enfriará aún más rápido.
1 Corinthians 15:34 NTV
Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar. Pues para su vergüenza les digo que algunos de ustedes no conocen a Dios en absoluto.
En la iglesia hay personas que no conocen a Dios, solamente asisten, tienen religión, pero no una relación con Cristo.
Si no quieres enfriarte espiritualmente, sé astuto: busca la compañía de aquellos que están en fuego por Cristo, de aquellos que serán de edificación a tu vida.
No basta con que te acerques a los calientes, tienes que alejarte de los fríos.

Aléjate de los fríos.

¿Por qué? Te lo responderé con una pregunta:
¿Qué es más fácil, que un caliente caliente a un frío o que un frío enfríe a un caliente?
Si mezclamos la misma cantidad de agua caliente con la misma cantidad agua congelada (hielo), ¿el hielo se calentará o el agua se enfriará?
Lo primero que la compañía de los fríos traerá a tu vida espiritual es tibieza y, después, frialdad.
No olvides que Dios aborrece el estado de tibieza espiritual:
Revelation 3:15–16 NBLA
‘Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! ’Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.

No dejes el horno abierto.

¿Qué pasa con la comida si dejas el horno abierto? ¡Se te enfría! ¿Por qué? Porque las corrientes de aire frío penetran en esa pequeña área caliente y terminan enfriando el horno.

No te expongas a corrientes opuestas a la fe.

Matthew 24:9 NBLA
»Entonces los entregarán a tribulación, y los matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre.
Si te odian por causa del “nombre de Cristo”, es seguro que no son creyentes, al contrario, se oponen a tu fe.
Entre cristianos hay diferencias de opinión en cuanto a prácticas. En algunas cosas estamos de acuerdo, en otras en desacuerdo; pero eso no quieren decir que nos vamos a odiar o matar.
Eso quiere decir que los mencionados en ese verso son personas totalmente opuestas a la fe cristiana.
Algunos cristianos inmaduros y novatos comenten el error de escuchar o ver programas que los hacen dudar de la fe. No se dan cuenta que, poco a poco, van minando las fundaciones de tu fe; y de repente te das cuenta que “se te enfrió el horno” o has caído en frialdad espiritual.
Aquellas cosas de las cuales estuviste seguro en un tiempo, ahora son motivo de duda.

No te expongas a los falsos maestros.

Aunque la advertencia es acerca de todas las fuentes de engaño:
Matthew 24:4 NBLA
Jesús les respondió: «Tengan cuidado de que nadie los engañe.
En el verso 24, Jesús es específico advirtiendo de los “seudoprofetas” o falsos maestros:
Matthew 24:11 NBLA
»Se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán.
Estos falsos maestros claman ser cristianos, pero enseñan doctrinas de hombre y tradiciones que no se apegan a las Escrituras. En el tiempo de Cristo, eran los Fariseos y Saduceos; en este tiempos son los auto-proclamados profetas, hombres tales como Maldonado, Luna, Castellanos, y tantos otros.
Escucharlos es abrir la puerta del horno y permitir que te enfríen poco a poco.
Con el auge de la Internet, los creyentes han sido expuestos a una amplia gama de falsas enseñanzas, provenientes de hombres que aprovechan su popularidad para atraer a creyentes incautos e inexpertos en la fe.
El Señor está contra esos llamados “profetas” que desvían o enfrían al pueblo:
Jeremiah 23:30–32 NBLA
«Por tanto, estoy contra los profetas», declara el Señor, «que se roban Mis palabras el uno al otro. »Estoy contra los profetas», declara el Señor, «que usan sus lenguas y dicen: “El Señor declara”. »Estoy contra los que profetizan sueños falsos», declara el Señor, «y los cuentan y hacen errar a Mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones, cuando Yo no los envié ni les di órdenes, ni son de provecho alguno para este pueblo», declara el Señor.

Atiza constantemente el fuego.

No importa que tan caliente esté el horno, si dejas de ponerle calor, si dejas de atizarlo, se enfriará.
¿Cómo se atiza el fuego espiritual?

Ve a la Palabra cada día.

Venir a la Palabra constantemente es el único método seguro de mantenerte caliente para Cristo.
Jeremiah 23:29 NBLA
«¿No es Mi palabra como fuego,” declara el Señor, «y como martillo que despedaza la roca?».
Sin excepción, todos los que se han enfriado no tienen, nunca tuvieron, o perdieron el hábito de leer la Palabra cada día.
En mis 41 años de vida en Cristo y en mis 35 años como pastor, lo que me ha sostenido ha sido el tiempo diario en la Palabra.
Si le preguntas a cualquiera que se enfrío o se está enfriando, ¿Lees la Biblia todos los días?, ¿Cuál crees que será su respuesta? ¡NO!
No he conocido ni uno que me haya dicho “Yo leo la Biblia todos los días, pero estoy frío”.
La Palabra es la llama celestial que inflama tu amor a Cristo y tu deseo de servirle.

No dejes de congregarte.

La frialdad espiritual tiene un proceso: Primero, dejas de leer la Biblia; segundo, dejas de servir y de dar; y tercero, dejas de congregarte. En cada una de esas etapas, estás cada vez más frío; y entre más frío estés, más difícil será volver a calentarte.
Experimento...
Tomé dos porciones de exactamente la misma cantidad de agua. Una porción en forma sólida (hielo) y otra en forma líquida a temperatura ambiente. Las sometí a la misma cantidad de calor. Al hielo le tomó 3 min y 30 seg llegar a hervir. A la líquida le tomó 1 min 35 seg. Conclusión: el hielo requiere más del doble de tiempo (2.21 veces) para llegar a la misma condición que el agua líquida.
Entre los que se congregan hay carbones calientes y carbones tibios, pero todos tienen más calor espiritual que el que no se congrega. Si estás frío y te juntas a ellos, algún calor recibirás. Pero si sigues como el carbón que se apartó de los demás carbones, solamente te espera mayor frialdad cada día que pasa.
Por eso, para el verdadero creyente, congregarse es un mandato, una obligación, no una opción:
Hebrews 10:24–25 NBLA
Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
Related Media
See more
Related Sermons
See more