Hablemos de Fe II

Hablemos de Fe II  •  Sermon  •  Submitted
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Qué sí es y qué no es FE

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Estamos estudiando sobre la fe y la confusión que puede haber con respecto a ella. La semana pasada vimos que cuando queremos fundar nuestra fe en querer interpretar a Dios o entender nuestras circunstancias o lo que pasa en la vida, es una fe frágil que llamamos: Fe circunstancial. Es verdad que cuando Dios responde nuestra oración tendemos a convertir ese hecho en el fundamento de nuestra fe. Todo va bien y decimos ¡Dios es bueno! Las cosas van mal y decimos ¿dónde está Dios? Empeoran las cosas y decimos ¿existe Dios? La fe se mueve depende si podemos o no ver a Dios en las circunstancias que suceden a nuestro alrededor.
Otros más, encuentran la fe al experimentar un milagro. Dios usa ese momento como el catalizador para que la fe se fortalezca, pero para otros, ese momento se convirtió en el fundamento de la fe; en otras palabras: ¡Dios está sólo para responder oraciones!
Al mismo tiempo otros pierden la fe, porque algo les sucedió en la vida que no entienden. Oraron para que sus padres sanaran, o tuvieron un accidente, una decepción de algún cristiano o pastor y la fe se cayó. Hicieron de todo para lograr que Dios respondiera y ¡no lo hizo! A eso llamamos Fe circunstancial y es una fe frágil porque algunas veces funciona y otras veces no. Todos hemos vivido ese tipo de fe, si no crees en Dios, pero sí en una filosofía, un estilo de vida, gurú, escritor, o en ti mismo, esta fe te defraudará, porque habrá veces en que la vida no tiene sentido, la vida no es lineal.
Es una fe frágil porque además los placeres o presiones de la vida la harán temblar. Crees en Dios, te va bien, de pronto aparece tu tentación y la fe es un estorbo para disfrutar y dices: “Dios, regreso después, en un año, quiero disfrutar mis tentaciones.”
Crees en Dios, eres buena persona y de repente tienes una oportunidad única y la fe estorba porque no te permite hacer lo que muchos hacen. Los negocios se te escapan, porque no puedes ser deshonesto, pero si tienes una fe circunstancial, entonces, abandonarás tu fe, para ceder a la presión del trabajo, los amigos, la sociedad, etc.
Seas cristiano o no, tienes fe en algo o alguien, por tu bien debes saber ¿Cuál es el fundamento de tu fe? Para los cristianos no es que las oraciones sean contestadas, sino que es una persona: Jesús. Dios envió a Su Hijo, caminó entre nosotros, hizo milagros, predijo Su muerte y resurrección, lo crucificaron y al 3er día resucitó, ante cientos de testigos. Porque los testigos lo vieron y hablaron con ÉL, es que estuvieron dispuestos a morir -no por algo que Jesús hizo-, sino porque lo vieron resucitar de la muerte.
Eso para los cristianos, significa que, si Dios no responde una oración, si no se aparece en la vida, si nunca más da una señal, aún así, cada día puedes confiar que Dios es Dios; porque hace 2 mil años, dio la evidencia que te ama, tanto así, que envió a Su Hijo a morir por ti y eso está en la historia.
Hoy responderemos ¿qué es fe? Y quizá haya tantas definiciones como personas aquí, ya seas cristiano o ateo, agnóstico, creas en la pacha mama, o en ti o en nada, aún así la fe es parte de tu vida diaria. Hoy veremos qué es fe para los cristianos, al menos lo intentaremos, de modo que, aunque no aceptes a Jesús como Salvador, cuando menos sepas qué creemos los cristianos, para que no te digan que no te cuenten ni inventen.
Con respecto a la fe, a muchos les dijeron que si tenían fe podían mover montañas y hasta ahora, no has podido mover ni un sartén y te preguntas ¿por qué Dios no responde? Y te dicen: No tienes suficiente fe y eso desanima.
Hay un pasaje en Hebreos que algunos han usado para decir que Dios hará lo que digas que haga, pero creer eso, no es mas que querer controlar a Dios, de modo que no me comprometa a nada, el papel de Dios es sólo responder mis oraciones. Vives como quieres, haces lo que quieres, no obedeces Su Palabra, pero quieres que en el momento que necesites algo, Él te responda. Como decirle, Dios, me voy un tiempo a hacer mi voluntad, pero quédate aquí para que yo al volver no encuentre nada extraño y sea como ayer y nunca más dejarnos. Si te va bien, no lo buscas, pero si algo sale mal, quieres que Dios te rescate y salve del problemón.
Esa es una razón por la que muchas religiones tienen imágenes, ídolos. Es querer controlar a Dios y con una imagen, aunque es simbólica, la puedes bajar, esconder en un cajón; pero este pasaje nos dice que Dios es DIOS y no podemos obligarlo o controlarlo de ninguna manera. Pero antes, veamos qué no es fe.
No es una fuerza, poder o Karma. No es desear algo con intensidad y entonces sucederá. Si lo creo, lo recibo. Pensar que la fe es una fuerza es como si Dios está en un extremo, yo en otro y la fe en medio, si tan solo puedo llegar a la fe, ésta obligará a Dios a hacer lo que yo quiero. Si logro llegar a la fe necesaria, seguro que lo hará. Esto no es fe cuando menos no de la Biblia. La fe no es un poder, no es que medito en flor de loto y entonces eso que quieres sucederá. La fe no es nada de eso.
Porque no importa el tamaño de la fe, Jesús dijo: “Si tienes un poquito de fe, puedes hacer grandes cosas”, porque el tamaño de la fe no importa, lo que sí importa es ¡el objeto de tu fe!
No es una fórmula. No se trata de descubrir la fórmula para obligar a Dios: orar + iglesia + buenas obras. Si no funciona, le agrega “ayuno”. Y ¡no funcionará! Porque no es una fórmula. A veces Dios en Su Soberanía responde, pero no es por la fórmula.
No es confianza. A veces usamos la palabra confianza como sinónimo de fe. Puedes decir “confío que todo saldrá bien” pero no es lo mismo que decir “tengo fe que todo saldrá bien”, Fe no es confianza, no es anhelo. Si dices: creo que mi familiar sanará, no es lo mismo que decir “tengo fe que mi familiar sanará”. Si dices “espero que ella me acepte”, no es lo mismo que decir “tengo fe que me aceptará”. No usemos la palabra como sinónimo, porque confiar y esperar, anhelar no es lo mismo que tener fe, cuando menos en su acepción bíblica o del cristiano.
No es complicada. Es más sencillo de lo que se puede pensar. Al estudiar la Palabra lo veremos. Por favor antes que te pongas teológico, intenso, haz lo siguiente después de ver la definición: analiza tu vida con ese lente y ve si esta fe ha sido la que has experimentado, quizá eso explique lo que ha pasado en tu vida; al saber lo que es la FE entenderemos partes de la Biblia que antes no entendíamos; ahora sí ¡descubramos juntos lo que es la fe!
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera...” (Hebreos 11:1, NVI)
Ya vimos que no es esperar, pero es la garantía de que puedes esperar. Decir: “espero que funcione” eso es esperanza; pero decir: “estoy seguro de que funcionará” eso es fe. Si el día de hoy digo: espero que quien dirige la alabanza llegue a tiempo. Digo espero porque no estoy seguro. ¿Qué debo hacer para estar seguro? Hablar con él y oír de sus labios que llegará temprano, entonces puedo decir: estoy seguro de que llegará; porque ya confirmamos. Así, mi esperanza se convierte en fe, porque tengo la garantía de su palabra. Fe es estar seguro, tener la garantía de lo que antes sólo esperaba.
…la certeza de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1, NVI)
La fe es estar seguros de que algo sucederá, aunque aún no lo puedo ver.
Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.” (Hebreos 11:2, NVI)
Veamos cómo el AT y NT definen la fe. Al leer la historia de Abraham, Elías, David, o de Pablo, Pedro, Santiago y decir que fueron personas de fe, es porque algo pasó en ellos, que no solo esperaban que algo sucediera, sino que tenían la seguridad ¡por eso tenían fe! El siguiente pasaje define Fe y qué debemos saber de la Biblia.
Por la fe entendemos (SABEMOS) que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.” (Hebreos 11:3, NVI)
Los cristianos creemos las Escrituras, lo que dice el Génesis, en específico creemos que Dios creó el Universo, creemos que hay un Creador, yo lo creo. La pregunta es ¿por qué estás seguro? ¿por qué crees que Dios creó la tierra? El escritor dice: ¡lo crees por fe! No fue porque una noche meditaste y dijiste: “quiero creer que Dios creó los cielos y la tierra”, lo quiero creer y eso voy a creer. ¿Por qué lo crees? Déjalo ahí que esa idea se marine.
Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia…” (Hebreos 11:7, NVI)
¿Por qué Noé construyó un arca? Acaso se dio cuenta de que había mucha maldad y dijo: “esto está mal, ojalá Dios desapareciera a todos. Familia, oremos para que Dios destruya el mundo con fuego, no, mejor con lluvia, que aún no se que es eso. Pero que Dios inunde el planeta y para mostrar que tenemos fe ¡construyamos un barcote! Tan grande que entre mi familia y digamos 2 animales de cada especia. Y fue entonces, que Dios al ver esa muestra de fe de Noé, dijo: “Wow, ni siquiera lo había pensado, pero ¡mira la fe de este hombre! Hasta hicieron ese barco gigante, no me dejan alternativa; Noé me avisas cuando estés listo para mandar la lluvia.
Si has leído la historia ¡sabes que no fue así! ¿de quién fue la idea de la lluvia y el arca? ¡De Dios! Entonces, así entendemos que Noé empezó a construir el arca, no esperando que Dios hiciera algo, sino porque estaba seguro de que Dios haría lo que dijo que iba a hacer. Noé no dijo: espero que llueva; SU actitud fue de: Dios, tú lo dijiste y creo que lo harás, porque tú lo dijiste. Así es como haces las cosas por fe ¿me explico?
Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.” (Hebreos 11:8, NVI)
Sigamos en el AT, Dios le dice a Abraham: empaca tus cosas, camina y cuando estés dónde YO quiero te diré que dejes de caminar. Abraham por fe obedeció, empacó sus cosas y empezó a caminar. Dime ¿de quién fue la idea? ¡Dios o de Abraham! ¡De Dios! Y Abraham obedeció en fe.
Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas...” (Hebreos 11:13, NVI)
Esto quiere decir que vivieron creyendo que Dios haría lo que dijo que haría. Aunque muchos de ellos murieron sin verlo, excepto Abraham y Noé.
…y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos...” (Hebreos 11:13, NVI)
Volvamos a la idea de la Creación ¿por qué crees que Dios creó los cielos y la tierra? ¿por qué lo creemos por fe? ¡Por que no fue nuestra idea! No fue idea de los científicos, ahora quieren descifrarlo, entenderlo, pero no lo idearon. El Génesis dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”; la ciencia no ha podido demostrar lo contrario. Si crees en el Bi Ban, generación espontánea, expansión del universo, nada de eso elimina un acto divino. Si quieres sacar a Dios y creer sólo en la creación espontánea sin Dios, lo tendrás que creer por fe.
El verso dice que estos hombres siguieron viviendo con fe, aunque no recibieron la promesa. El puente que une la esperanza y la convierte en fe ¿qué es? Es ¡Una promesa de Dios!
Puedo confiar que Mac vendrá temprano porque me dijo que llegaría temprano. Puedo tener esa certeza porque creo que hará lo que me dijo. Esperar que llegue temprano, sin escucharlo confirmar, eso no es fe, es esperanza, es suponer que vendrá. Y muchas veces queremos hacer eso con Dios. Dios, tengo fe que hagas algo que nunca te oí decir que harías; no puedes tener fe a menos que Dios te diga que lo hará.
Noé construyó el arca porque Dios le dio la promesa ¡va a llover! Noé obedeció, porque creyó que Dios haría lo que había dicho que haría, por eso construyó el arca.
Abraham creyó a Dios cuando le dijo que saliera de su casa a un lugar que ÉL le diría y lo hizo, creyendo que Dios cumpliría lo que le dijo. Fe es confiar que Dios es quién dice que es y hará lo que ha prometido hacer.
Cuando entendemos este concepto de fe, entonces, puedes ir a Dios y pedirle todo y creer que puede contestar tu oración, pero NO creas que puedes obligar a Dios que conteste como quieres. Porque fe no es una fórmula; fe es confiar que Dios puede hacer lo que le pidas, es confiar que te ama tanto que envió a Su Hijo a morir por ti, fe es la confianza de que, si Dios decide, puede decir ¡Sí, no, después! Y no importa lo que diga ¡sigue siendo Dios!
En otra ocasión, cuando Jesús estaba en un pueblo, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, cayó rostro en tierra y le suplicó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero—le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante se le quitó la lepra.” (Lucas 5:12–13, NVI)
Todo su cuerpo con lepra, no puede vivir con su familia, sin vida social, sin esposa, aislado, esperando morir, ve a Jesús y suplica, porque sabe que Jesús tiene lo que él necesita. En otras palabras, le dijo: “creo que puedes limpiarme” y agrega “si quieres”. No dijo: “se que lo harás, lo tienes que hacer porque tengo mucha fe”; no dijo eso, todo lo contrario. Se que puedes y no vengo con orgullo, soberbia, arrogancia, exigencia, no creo que lo tengas que hacer, ni que estés obligado, sólo se que puedes y espero que quieras.
Jesús, voltea, extiende Su Mano, lo toca y dice: “sí quiero y esa es la fe que quiero, porque reconoces quién soy, sabes que puedo hacerlo y vienes con humildad ¡esa es la fe que busco! No vienes a decirme que te lo debo o porque has hecho esto o lo otros. Estás de rodillas, con el rostro en el suelo en señal de adoración, reconoces que tienes una necesidad y no importa si sigo mi camino ¡reconoces que Soy DIOS! En esa ocasión Jesús dijo ¡quiero! Y en ese mismo momento ese hombre fue sanado.
Esto quiere Dios de ti y de mí. Es decirle cada día: Dios si hoy no haces nada por mí, eso no cambia nada ¡sigues siendo mi Dios! Si no haces otro milagro en mi vida ¡sigues siendo mi todo poderoso Salvador! Mi eternidad está segura; si no te veo en las circunstancias de mi vida ¡sigues siendo Dios! Mi fe no se fundamente en verte en lo que sucede en mi vida.
La Buena noticia es que puedes traer a Dios toda tu necesidad, porque sabes que ÉL puede. Puedes decirle: Dios necesito trabajo, ser libre de esta adicción, ya no aguanto la culpa, quiero un hijo, casarme, sanidad y se que si quieres ¡tú lo puedes hacer!
Algunas veces Dios quiere en ese momento, o después porque sabe algo que tú no sabes. ÉL es Dios y tu eres Su Hijo amado. Pero eres amado, no porque conteste una oración, sino porque hace 2 mil años, en la historia, envió a Su Hijo a morir por tus pecados para ser tu Salvador. Por eso podemos seguir confiando, tanto si dice ¡sí quiero! O cuando dice ¡no! O cuando se queda en silencio y las cosas empeoran.
Una fe fundada en lo que hizo nuestro Señor Jesús, hace que quienes aun en momentos de sufrimiento, parece que su vida es un infierno, siguen confiando en Dios, si les preguntas ¿cómo es posible? Te dirán que saben que Dios puede hacer el milagro, hasta ahora su respuesta ha sido ¡no! Pero sigue siendo mi Dios, Jesús sigue siendo Salvador, mi eternidad está segura ¿por qué habría de abandonarlo? ¿por qué no ser fiel? La Biblia dice que muchos le siguieron sin haber recibido la promesa y murieron viéndola de lejos. Creyendo que la verían.
Nosotros sabemos que vino en la historia, caminó entre nosotros, lo crucificaron, pero al 3er día resucitó. Fe no es que pueda ver a Dios en las circunstancias de mi vida, sino saber y confiar que ÉL es quien dijo que es y que hará lo que ha prometido hacer.
Todos hemos querido reducir a Dios a algo que podamos usar cuando nos conviene, alguien que podamos controlar y decirle: esta parte de mi vida no la toques, pero si esta parte de mi vida me mete en problemas, ahí sí aparece y haz el milagro. Quiero que estés listo por si te necesito, pero no te metas en las demás áreas de mi vida.
Dios quiero a esta persona de socio, quiero casarme con él o ella, quiero hacer mi mejor amigo a él o ella, se que es un desastre, pero ¡quiero! Si después me va mal, entonces, sí, entra a mi vida y resuélvela. Si vives así, todo estará bien, hasta que toques fondos, hasta que no puedas controlar tu vida, entonces vas a querer un Dios súper poderoso que esté más allá de tu control, para que te saque cuando estés en el fondo. La buena noticia es que ¡así es Dios! Es Todopoderoso, no cumple tus caprichos, ni los míos, porque ÉL es Dios.
Al mismo tiempo, algo que no podemos comprender, el mismo Dios nos dice que le podemos decir ¡Papá! Padre Celestial. Quizá te cueste creerlo, porque lo más cercano a un padre es el terrenal y quizá el tuyo no fue buen ejemplo; aún así, es quizá la imagen más cercana que podemos tener de Dios. Y ÉL dice: “quiero que me digas Padre y vengas a mí con todas tus cargas, porque tienes la seguridad que YO puedo hacer el milagro”.
Así que, en este momento, ponte de pie y clama y dile: Señor, mi Dios, PAPÁ se que puedes sanarme, sacar a mi hijo de esa adicción, restaurar mi economía, hacer crecer el negocio, puedes restaurar mi matrimonio, darme paz en esta angustia que consume mi vida, se que puedes hacerlo. No se tu respuesta, pero me levantaré de mis rodillas, con la certeza que me amas. Fe es tener la certeza que Dios es quien dice que es y hará lo que ha prometido hacer.
¿Qué le puedo pedir a Dios? ¡lo que quieras! Tal como lo haces con tu papá, sabiendo que puede, porque es Todo poderoso. La pregunta entonces es ¿qué ha prometido Dios hacer por mí? Eso lo veremos la otra semana.
Palabra de Dios
Oremos
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