Confirmación de los Discipulos y la Restauración de Pedro.
Juan • Sermon • Submitted
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Introducción
Introducción
Es domingo, día de resurrección y vemos a Jesús dando autoridad a sus discipulos para llevar a cabo la gran comisión y de forma simbólica les dió el Espiritu Santo (22) es simbólico porque ya el había dicho que el Espiritu Santo vendrúa cuando el asecendiera, no antes, y esto sucedio en Pentecostes donde fueron investidos de Poder, finalmente equipados para llevar evangelio hasta lo ultimo de la tierra.
La autoridad se la dió a la iglesia, para afirmar a los verdaderos creyentes y a los falsos creyentes.
La iglesia tiene autoridad dada por la Palabra de Dios para:
Disciplinar.
Afirmar
Llamar al arrepentimiento.
Declarar creyente o no de acuerdo a la profesión de fe de la persona.
MacArthur: “Los creyentes tienen autoridad para esto porque Dios les ha dado su Palabra, que es la norma suprema para juzgar. Su autoridad no proviene de ellos; no se basa en la justicia personal de ellos, en sus dones espirituales o posición eclesiástica.
Más bien, viene de la Palabra de Dios autoritativa. Aquello que es afirmado por las Escrituras los cristianos lo pueden afirmar dogmáticamente y sin titubeos; aquello denunciado por las Escrituras, los cristianos lo pueden denunciar con autoridad y sin disculparse”.
Tomás: La afirmación de su fe.
Tomás: La afirmación de su fe.
Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré. Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino* y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo* a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron. Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.
Tomas es uno de los 12 discipulos, pero no estuvo presente el domingo anterior, en la primera manifestación de Cristo a sus discipulos.
AHora esta presente, (Dídimo) es gemelo; que no se menciona en la escrituras.
Tomas, esta dispuesto a creer, pero pone unas condiciones para ello:
Ver las cicatrices de los clavos.
Meter el dedo en lo hueco de los clavos.
Poner la mano en la costado.
Es Incrédulo.
Jesís como Señor onmisciente, se aparece en medio y va directo a Tomas:
Le dice que mire sus manos.
Le dice que meta su dedo en las cicatrices de las manos.
Le dice que meta la mano en su costado.
Lo llamada de incredulidad a a ser creyente.
Tomas ahora exclama: Señor mío y Dios mío.
Jesús responde que que si bien la fe de Tomas basada en la evidencia era buena, trae mayor gozo no ver y creer.
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A pesar de la incredulidad de Tomas, Jesús no llegó ante él a reprocharle, acusarle, o llamarle un hijo del Diablo por no creer de la misma forma que lo hicieron los otros, cuando se trata de la fe salvífica, hace falta solo un grano de mostaza.
Jesús estuvo dispuesto a dar pruebas de su Divinidad y porque a el y solo a el, hemos de adorar y servir.
Nosotros somos bienaventurados, porque aunque no hemos visto, hemos creído, eso no nos hace mejores que los apóstoles, pero es una gracia poder haber creído por medio de la palabra del Señor.
Tomas necesitó de Jesús Resucitado para afirmar su fe. Una vez la resurrección volcó las cabezas de este discipulo, como debiera hacerlo con nosotros.
Este texto nos muestra una vez mas, que para creer y arrepentirnos no necesitamos ver milagros y prodigios hoy, Dios puede hacerlos, pero ya tenemos suficientes; estos estan escritos para que creamos.
Los Diez discipulos: La Afirmación de su Misión.
Los Diez discipulos: La Afirmación de su Misión.
Ahora vemos que pese a q ue los discipulos habian sido testigos de la resurrección, estos vuelven a sus oficios, unos se unen a los oficios de Simón y a continuación vemos una escena casi exacta de Lc 5.4-11; Mt 4.17-21. donde jesús les había llamado no a ser pescadores de peces sino que hombres.
Pareciera que jesús con estos hechos, quisiera mostrarles de manera defitinitva para que lo entendieran que separados de El nada pueden hacer y que, su verdadero llamado, no eran los peces.
Algunos argumentan que Pedro volvió a sus redes, a causa de la culpa que le generó haber negado a Cristo y que si, había que dedicarse al reino, lo liderara otra peresona mas digna, pero no él.
Los discipulos no logran identificar a Jesús, salvo Juan, quien generalmente entendía mas rápido las cosas, mientras que Pedro era mas impulsivo.
Toman el desayuno, sin preguntar puesto que sabían que estaban con su maestro resucitado y ahora Jesús tiene como objetivo restaurar a Pedro pero antes permita ciertas aplicaciones.
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Si conectamos este texto con Lucas y Mateo, pudieramos llegar a la conclusión que Jesús le estaba recordando y afirmando la verdadera misión que los discipulos tenían: Ser pescadores de Hombres, testificando de Cristo.
Ya Jesus de manera simbólica les había dado su espiritu, en otras palabras, les había equipado para esa misión por tanto, no debían enredarse en los negocios de la vida.
Una vez más nosotros vemos gracia en las palabras y trato de Jesús con sus discipulos, pues les reprochó por su volver a vida antigua, con amor y solo su presencia fue suficiente para que ellos recordaran su verdadero objetivo.
Pedro: La Afirmación de la Gracia.
Pedro: La Afirmación de la Gracia.
Jesús le pregunta tres ocasiones a Padre si le amaba, en las dos primeras usa la palabra griega agapao pero en la tercera usa phileos: El amor ágape es uno incondicional que solo Dios puede dar, sacrificial, perfecto mientras el phileo es uno mas familiar, aquel que se construye entre hermanos de sangre, uno que con las relaciones se creciendo.
A pesar de que jesús las primeras dos veces le habla de un amor ágape, Pedro no es capaz de decirle que lo ama con ese mismo amor.
Pedro había aprendido la lección: Pedro pasó de ser un impetuoso, egocentrico y alardeador de fidelidad, paso de decir, por ti soy capaz de morir y pelear a decir, Señor, cuando me veo a mi mismo, y el amor con el que tu me amas, solo puedo decir que puedo amarte de una forma limitada.
Tengo el potencial de volverte a negar, ahora Pedro es mas humilde, sencillo, y entiende que Jesús lo sabe todo, el conoce su corazón, conoce sus limitaciones, conoce que es un pecador amado y redimido, que solo por la gracia de Dios es posible que le pueda amar.
Ahora Pedro esta listo para apacentar las ovejas de Cristo y dar su Vida por su Señor.
Evangelio según San Juan 21:15–23
Eusebio: “Pero Pedro parece haber predicado en Ponto y Galacia y Bitinia y Capadocia y Asia, a los judíos de la Diáspora, y por fin, habiendo llegado a Roma, fue crucificado con la cabeza hacia abajo, porque así pidió él sufrir” (Historia Eclesiástica III, /).
El propóstio de Pedro era uno, el de Juan otro. No había razón para compararse. La misma gracia que acompañó a Padro es la misma que a Juan y a todos los discipulos.
Finalmente, termina este hermoso evangelio, haciendo uso de la hipérbole (exageración) para indicar que Jesús hizo mucho mas, pero las que estan escrito son suficientes, no requerimos mas revelación, mas visiones, mas milagros y señales, necesitamos las escrituras y dar testimonio de lo allí dado a nosotros sin agregar y reducir.
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Pedro nos recuerda la humildad que la gracia debe producir en nosotros, la iglesia no esta llena de Yankees Espirituales, todopoderosos, somos personas sujetas a pasiones que tal como Pedro, dependemos de la gracia de nuestro Señor y Dios Jesucristo.
Fueron tres veces que Pedro Negó a Cristo, fueron tres veces que Jesús afirmo su identidad en Cristo, que Afirmó la gracia y el perdón y en él; nuestros pecados fueron perdonados, sin embargo, muchas veces seguimos batallando con las consecuencias de ellos, puede ser culpa, verguenza, etc., sea como fuere, debemos recordar que somos amados y perdonados para dar testimonio de aquel que nos amó y se entregñó a sí mismo por nuestros pecados para nuestra salvación.
Dios tiene absoluto control de nuestras almas, de nuestras vidas, sabe nuestra fecha nacimiento, y nuestra fecha de muerte, sabe como vamos a morir, pero aún en nuestra muerte, hemos de glorificar al Señor si no desmayamos.
Nuestra responsabilidad es seguir al Señor, amar al Señor, servir al Señor y si Dios no hace conmigo lo mismo que hizo con fulano y perano, a ti que, sigue al Señor!
No requerimos mas revelación, mas visiones, mas milagros y señales, necesitamos las escrituras y dar testimonio de lo allí dado a nosotros sin agregar y reducir.