Identificados con Cristo (Romanos 6:1-11)

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,323 views

En este pasaje Pablo hablará acerca de la santificación y como el bautismo es un profesión de ello recordándonos lo que hemos profesado con nuestras bocas.

Notes
Transcript

Introducción

Hoy nos encontramos celebrando el bautismo de estas personas que voluntariamente han decidido obedecer al mandamiento de Dios de bautizarse, tal y como enseña Hechos 2:38
Hechos de los Apóstoles 2:38 RVR95BTO
Pedro les dijo: —Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo,
Para comprender mucho mejor lo que van hacer estas personas en el día de hoy, tenemos que saber que el término bautizo proviene del griego y se usaba originalmente para describir el teñido de las telas al sumergir la tela en la tinta, el color y la tela se combinaban de tal manera que se identificaban el uno con la otra. La tela se identificaba por su color, como por ejemplo, la tela roja.
Por lo tanto, lo que se va a producir ahora no es nada místico, sino una representación gráfica de lo que ya ha sucedido en su vida y una proclamación del mensaje que hoy vamos a predicar. Ahora bien, si hemos dicho que el bautismo requiere una identificación con algo como en el caso de las telas ¿Con qué se están identificando cada uno de ellos? Para desarrollar esa pregunta dejemos que la Biblia sola nos conteste, así que vallamos a Romanos 6:1-11
Romanos 6:1–11 RVR95BTO
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Introducción al texto bíblico

Nos encontramos casi al principio de la carta que Pablo escribe a los cristianos romanos. Durante los tres primeros capítulos el autor presenta la culpabilidad y pecaminosidad de todos los seres humanos independientemente de cual sea su raza o género. No obstante, el mensaje no se queda ahí, sino que Pablo presenta la única vía de salvación que existe para el hombre y es a través de la fe en Cristo, lo que viene a significar que tanto los judíos como gentiles son todos esclavos del pecado, incapaces de entablar una relación con Dios por sus propios medios, solo Dios es el que puede cambiar esa trágica situación y lo hizo entregándonos a su Hijo Jesucristo.
Además en el contexto más próximo encontramos que en el capítulo 5 de Romanos Pablo nos habla acerca de dos personas que suponen ser nuestros representantes, el primero de ellos fue el primer ser humano creado, Adán, y nos representa en cuanto al pecado y la muerte, mientras que la segunda persona que puede representarnos es Cristo y se destaca por la libertad y la vida. Todos nosotros desde el primer momento de nuestra existencia por naturaleza tenemos como representante a Adán. Sin embargo, a través de la fe, tal y como han hecho la mayoría de los que estamos aquí y los que se van a bautizar reconocen que a partir de ahora su representante no va a ser Adán, sino Cristo.
Sin embargo, lo que acabamos de leer es que Dios no solo quiere librarnos de la culpa del pecado y por lo tanto de la condenación eterna, sino que Dios también quiere librarnos del poder del pecado y lo que estas personas van a profesar es que se puede vivir siendo libres del pecado, no de pecar, pero si del domino del pecado.

Identificación con Cristo en su muerte

La primera identificación que hacen cada uno de los que se va a bautizar según leemos en nuestro pasaje es identificarse con Cristo es su muerte. Para poder vivir libres del pecado no nos queda otra que renunciar a nuestra vida actual, confesar que somos pecadores y pedirle a Dios que cambie nuestros corazones. No hay manera de salvación, si no comprendes que es imposible salvarte a ti mismo, la única manera de ser redimidos es dándonos a nosotros mismos por perdidos. Pablo vuelve a enseñar esa misma idea en Colosenses 3:3
Colosenses 3:3 RVR95BTO
porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Lo que confesamos es que nuestro representante Adán lo único que nos ha producido es ruina y miseria y por lo tanto debemos de mortificar a ese Adán para que pueda vivir Cristo en nosotros. A todos los que hemos sido bautizados y a los que se van a bautizar este momento nos recuerda que nos identificamos con Cristo en su muerte, el bautismo nos recuerda de que hemos muerto para el pecado, de la misma manera que para bautizar a una persona debemos de sumergirla, simbólicamente eso es lo que hemos hecho con nuestra vida pecaminosa la hemos dejado enterrada sumergida debajo del agua.

Identificación con Cristo en su vida

La segunda y última identificación que veremos en esta mañana, es identificarse con Cristo en su vida. Nuestras vidas están muertas al pecado, pero vivas a partir de ahora para hacer la voluntad de Dios, ahora no vamos a seguir nuestra propia voluntad, nuestros apetitos pecaminosos, sino que a partir de ahora viviremos para hacer la voluntad de Dios, para glorificar a Dios. De la misma manera que al bautizar sumergimos a la persona, también esa persona asciende y asciende recordándonos que ahora tiene una nueva vida para Cristo. Pablo expresó muy bien esta idea en Gálatas 2:20
Gálatas 2:20 RVR95BTO
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Advertencia

Antes de llegar a la conclusión matizaré una advertencia que no podemos pasar por alto y es que el bautismo no nos libra de nuestro viejo hombre, simplemente nos recuerda que hemos muerto a esa vida. Los que estamos aquí continuamos luchando con el pecado, solo es que hay una diferencia y es que ahora vivimos en libertad, vivimos sabiendo lo que es ser libre del pecado, vivimos sabiendo lo que es saber decir al pecado «No». Lutero dijo una vez respecto a esto que estoy comentando:
Pensé que el viejo hombre había muerto en las aguas del bautismo. Pero descubrí que el infeliz sabía nadar y ahora tengo que matarlo todos los días.
La gran ironía que encontramos en esta enseñanza predicada en esta mañana, es que aunque morimos al pecado, todavía subsiste en nosotros la posibilidad de pecar, y que a pesar de tener una nueva vida en Cristo, la naturaleza vieja, de la que hemos sido separados, puede aún hacer demandas y hasta llevarnos de nuevo a pecar.

Conclusión

La conclusión viene muy bien explicada por Pablo en Romanos 6:11
Romanos 6:11 RVR95BTO
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Durante los 11 primeros capítulos solo nos encontramos con este mandamiento en la carta. En ocasiones pensamos que el comienzo de la santificación es hacer, hacer y hacer, pero el primer mandamiento que da aquí Pablo no es que hagamos, sino que consideremos, que recordemos, que creamos. El diablo querrá cegarnos de las riquezas que tenemos en Cristo. Lo más importante para Dios no es cambiar primero nuestra manera de actuar, sino más bien cambiar nuestra manera de pensar, por lo tanto, espero que al igual que los que se van a bautizar todos nosotros nos identifiquemos con Cristo en su muerte, pero también en su vida, que nos consideremos muertos al pecado, pero vivos para Dios. Termino leyendo Colosenses 3:1-3
Colosenses 3:1–3 RVR95BTO
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.