Burnout

Introducción

Quisiera comenzar leyendo un poco de la experiencia del apóstol Pablo, de su arduo trabajo, y fatiga por el ministerio.

2 Corintios 11:27–28 NVI

27 He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez. 28 Y como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias.

En ninguna manera ninguno de nosotros hemos vivido lo que el apóstol vivió: fatigas, desvelos, hambre o sed, desnudez. No por lo menos por el evangelio.

Esto no significa que no hemos tenido experiencias similares a las que él vivió, en especial por las preocupaciones de la iglesia.

Venid los que estén cansados

Jesús nos aconsejó:

Mateo 11:28 NVI

28 »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.

¿Cómo podemos recuperar nuestro ánimo al ministerio?

Hebreos 12:3 NVI

3 Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.