Firmeza por la Palabra
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Introducción
Introducción
Lema:
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
No es difícil entender el significado del texto en consideración. El Salmista expresa que la Palabra no sólo nos indica cómo caminar, sino que nos muestra cuál es el camino en sí por el que estamos yendo. Es decir, te dice qué hacer y te muestra el camino por el que estás.
Esta es una de las cosas que debemos tener siempre en claro: La Palabra de Dios no sólo nos dirá por dónde andar, sino que nos mostrará por dónde estamos andando para así hacernos notar qué es lo que estamos haciendo.
I. Identificando nuestra condición
I. Identificando nuestra condición
Si queremos estar firmes en los tiempos turbulentos debemos hacerlo por la Palabra. La firmeza en la vida podremos tenerla cuando identifiquemos nuestra condición. Muchas de las personas que hoy en día viven en el desánimo y no pueden recuperarse es porque muchas veces no son capaces de ser sinceros consigo mismos. Está bien sentirse afligido, está bien sentirse en peligro, está bien sentirse rodeado, lo que no está bien es negar todo esto para creer que nada está mal. El salmista es capaz de identificar estar tres cosas en su vida y así puede pasar a un punto que lo llevará a una mejor condición.
Afligido v107a
Demasiada aflicción, estar humillado en gran manera (Sal. 119:67).
En peligro v109a
Esta es una idea muy peculiar, no sólo indica el peligro en que se encuentra la vida, sino que afirma que el peligro es él mismo para él. La idea del texto es “mi vida está en mi mano, es decir, en constante peligro”.
Rodeado v110a
Nuevamente la idea del verbo nos presenta una gran lección. “Me pusieron” es decir, movieron mi cuerpo de un lugar a otro, para cazarlo como a un animal, pero no su corazón, no su interior, que se mantuvo en la dirección correcta.
¿Puedes ser capaz de reconocer tu condición ahora mismo? Eres capaz de decirte a ti mismo lo que te ocurre. Muchos queremos dejar pasar por alto el dolor, pero no nos damos cuenta muchas veces que el dolor es parte del proceso por el cual somos pulidos cada vez más.
II. Recordando nuestra posición
II. Recordando nuestra posición
Estar firmes por la Palabra de Dios implicada que yo he recordado la posición que tengo o debo tener.
Firmeza v106
En algún momento de tu vida debiste jurar algo al Señor, la pregunta es ¿Qué hiciste con ese juramento? Si tú quieres estar firme por la Palabra, deja que tu palabra sea firme. Bien dice Eclesiastés 5:5 que no se debe prometer. El Salmista estaba seguro de que lo que está jurando lo cumpliría, de tal forma que pudo re confirmar el juramento, pues el mismo término también significa cumplir. Eso nos muestra que la firmeza del salmista era sorprendente.
Perseverancia v109b
Nuestra vida no está segura en nosotros mismos, debemos recordar que nuestra perseverancia en Cristo se debe por el recordar siempre la Palabra de Dios. No podemos olvidarnos de sus promesas ni las obras de Dios.
Rectitud v110b
Sí, movieron el cuerpo del salmista en otra posición u otro lugar, pero el ser mismo no fue movido, se mantuvo firme en sus mandamientos. La rectitud es entendida como la acción de no vagar en la creencia de las normas de vida que él dejó.
Seguridad v111
Recordemos el Salmo 119:57 lo mismo que el verso 111. No sólo el Salmista sabe que le corresponde como porción Jehová, sino que él decide tenerlo como aquellos que él recibe porque quiere, por eso dice que el tesoro o herencia que llena de gozo su corazón son los testimonios que ha decidido tenerlos para siempre, en todo su futuro que le queda por delante. Eso le da seguridad a él mismo.
Integridad v112
El corazón es tomado como aquello que representa todo el ser del Salmista, en otras palabras: mente, alma, espíritu, sentimientos, pensamientos, voluntad y todas las áreas de la vida han sido hechos receptivos y dispuestos a accionar conforme a sus estatutos. Y piensa hacerlo todos los días, de manera continua hasta el fin. Esta es una doble afirmación de que será así lo que hará.
Recordar la posición en la que debes estar te ayuda a continuar en los tiempos turbulentos. Mantenerse firme, perseverar, continuar recto, tener seguridad y permanecer en integridad son cualificaciones que no debes abandonar nunca, sea cual sea la situación.
III. Haciendo peticiones
III. Haciendo peticiones
El salmista no solo identifica su condición, recuerda su posición, sino que esas dos cosas lo ayudan a ser capas de hacer las peticiones correctas para su vida.
Renovación v107b
Una petición muy importante es que; se debe rogar por ser vivificado. Es decir, ser renovado y ser traído nuevamente a la vida. ¿Qué pides tú? Salir de la tormenta o pedir que el Señor esté en medio de ella y ahí esté puliéndote para brillar más.
Aceptación v108
Pide ser agradable al Señor, enfócate en lo que realmente vale la pena, la presentación delante de él. ¿Qué tienes para entregarle a él hoy? El salmista rogó que sean agradables los sacrificios que no son realizados por el sólo hecho de querer cumplir, sino porque se quiere hacer de manera voluntaria.
Conclusión
Conclusión
Deja que la Palabra sea la que te diga por donde ir y también deja que te diga en qué estás andando para que sepas cómo debes ser corregido. Acepta lo que te ocurre, recuerda quién eres en Cristo (Ro. 8:37) y comienza a pedir por una renovación en tu vida.