Gn 47.13-26 - "El plan más grande que Dios ha guardado" - Serie Génesis No. 103
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Cuánto ama Dios? Nos ama mucho. Nos da el pan de cada día. A veces este pan que tenemos en frente parece ser el resultado de nuestras acciones y de nuestra habilidad. Pero tal vez es solo la gracia de Dios.
¿Agradecemos al Señor por esto?
Realmente Dios tiene propósitos. Hoy vamos a estudiar una porción de la Escritura que mostrará más las condiciones de Egipto, pero que al mismo tiempo mostrará la diferencia con el pueblo hebreo.
Dios SÍ TIENE PLANES. ¿Qué está dispuesto a hacer Dios por sus planes? ¿Cómo se llama este plan más grande de Dios o en qué consiste?
¿Y estamos fuera de este plan?
El título del mensaje de hoy es “El plan más grande que Dios ha guardado” y está basado en Gn 47.13-26.
EXÉGESIS Gn 47.13-26
EXÉGESIS Gn 47.13-26
Resumen
La familia de Jacob está en la tierra de Gosén.
José los ha llamado a pedido de Faraón y tendrán una tierra fértil para pastoreo.
José presenta a su padre a Faraón.
Inesperadamente Jacob bendice a Faraón dos veces.
Dios está guardando y salvando a la familia de Jacob y a sus 12 hijos del tiempo de hambruna más grande descrito en las Escrituras.
13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.
“No había pan en toda la tierra..”
El hombre no puede controlar ni su entorno.
Pretende tener el control pero no lo tiene.
“..y el hambre era muy grave..”
Las condiciones naturales podrían destruir al hombre.
Dios siempre ha sido misericordioso.
“..por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.”
Las personas no pueden soportar tanta necesidad ni en Egipto ni en Canaán.
Si no fuese por José, aún Egipto hubiese caído.
¿Por qué Dios es tan misericordioso con Egipto?
Porque ese lugar va a sustentar al pueblo hebreo, hasta que adquieran a través del dolor una identidad de pueblo.
¿En quién nos sustentamos? Estamos tan acostumbrados a tener el pan en la mesa, al salario, a las ventas, al ingreso, y ya casi no damos gracias a Dios por su verdadera misericordia. Él nos sustenta todo el tiempo.
El hombre no debe sustentarse en fuerzas propias, sino en las manos de Dios. Cuando enseñas a tus hijos a sustentarte en tus fuerzas un día tus hijos van a caer.
14 Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón.
Si no fuese por la sabiduría de José. Dios obraba a través de él.
“Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán..”
Previsión para 7 años y puede cubrir con alimentos ambas tierras.
José vende alimentos, da la oportunidad de comer a los egipcios.
Clave:
Los egipcios cada vez se irán haciendo dependientes de José y de FARAÓN.
“..y metió José el dinero en casa de Faraón..”
José es un obrero de Faraón, no toma nada ni se aprovecha de la situación.
Contraste clave:
CONTRASTE entre Israel - Egipto.
Egipcios se van haciendo dependientes de Faraón.
Israel ha confiado en el Señor para su sustento. (A través de José)
Los hombres (varones y mujeres) sabios, actúan con las situaciones urgente de manera sabia y en consecuencia a la urgencia.
Los que hayan ignorado al Creador en manos de los hombres se sustentarán. Los que hayan confiado en Dios a manos a Dios se sustentarán.
15 Acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
“Acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán..”
Los recursos y bienes materiales son limitados ante situaciones que el hombre no controla.
“..vino todo Egipto a José, diciendo: Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?”
Claman por misericordia cuando no pueden pagar más.
De forma indirecta, reconocen la sabiduría de José. Él ha previsto, ellos no.
Los egipcios tenían adivinos pero ninguno pudo predecir lo que solo Jehová tenía en sus manos.
Tenían dioses pero ninguno puede responder a sus necesidades.
Faraón era considerado divino, pero necesitaba la sabiduría de José.
La necedad del hombre es grande. El dinero no lo puede todo. Es limitado y termina.
Los que confían en Jehová pueden olvidarse de predecir sus vidas, sino tan solo confiar en Él.
Jacob había dejado de confiar en sí mismo para llevar a su familia a sustentarse en el Señor.
Necesitamos ser más como Jacob y menos como los egipcios.
16 Y José dijo: Dad vuestros ganados y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el dinero.
José es sabio. No regala el alimento.
No es falta de misericordia. Recién inician los 7 años.
José garantiza bajo su cuidado la vida animal, valiosa en hambruna.
17 Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos; y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.
“Y ellos trajeron sus ganados a José, y José les dio alimentos por caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos..”
El trueque era una actividad muy común en ese tiempo.
Los egipcios entregan sus últimas posesiones.
“..y les sustentó de pan por todos sus ganados aquel año.”
José, el hombre sabio provee.
Los ganados y la riqueza egipcia sirve para un año de hambruna.
RECORDAMOS EL PUNTO CENTRAL:
Los egipcios están en su tierra pero están empezando a perder todo, no pueden sustentarse, requieren de Faraón.
Los hebreos no están en su tierra, han abandonado todo, se han despojado de su tierra por hacer caso a Dios y entonces el sustento viene para ellos, porque Dios tiene propósitos con Israel.
18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
“Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año..”
Hambruna tan grande que ha arrasado con todo en un primer año.
“..No encubrimos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.”
Ya no tienen nada para comprar alimento.
La hambruna no ha pasado.
Están dispuestos a venderse a ellos mismos.
Aún la tierra van a perderla o pasará a ser de Faraón.
Mientras tanto, los visitantes hebreos son provistos de las mejores tierras egipcias para su pastoreo.
La adoración a dioses falsos no los había llevado realmente a nada y esto era visible en tiempos de necesidad. La adoración al Dios verdadero lleva a Jacob a tener dónde descansar.
19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
Egipcios dispuestos a ser esclavos de Faraón por superviviencia (en el segundo año!)
“..y danos semilla para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.”
De alguna manera se podía todavía sembrar (estaban al lado del Nilo), pero la tierra no rendía.
“..y no sea asolada la tierra.”
Otras traducciones: “..y no quede la tierra desolada”.
No quede vacía a causa de tanta muerte.
Hay desesperación en los egipcios. No hay desesperación en el pueblo de Israel.
Hay riesgo de muerte en la casa de los egipcios. No hay riesgo en las manos del Señor.
Hay entrega a ser dependiente de los hombres. Jacob prefiere ser dependientes del Señor.
20 Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser de Faraón.
José y sus sabias decisiones traían prosperidad a Faraón.
Jacob había bendecido a Faraón.
Abraham había llevado maldición la primera vez.
“..pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras”
Algunos han juzgado a José por haber hecho esto.
Acusado de desconsiderado, quitando sus bienes para Faraón.
No puede entenderse de esa manera la Escritura:
No se puede juzgar a José por los pensamientos de nuestro tiempo.
José es un obrero de Faraón.
Realmente José estaba salvando las vidas de los que no tenían nada.
De personas que no habían previsto.
José es muy sabio. No podría simplemente regalar el alimento, ignorando el derecho de Faraón de negociar lo que es suyo.
Los egipcios no tomarán como abuso, sino al contrario, agradecerán.
21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades, desde un extremo al otro del territorio de Egipto.
No hay mucha actividad agrícola, la gente serviriá mejor en la ciudad para Faraón.
Se abastecerán en los graneros de las ciudades.
Mientras el pueblo de Israel está en la tierra de Gosén, donde hay pastos para las ovejas.
22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían la ración que Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
Egipcios eran pueblo religioso. Los sacerdotes recibían de Faraón.
Que contraste con los israelitas, todos ellos reciben de Jehová.
Dios es fiel a su promes, cuida a Israel a causa del mesías.
Hasta en esto se diferencia Jehová al Faraón quien se consideraba divino. Los sacerdotes reciben de Faraón pero tienen tierras para su subsistencia. Los levitas, sacerdotes de Jehová, no tendrán ni tierra pero el Señor los sostendrá según sus propósitos.
¿Estamos conscientes de Quién es nuestro cuidador y dador?
Jehová es más grande que Faraón o que Rah, el dios de los egipcios, pero a veces es más pequeño que nuestros propios dioses.
23 Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para Faraón; ved aquí semilla, y sembraréis la tierra. 24 De los frutos daréis el quinto a Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
No era extraño dar tributos al rey.
Hoy se dan más tributos de los que José planteó a favor de Faraón.
“He aquí os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para Faraón;..”
Los egipcios los dueños de la tierra iban siendo reducidos al control de un hombre que se consideraba divino.
Los hebreos los visitantes estaban en dependencia de Dios.
“..y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.”
José es sabio. Permite que los egipcios siembren la tierra y 1/5 den a Faraón, pero que con el resto ellos vivan.
25 Y ellos respondieron: La vida nos has dado; hallemos gracia en ojos de nuestro señor, y seamos siervos de Faraón.
Agradecimiento a José, no se sienten abusados o aprovechados.
Su compromiso a servir a Faraón.
Ellos serán esclavos de Faraón. Han terminado sus recursos económicos, de ganado, de tierras y ahora ellos mismos han dado todo lo que tenían por sobrevivir.
Eran adivinos, pero ninguno predijo que terminarían en manos de Faraón y salvados en vida por un hebreo.
Los hombres pueden darlo todo por superviviencia. Los que tenemos esperanza de la eternidad ponemos nuestras vidas en las manos del Señor.
26 Entonces José lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el quinto, excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue de Faraón.
José es un grandioso administrador pero Dios es aún más majestuoso dador. La tierra de Gosén, inicialmente desechada, no ocupada, es el lugar donde Él provee para los hebreos.
Dios cuida a Su pueblo.
¿Tienes aún dudas de lo mucho que el Señor guarda a los suyos?
¿Alguna vez has hablado a alguien de cómo Dios alimentó a su pueblo, sin necesidad de venderse a sí mismos a Faraón? Porque sino lo has hecho, tal vez no hemos entendido los verdaderos propósitos y planes de DIos que están PRESENTES en esta porción.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Algunos principios que podemos aprender de esta porción.
No ignoremos la gracia del cielo. El pan diario que recibimos es por la misericordia de Dios. La respuesta del creyente debe ser gratitud y confianza en Él.
No ignoremos la gracia del cielo. El pan diario que recibimos es por la misericordia de Dios. La respuesta del creyente debe ser gratitud y confianza en Él.
La hambruna mostró una cosa:
Que el hombre egipcio y el hebreo no podían sobrevivir solos.
En ambos casos obró Dios.
En los egipcios: A través de José, llevándoles a la dependencia de Faraón, que es lo que ellos buscaban como su divinidad.
En los hebreos: A través de José, llevándoles a una tierra donde el Señor les sustentaría y les daría identidad de pueblo
Que la riqueza del hombre no puede comprarlo todo. Los egipcios dieron su dinero, sus bienes, su ganado, sus tierras y hasta a ellos mismos por sobrevivir. Pero no fue suficiente, sino solamente la gracia de DIos.
El PROBLEMA
Hay creyentes que viven pensando que lo que tienen en manos es resultado de sus fuerzas y no de la gracia. Que es resultado del buen trabajo, la buena estrategia, la gran capacidad personal, cuando todo lo que recibimos es gracia de Dios.
No estamos en tiempo de hambruna, pero estamos en tiempos difíciles de Covid, el hombre igualmente no podría con todo su dinero y con toda la riqueza, pero hay cristianos que sí han confiado en esto para sobrevivir.
¡Cuánto nos parecemos a los egipcios!
LA SOLUCIÓN
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
No afanosos, sino entregando las peticiones al Señor en oración.
Con acción de gracias. El creyente reconoce la gracia y vive en gratitud.
Esperando la paz aún en la situación más difícil, sobrepasa todo entendimiento.
Nos lleva a Cristo Jesús.
La respuesta a la gracia de Dios es la gratitud y la confianza.
Los que dependen de los hombres, viven y se sustentan en fuerzas y medios de hombres. Los que quieren depender de Dios deben despojarse primero de sí mismos.
Los que dependen de los hombres, viven y se sustentan en fuerzas y medios de hombres. Los que quieren depender de Dios deben despojarse primero de sí mismos.
Otro tema importante en esta porción es el gran contraste entre los egipcios y los hebreos.
Los egipcios se dan a sí mismos para ser esclavos de Faraón, por salvar sus vidas.
En cambio, los hebreos, deben despojarse primero de sí mismos, para entonces ser siervos de Jehová.
Los egipcios sin más esperanza venden su tierra a Faraón para supervivencia.
Los hebreos dejan su tierra por esperanza acudiendo al llamado de Dios.
PROBLEMA
Hay muchos creyentes que no pueden despojarse de sí mismos, de sus pensamientos, obras, actitudes, confianza en sí mismos.
Ser creyente requiere de acciones. Pero ¿por qué los cristianos no somos creyentes de acciones?
No se puede vivir en dependencia de Dios pero en total contaminación con las cosas del mundo.
SOLUCIÓN
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
Ser creyente requiere de acción y es primero despojarse de sí mismo.
Si Jacob y la casa de Israel no hubiesen hecho eso para dejarlo todo e ir a Egipto, también hubiesen muerto de hambre.
¿Por qué nos cuesta despojarnos tanto?
Ante un mundo de creyentes donde no hay firmeza en discernir lo que es santo y lo que no, nosotros tenemos que despojarnos de la pasada manera de vivir.
El pueblo de Israel se había despojado de su tierra, sus bienas, sus fuerzas para entrar a Egipto, y eran sustentados por el Señor. Los creyentes debemos entender que también hay acciones que el Señor en Su Santidad demanda.
No vayas a engañarte en tenerte como creyente, sin dar Gloria al Señor y viviendo viciado según los deseos engañosos.
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
La fe egipcia se entrega a sus dioses y al mismo tiempo vive sin esperanza y lo empeña todo por su superviviencia.
La fe en el Dios Verdadero nos permite despojarnos de nosotros mismos para encontrar esperanza de vida sólo en Jesucristo.
Debemos renovar nuestro espíritu de nuestra mente.
El plan más grande que Dios ha guardado en la historia de la humanidad es Jesucristo; pero también es el plan más despreciado por la humanidad. La iglesia de Cristo vive honrando al Salvador.
El plan más grande que Dios ha guardado en la historia de la humanidad es Jesucristo; pero también es el plan más despreciado por la humanidad. La iglesia de Cristo vive honrando al Salvador.
Esta porción también está mostrando lo que Dios está haciendo.
Salvando a un pueblo porque de Él vendría el salvador Jesucristo.
¿Te das cuenta de qué tan importante es todo esto para Jehová?
Su mesías nunca está en juego. La promesa de Génesis 3.15, nunca está en juego.
Su fidelidad es tan maravillosa que cumple su plan especial con la humanidad.
Pero su plan especial también es muy rechazado.
EL PROBLEMA
Los creyentes ya no hablamos de ese plan especial.
Cada vez hablamos menos de Cristo cuando la historia y las Escrituras muestran que ese es el propósito de todo lo que ha pasado y es el futuro hacia donde vamos.
¿Cuándo fue la última vez que hemos hablado a nuestros hijos sobre lo que el Señor hizo un día con el pueblo de Israel y todo por amor a nosotros, por garantizar que de ese pueblo venga el Salvador Jesucristo?
Para Dios, SU PROMESA LO ES TODO. Pero tristemente, para nosotros, los creyentes, su promesa a veces no vale nada. Y lo ganado en la cruz, el Señorío de Cristo tampoco vale nada.
Creyentes que no honran la palabra de Dios.
LA SOLUCIÓN
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Dios estaba guardando al pueblo de Jacob por ese precio.
¿Cómo no glorificaremos al Señor en todo?
Conclusión
Conclusión
Cuánto guarda Dios a los suyos y cuánto ha guardado su promesa de salvación, guardando a un pueblo. Por ese pueblo vino el mesías. ¿Sabes que puede ser lo triste? Que lo que más ha guarrdado el Señor sea lo que más nosotros estamos despreciando. Seguro que es lo que más desprecia el mundo, pero no lo despreciemos nosotros.
No despreciemos a Cristo, el cumplimiento de la promesa y la bendición más grande de la humanidad. Entreguémonos a Cristo hoy. Esta es la promesa más maravillosa de Dios y es lo que más ha guardado en la historia de la humanidad en favor a nosotros.