De Mal en Peor
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Supongamos que de pronto en el Valle del Tesoro se escucha que:
Partes de un cuerpo humano aparecieron en Mountain Home, Boise, Meridian, Nampa, Kuna, Caldwell, y Middleton.
Supongamos que se descubre que alguien asaltó a la persona y la golpearon de tal manera que murió.
Supongamos que su esposa encontró el cuerpo y en desesperación cortó en pedazos el cuerpo e hizo llegar una parte del cuerpo a la acaldía de cada una de estas ciudades.
…todo con el fin de que todos nos diéramos cuenta de su dolor y desesperación.
…todo para darnos cuenta del terrible acto de violencia que ocurrió en lo que se supone ser uno de los mejores lugares para vivir en todo los EEUU.
Tal vez se nos hace imposible que esto pudiera ocurrir en algún lugar.
Es demasiado horrible.
Es demasiado grotesco pensar que alguien pudiera enviar las partes del cuerpo de su ser querido para mostrar el terrible crimen que se cometió en contra de su ser querido.
Pero nos damos cuenta que es exactamente lo que registra la Biblia en el libro de los Jueces; aunque los acontecimientos son aun más horribles.
Hoy consideraremos:
Un crimen horrendo en Israel
Dios juzga al culpable
Israel se aleja más de Dios
I. Un crimen horrendo en Israel
I. Un crimen horrendo en Israel
El crimen horrendo se comete en el capítulo 19. De hecho, los capítulos 19-21 deben leerse juntos ya que en estos tres capítulos se encuentra la historia completa.
En aquellos días, cuando no había rey en Israel, había un levita que residía en la parte más remota de la región montañosa de Efraín, el cual tomó para sí una concubina de Belén de Judá.
El crimen se comete contra el levita y su concubina.
Un levita era miembro de la tribu sacerdotal en Israel.
Ellos se dedicaban al servicio de Dios en el santuario (Tabernáculo o el Templo).
Lo curioso de este pasaje es que vemos que este levita va con una concubina.
Las concubinas eran mujeres que tomaban los hombres para procrear hijos.
Es decir, estos hombres tenían una esposa y aparte tenían concubinas con las cuales procreaban hijos.
En sí, este hombre esta cometiendo adulterio. Esto nos debe dejar con la boca abierta, pero no es lo peor de la historia.
La Biblia nos dice que la concubina cometió adulterio contra el levita y se fue a casa de su padre.
Jueces 19:2 (NBLA)
Pero su concubina cometió adulterio contra él, y ella se fue de su lado, a la casa de su padre en Belén de Judá, y estuvo allí por espacio de cuatro meses.
Pero su concubina cometió adulterio contra él, y ella se fue de su lado, a la casa de su padre en Belén de Judá, y estuvo allí por espacio de cuatro meses.
Sin embargo, el hombre parece tenerle afecto y hace todo lo posible para recuperarla.
Su marido se levantó y fue tras ella para hablarle cariñosamente y hacerla volver, llevando consigo a su criado y un par de asnos. Y ella lo llevó dentro de la casa de su padre, y cuando el padre de la joven lo vio, se alegró de conocerlo.
Su suegro, el padre de la joven, lo retuvo, y se quedó con él tres días. Y comieron, bebieron y se alojaron allí.
Cuando el levita llega a casa de su suegro logra ganarse el corazón de su concubina y ella decide regresar con él.
Pero notemos la convivencia que hay entre levita, la concubina, y su suegro.
Todos están alegres porque parece que han enmendado la relación y todo va a estar bien.
Otra cosa que nos debe llamar la atención es que la Biblia nos dice que “bebieron”. En el versículo 6 nos damos cuenta que “se alegró el corazón” del levita; es decir estaba bebiendo alcohol.
El levita se estaba embriagando.
Esta es otra falla en la vida de este hombre ya que Dios había prohibido que los levitas se embriagaran puesto que eran sacerdotes de Dios y debían estar sobrios en todo momento.
De momento nos damos cuenta que estas faltas (el levita con concubina, la concubina adulterando, el levita embriagándose) nos indican que el pueblo de Dios estaba caminando muy lejos de Dios.
Estas acciones no los separaban de Dios; más bien, estas acciones mostraban lo lejos que estaban de Dios.
El hecho que adulteras, mientes, te drogas, etc…no te aleja de Dios. Más bien, estos actos los cometemos porque nos encontramos ya lejos de Dios por amor a nuestro pecado.
Los versículos 5-9 son un tanto graciosos porque una y otra vez el suegro insistía en que el hombre y su hija se quedaran; pero finalmente tuvo que partir el levita.
Todo se complica cuando llegan cerca de Jebús:
Cuando estaban cerca de Jebús, el día casi había declinado. Y el criado dijo a su señor: «Te ruego que vengas, nos desviemos, y entremos en esta ciudad de los jebuseos y pasemos la noche en ella»
Pero su señor le dijo: «No nos desviaremos para entrar en la ciudad de extranjeros que no son de los israelitas, sino que iremos hasta Guibeá»
El levita es muy claro; él no quiere quedarse en tierra de extraños.
Él quiere quedarse en la tierra de Israel - Guibeá.
Él sabe que los jebuseos son hombres alejados de Dios, idolatras, hombres que no conocen a Dios - en otras palabras corría peligro entre ellos.
En cambio, en Israel estaría a salvo, tranquilo, en medio del pueblo que busca a Dios.
Sin embargo, sin tenemos un levita (el sacerdote, el líder religioso) que tiene una concubina, y que se embriaga - que podríamos esperar del resto del pueblo.
Todo se complica cuando llegan a la plaza del pueblo y un hombre les pide que se queden en su casa.
«Paz sea contigo», dijo el anciano. «Permíteme suplir todas tus necesidades. Pero no pases la noche en la plaza»
Y lo llevó a su casa y dio forraje a los asnos. Ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron.
Algo sospechaba el hombre anciano.
Él sabía algo de sus vecinos que presentaban peligro para el levita y su concubina.
Con gran razón el anciano hizo lo posible para llevar al levita y su concubina a su casa. Pronto llegaría la turba de hombres perversos de la ciudad para abusar del hombre - parece que han llegado a Sodoma y Gomorra.
Mientras ellos se alegraban, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; y golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: «Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él»
Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: «No, hermanos míos, no se porten tan vilmente. Puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometan esta terrible ofensa.
Es realmente triste ver que estos hombres están dispuestos a actuar de esta manera.
Pero las cosas van de mal en peor. El anciano está dispuesto a darles a su hija para que abusen de ella con tal que no le hagan nada al levita.
»Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permítanme que las saque para que abusen de ellas y hagan con ellas lo que quieran, pero no cometan semejante ofensa contra este hombre»
El levita empeora las cosas cuando les ofrece a su propia concubina.
Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer.
Saca a la concubina y toda la noche abusan de la pobre mujer.
Los próximos versículos son realmente tristes y difíciles de leer al ver el pobre estado de la mujer:
Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta que se hizo de día.
Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y vio que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral.
Y él le dijo: «Levántate y vámonos». Pero ella no respondió. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa.
Tanto fue abusada la mujer que al otro día muere.
¿Cuánto sufrió esta mujer?
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Siendo estos hombres “pueblo de Dios” se portaron como animales salvajes contra esta mujer.
Y aun, el anciano y el levita no se atrevieron a defender la dignidad de la hija y la concubina.
¿Dónde estamos? ¿Acaso es este el pueblo de Dios? ¿Acaso estamos en Israel?
Pareciera una escena del mismo infierno - ya que eso fue lo que vivió una mujer mientras era abusada - un infierno.
El levita toma el cuerpo de su concubina y la corta en pedazos y envía partes de su cuerpo a todo Israel para que todo mundo se dé cuenta de lo que acaba de suceder dentro del pueblo de Dios a manos del pueblo de Dios.
Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel.
Y todos los que lo veían, decían: «Nada como esto jamás ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los israelitas subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Considérenlo, tomen consejo y hablen»
Así que después de varios ciclos de jueces que Dios enviaba a su pueblo para rescatarlos...
Una y otra vez se alejaban de Dios
…y Dios los entregaba en manos de sus enemigos...
…pero ellos clamaban a Dios y Dios les enviaba un juez para librarlos...
…y tras tener la libertad, después de un tiempo volvían a alejarse de Dios.
Sin embargo, llegamos a los últimos capítulos de este libro y nos damos cuenta que las cosas están peor que nunca.
Israel se ha hundido en un fango de inmundicia, se han rebelado contra Dios, están actuando como un pueblo que nunca ha conocido a Dios.
II. Dios juzga al culpable
II. Dios juzga al culpable
Pero Dios es justo. Dios es el defensor del débil.
Dios va a tomar venganza por todo lo que ha ocurrido.
¿De donde eran los hombres que abusaron de la mujer?
Así que pasaron de largo y siguieron su camino, y el sol se puso sobre ellos cerca de Guibeá que pertenece a Benjamín.
Estos hombres eran de la tribu de Benjamín.
Por tanto Israel se levanta en armas contra esta tribu para ejecutar juicio a causa de su gran mal.
Se reunen las demás tribus para pelear contra los benjamintas.
Los israelitas se levantaron, subieron a Betel, y consultaron a Dios, y preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra la tribu de Benjamín?». Entonces el Señor respondió: «Judá subirá primero».
Notemos que Dios mismo los ha enviado.
Dios mismo ha sancionado/aprobado que Israel ejecute juicio sobre Benjamín.
Pero porque habría de ser afectada toda la tribu.
¡No todos habían cometido este acto!
Entonces las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín y dijeron: «¿Qué es esta infamia que se ha cometido entre ustedes?
»Entreguen ahora a los hombres, esos perversos en Guibeá, para que les demos muerte y quitemos esta infamia de Israel». Pero los de la tribu de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.
Israel les dio la oportunidad a los de la tribu de Benjamín para que entregaran a alos malvados que habían cometido este gran mal.
…pero no quisieron.
O estaban de acuerdo o sentían que no habían hecho ningún mal.
De cualquier manera la ira de Dios se ha encendido contra la crueldad y maldad de esta tribu.
Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
Israel derrota a Benjamín en medio de una gran matanza:
El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de 25,000 hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros.
Pero quedaron 600 benjaminitas que se escondieron en una peña.
Pero 600 hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses.
III. Israel se aleja más de Dios
III. Israel se aleja más de Dios
Hermanos, parece que las cosas no pueden empeorar…pero si, empeoran:
Los Israelitas están confundidos.
Han matado a sus propios hermanos.
Han exterminado a toda una tribu, excepto a 600 hombres.
Aparte de esto han jurado que nadie de ellos daría a sus hijas a los hijos de Benjamín como castigo por lo que cometieron.
Pero ahora, después de reflexionar, temen que se extermine por completo una de las tribus de Israel.
Deben buscar ahora mujeres para estos 600 hombres.
Así que tomaron lista para saber si había un pueblo que no había enviado hombres a la guerra contra Benjamín - y resulta que los de Jabes Galaad no habían ido.
Así que ellos deciden hacer guerra contra ellos y tomar mujeres vírgenes para estos hombres.
La congregación envió a 12,000 de los hombres de guerra allá, y les mandaron diciendo: «Vayan y hieran a los habitantes de Jabes Galaad a filo de espada, con las mujeres y los niños.
»Esto es lo que harán: destruirán a todo hombre y a toda mujer que se haya acostado con varón»
Y hallaron entre los habitantes de Jabes Galaad a 400 vírgenes que no se habían acostado con varón. Y las llevaron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.
Hermanos, nuevamente vemos la violencia y crueldad del hombre.
Dios no está sancionando este acto.
Dios no está aprobado esta masacre.
Aparte de esto, Israel está prácticamente sancionando la violación de estas mujeres jovenes.
Las están llevando a la fuerza tras la masacre.
Pero, notamos que solo eran 400 mujeres mientras que habían 600 hombres de Benjamín. Faltan 200.
Así que ellos les indican un plan:
Y dijeron: «Cada año hay una fiesta del Señor en Silo, que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Lebona».
Y dieron esta orden a los benjamitas: «Vayan, y embósquense en las viñas,
y velen. Cuando las hijas de Silo salgan a tomar parte en las danzas, entonces ustedes saldrán de las viñas y cada uno tomará una mujer de las hijas de Silo, y vuelvan a la tierra de Benjamín.
»Y cuando sus padres o sus hermanos vengan a quejarse a nosotros, les diremos: “Dénnoslas voluntariamente, porque no pudimos tomar en batalla una mujer para cada hombre de Benjamín. Tampoco ustedes se las dieron, pues entonces serían culpables”».
Así lo hicieron los benjamitas, y tomaron mujeres conforme a su número de entre las que danzaban, de las que se apoderaron. Entonces se fueron y volvieron a su heredad, reedificaron las ciudades y habitaron en ellas.
Los israelitas se fueron entonces de allí, cada uno a su tribu y a su familia. Cada uno de ellos salió de allí para su heredad.
Nuevamente entran los Israelitas, entre sus propios hermanos, como unos bandidos / violadores / secuestradores y se llevan a 200 mujeres jóvenes a la fuerza.
Están actuando igual o peor que los de la tribu de Benjamín que no mostraron compasión con la concubina.
Conclusión
Conclusión
Y es aquí donde termina el libro de los Jueces:
En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.
Después de leer todo lo horrible que es capaz de hacer el hombre.
Después de leer todo lo que hizo el “pueblo de Dios” contra la concubina, contra las mujeres de Jabes Galaad, contra las mujeres de Silo, se siente uno sucio, confundido, contristado, de como es posible que el hombre pueda hacer tantos actos horrendos contra su prójimo.
Y es aquí donde nos damos cuenta de lo que es capaz el hombre. No nos debe sorprender que:
Un hombre está dispuesto a engañar a su esposa.
Un hombre está dispuesto a destruir su higado/salud con tal de beber una cerveza más.
Una mujer está dispuesta a ahogar a sus hijos.
Una mujer está dispuesta a abandonar a sus hijos e ir tras su amante.
Un policia está dispuesto, en un acto de odio, disparar contra una persona que no está armada.
Un gobierno está dispuesto a llevar a más de 6M de personas a la exterminación por ser de una raza indeseable.
…etc...
Es aquí donde vemos nuestra propia condición.
Es aquí donde vemos de lo que nosotros somos capaces.
Como seres humanos estamos propensos a caer en los pecados más oscuros y bajos.
Estamos dispuestos a destruir y destruirnos a nosotros mismos.
Estamos dispuestos, si no fuera por la mano de Dios, arrazar con nuestra familia.
Pero el autor de Jueces quiere que entendamos la raíz de todo esto:
En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.
No había rey en Israel y cada quien hacía lo que le parecía.
No había gobernante en el pueblo de Dios y la gente se gobernaba por sus instintos, sus deseos, sus propios pensamientos.
Pronto se establecerían los reyes en Israel.
Pero la solución no es un rey terrenal, no es un gobernante, no es un presidente municipal.
Los hombres ponen sus ojos en un Joe Biden o un Andrés Manuel Lopez Obrador y que sucede:
La gente sigue embriagándose
Las violaciones siguen ocurriendo
El abuso doméstico sigue en aumento
Los asesinatos no se acaban
La pobreza aumenta
en fin…los males de este mundo van aumentando en lugar de disminuir.
Pero todo esto apunta a que necesitamos un rey, un señor, un monarca, un gobernante - necesitamos a Jesús de Nazaret.
Necesitamos a ese maravilloso rey que llevó sobre su cabeza una corona de espinas y no una corona de oro.
Necesitamos a ese maravilloso soberano que se le dio una cruz de madera y no un trono de madera fina cubierta en oro.
Necesitamos a ese bendito rey que tomó nuestro lugar para perdonar todas nuestras maldades de tal manera que ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.
Necesitamos al bendito Mesías que vino a transformar nuestro corazón que ahora permite que nosotros vivamos bajo su gobierno, bajo su autoridad, bajo su señorío.
Es por eso que nosotros le llamamos Rey y Señor - porque nos sometemos a él - el hecho de que hemos sido perdonados es lo que nos motiva en lo más prufundo de nuestro ser:
Lo que tu ordenes yo quiero hacer
Donde tu quieras yo voy
Lo que tu me pidas yo te doy
…todo estoy dispuesto porque me has perdonado bendito Rey.