LA MUJER CON FLUJO DE SANGRE.

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Introducción: (mujer enferma con flujo de sangre) Ante el fracaso todos experimentamos diversas reacciones: lloro, decepción, tristeza, quizá algunos no quieren volverá empezar, pero otros se esfuerzan y vuelven a intentarlo, y alcanzan grandes conquista. Un día Moisés falló y por mucho tiempo se aisló, pero Dios lo llamó y lo uso poderosamente. Dios es todopoderoso y él puede restaurar todas las cosas, acerquémonos a Su presencia y sigamos su dirección, pues él nos llevará al mejor destino…
I. ELLA ENFRENTA UN PROBLEMA QUE NO TIENE SOLUCIÓN NATURAL (Marcos 5:24-26).
A. Las crisis son diversas, en éste caso era una enfermedad grave y sin cura terrenal.
Comentario 1: La Biblia nos dice que ésta mujer enferma: “hacía 12 años padecía de flujo de sangre… consultó muchos médicos… había gastado todo lo que tenía y antes le iba peor”. Esta enfermedad era tal vez una “metrorragia crónica”, porque la padecía hacía más de una década y era continua. En cuanto al estado de salud de su cuerpo, una continua hemorragia sin duda le llevaría a gran debilidad y seguramente a una anemia aguda, veríamos su rostro pálido y con un estado de ánimo decaído frente a un gran problema sin solución. Comentario 2: Ella seguramente vivía una angustia en silencio ante el peso de la ley a cuestas sobre su espalda, pues la ley la hacía impura y por tanto quedaba excluida de la mayor parte de las relaciones entre la sociedad Judía (Levítico 15:25–27). Seguramente era rechazada, y señalada pues su condición hacía pensar a muchos que estaba bajo el juicio de Dios por su pecado. Seguramente era divorciada, pues la ley le permitía a su marido dejarla B. El corazón estaba bajo un altísimo nivel de stress y dolor.
Comentario 1: El texto bíblico nos narra que “había sufrido mucho… de muchos médicos” durante doce años. Hay situaciones críticas que son breves, otras no son tan difíciles, en otros momentos tenemos personas que nos ayudan a superarlas, pero hay algunas dificultades que son extremadamente dolorosas, extensas y debemos superarlas a solas.
Comentario 2: ¿Por qué pasa esto? Más bien debemos decir ¿Para qué? Dios nos enseña en estos tiempos algunas cosas como: confiar más en él, madurar, humildad de corazón, fortalecer nuestro débil carácter, ejercitarnos en la obediencia, entre otras. De toda crisis, prueba o dificultad, de la mano de Dios salimos fortalecidos, más maduros en Cristo, y con una fe que nos anima a seguir y amara a Dios en todo tiempo, pues a quién más iremos si solo en él tenemos palabras de vida eterna.
II. A VECES SE AGOTAN LOS RECURSOS Y APARECE LA IMPOTENCIA.
Comentario: Debemos reflexionar cuando estas cosas suceden, pues hay grandes y profundas enseñanzas en medio de todo estas situaciones. En el caso de ésta mujer vemos que ni la ciencia del momento ni todo el dinero habían servido. Así que no había una solución en la tierra para este problema. Y esto sigue ocurriendo muchas veces hoy ¿qué debemos hacer? Lo que ella hizo, correr a Jesús. III. LO QUE ES IMPOSIBLE PARA EL HOMBRE ES POSIBLE PARA DIOS
A. La fe de ésta mujer se activó cuando escuchó hablar de Jesús, versículo 27.
Comentario: Ella escuchaba seguramente los testimonios de los milagros del Maestro sanando a las multitudes. La fe en esa palabra que escuchaba la llevó a avanzar hacia Jesús a pesar de los limitantes y obstáculos: 1) Era una mujer impura para los judíos,
2) No tenía ni un poco de dinero,
3) Estaba fatigada y débil por su anemia,
4) Había una gran multitud que superar para llegar a Jesús (léase Mr. 5:31).
A pesar de todo estos obstáculos ésta mujer enferma creía que el Señor Jesús tenía el poder para sanarla y decidió ir en busca de él. Se llenó de fe y esperanza, y por eso avanzó con las fuerzas que le quedaban, sin importar lo que los religiosos y escrupulosos del momento pudieran decir. B. El manto que el Señor Jesús llevaba nos señala su autoridad y poder (Marcos 5:28).
Comentario 1: Recordemos por ejemplo el manto del profeta Elías con el que cubrió a Eliseo cuando lo llamó a ser su reemplazo. Eliseo reconoció que Elías era el enviado del Señor, reconoció su oficio como profeta de Dios, reconoció la autoridad delegada en Elías, con éste manto Elías y luego Eliseo abrieron el rio Jordán. El manto en los profetas era señal de su oficio.
Comentario 2: Podemos recordar también aquí a David y al rey Saúl en la cueva, la Biblia nos dice: “y se turbo David por haberle cortado el borde del manto a l rey Saúl…”, el manto pues nos habla de poder y autoridad. Los judíos por mandamiento del Señor, llevaban en el borde de sus mantos unos flecos que representaban la Palabra de Dios, cuando tú alcanzas la presencia de Dios, poder sale de él y muchas cosas grandes y poderosas suceden. El Señor Jesús manifestó su inmenso poder y ésta mujer que había padecido elflujo de sangre por doce años fue sanada al instante.

Bosquejo: LA FE QUE SANA EL CUERPO Y EL ALMA

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LA FE QUE SANA EL CUERPO Y EL ALMA
25Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, 26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,  27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.  28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. 30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?  31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. 33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. 34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.(Marcos 5:25-34 RVR60)
INTRODUCCIÓN:Este relato nos cuenta la inmensa fe que tuvo una mujer que padeció por 12 años de “flujo de sangre”, había visto muchos médicos, gastado todo lo que tenía, pero nada la curaba de su mal;la Biblia nos dice que incluso le iba peor. El problema no solo era físico, sino también del alma, porque de seguro padecía menosprecio y rechazo, pues en aquel entonces las mujeres con este tipo de mal no se les permitía entrar al templo y eran consideradas impuras; pero su fe en Dios le permitió vencer todos esos obstáculos y recibió lo que andaba buscando, su sanidad. ¿Qué tipo de fe tuvo esta mujer que le permitió recibir su milagro?
LA FE QUE SOBREPASA LA DEBILIDAD Y EL SUFRIMIENTO.(
Marcos 5:25–26 NBLA
Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado.
La condición de una mujer con un flujo de sangre por doce años es una condición muy anémica, esta enfermedad afecta el corazón y otros órganos vitales. La Biblia dice que había sufrido mucho, estaba débil y sin fuerzas.¿Cómo ella logró llegar a recobrar tanta fuerza para sobrepasar los obstáculos? Simplemente, ella puso en acción su fe, aunque ya los médicos la habían desahuciado; ella puso su fe y esperanza en Jesús y decidió buscarlo.La fe puede hacer que recobres fuerzas en medio de la debilidad, la enfermedad o el sufrimiento. Jesús ofrece una salida para todos nuestros problemas, sólo necesita que te levantes y lo busques y te esfuerces para recibir tu milagro.
LA FE QUE SOBREPASA EL MENOSPRECIO, EL RECHAZO Y LA CRÍTICA.
Marcos 5:27–28 NBLA
Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su manto. Porque decía: «Si tan solo toco Sus ropas, sanaré»
Ella no solo tenía una enfermedad física sino también del alma, porque su condición provocaba que fuera rechazada, menospreciada, y criticada.Esta mujer fue por detrás de Jesús por causa de su enfermedad, porque según la Ley no le estaba permitido tocar a nadie. En el antiguo testamento había una ley que cuando la mujer tuviere flujo de sangre seria apartada y cualquiera que la tocare sería inmundo.” Ella no podía pedir que Jesús pusiera su mano sobre ella ni siquiera podía acercase a Él, porque contaminaría a Jesús. Así que pensó: “Si tocare tan solamente su manto, seré salva”.El miedo al rechazo y menosprecio pudo haberla detenido, pero no fue así, su fe fue tan grande que creyó que tocando el borde del manto sería sana. Jesús quiere sanarnos física y emocionalmente. Deja el temor a la crítica, al que dirán, al menosprecio, corre a Jesús con fe creyendo que serás sano, libre y que obtendrás perdón y salud emocional.
LA FE QUE SE ABRE PASO ENTRE LA MULTITUD.
Marcos 5:27 NBLA
Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su manto.
La multitud que se aglomeraba alrededor de Jesús pudo haber desanimado a esta débil y pobre mujer, pudo haber muerto en el intento, pero resolvió con decisión acudir al Señor.La fe es la resolución firme de movernos a la acción. Esta mujer es el ejemplo de lo que todo enfermo debe hacer para abrirse paso por las circunstancias o personas de la vida, y desear llegar hasta donde esta Jesús, para recibir lo que se está buscando.Ábrete paso entre la multitud, entre aquellos que te dicen “no se puede”, entre el diagnóstico de un doctor que dice “estás enfermo”, en aquellos que dicen “no hay trabajo”, “tu hijo, tu esposo no puede cambiar”. Ábrete paso y acércate a aquel que puede cambiar toda situación imposible.
LA FE QUE DESATA EL PODER DE DIOS.
Marcos 5:29–34 NBLA
Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de Él, volviéndose entre la gente, dijo: «¿Quién ha tocado Mi ropa?». Y Sus discípulos le dijeron: «Ves que la multitud te oprime, y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”». Pero Él miraba a su alrededor para ver a la mujer que lo había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de Él y le dijo toda la verdad. «Hija, tu fe te ha sanado», le dijo Jesús; «vete en paz y queda sana de tu aflicción».
Jesús estaba caminando rumbo a la casa de Jairo apretujado por la multitud. Nada indicaba que tenía en mente sanar o hacer algún milagro, cuando de pronto sintió una conmoción en su interior, y se dio cuenta inmediatamente que alguien estaba recibiendo del poder que tenía.El poder sanador de Jesús salió de él no por su voluntad sino por la fe de esa mujer. El poder de Jesús se mueve a través de la fe; Jesús es movido por fe. Él sabe cuándo un ser humano lo toca. Él conoce cuándo uno de nosotros le busca desesperadamente por fe.La fe hace que el poder de Dios sea desatado y que ese poder sea dirigido a nuestras vidas para sanarnos, liberarnos, cambiar nuestros problemas y darnos una vida mejor.
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