¿Creyente o Discipulo?
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Introducción
Introducción
Lastimosamente en el siglo XXI, hemos tenido que optar por hacer enfáticamente una distinción entre lo que es un creyente y lo que es un discípulo ¿Por qué? Debido a las incongruencias que los cristianos están mostrando en sus vidas. Se piensa que se puede ser cristiano o creyente sin ser discípulo, y esta es la mentira más grande que satanás introdujo en la iglesia. Y también se cree que el ser discípulo es garantía de no apartarse del Señor.
Dos cosas ocurren, hay muchos creyentes que no quieren ser discípulos, como así también hay muchos discípulos que no quieren ser creyentes. ¿Lo crees? Veamos esto en las Escrituras.
Cita bíblica:
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
I. Casos
I. Casos
Tomás: El discípulo que necesitaba ser creyente (Jn 20:27)
El discípulo Tomás es conocido como “Tomás el incrédulo” porque no creyó a los demás discípulos. Este es el discípulo que muestra entrega y valentía (Jn. 11:16). Pero la valentía y entrega no necesariamente significa que un discípulo sea lo que dice ser. Su incredulidad hizo que él experimentará un encuentro único con Jesús para finalmente ser un discípulo creyente (Jn. 20:28). De acuerdo a la tradición de la iglesia primitiva del siglo IV él llegó a ser misionero en Partia, se relacionan dos obras apócrifas de él “El evangelio de Tomás y Hechos de Tomás”.
“Discípulos” que dejaron de ser discípulos (Jn 6:60-66)
Los discípulos mencionados en Juan 6:60-66 son la clase de discípulos que al conocer doctrina verdadera se apartan y no prefieren seguir por lo duro que se pone. Ellos dijeron “Dura es esta palabra”, es decir, “Las palabras que Jesús había mencionado son difíciles y requiere un esfuerzo mental demasiado grande para después llevarlo a acabo”, esta es la idea de la frase. La doctrina era “Jesús el Cristo enviado desde el cielo (Jn 6:30-59)”.
Creyentes que no quisieron ser discípulos (Lc. 9:57-62)
En esta ocasión se presentan 3 personas con distintos asuntos, son creyentes, pero no quieren ser seguidores.
El primero, tiene el deseo de seguir a Jesús en cual quier lugar, pero los costos de una decisión así lo espantan y hace que se aleje (Lc. 9:57-58).
El segundo, es llamado por Jesús, pero las vanidades de este mundo llenan su corazón más que el llamado de Cristo (Lc. 9:59-60; Mt. 22:14).
El tercero, el creyente que quiere ser discípulo con condiciones que él pone (Lc. 9:61-62).
Creyente “πιστός (pistos)”
Cuando revisamos la Palabra del Señor, nos damos cuenta de que el término “creyente πιστός” lo encontramos siempre como un adjetivo. ¿Qué es un adjetivo? “Clase de palabra que acompaña al sustantivo para expresar una cualidad de la cosa designada por él o para determinar o limitar la extensión del mismo.” Entonces ¿a cuál sustantivo está acompañando para expresar dicha cualidad?
Discípulo “μαθητής (mathētēs)”
El término “discípulo μαθητής” es utilizado en todo el Nuevo Testamento siempre como un sustantivo. Un sustantivo es la clase de palabra que se utiliza para nombrar a una persona.
En ese sentido, un cristiano es nombrado un discípulo y debe llevar siempre la cualidad de ser creyente, es decir que todo discípulo debe ser creyente.
II. ¿Soy creyente?
II. ¿Soy creyente?
Esta es una pregunta esencial que debes responderte a ti mismo. Volvemos al pensamiento de la primera parte. Hemos tenido que dividir la idea de Discípulo-creyente por causa de la anomalía que hoy se ve en los que dicen ser cristianos.
Puede que tú seas un creyente pero no quieras ser un discípulo, en ese sentido, lo único que quieres es un apellido y no un nombre, por lo tanto, no tienes con qué te puedan reconocer.
Vamos a ponerlo más difícil. Lo cierto es que si tú no quieres ser un discípulos tampoco puedes ser un creyente, porque todo el que cree lo que él dijo es considerado su discípulo (Jn 8:31-32).
III. ¿Soy discípulo?
III. ¿Soy discípulo?
Ahora, entonces, ¿eres un discípulo? Tal vez tú dices, sí lo soy, pero no crees en nada de lo que él dice y sólo quieres ser como Tomás, entregado y esforzado, pero que después no crees lo que de él dice la Escritura. Ahí hay un error muy grave, puesto que ser discípulo implica mostrar la cualidad de ser un creyente de todo lo que Cristo pide que se crea y hacer todo cuanto él hizo.
¿Qué es ser un discípulo?
Que crea
Que tenga un compromiso con la persona de Jesucristo (Pedro probablemente conoce a Jesús. y lo ha oído hablar, antes del incidente en Lc 5:1ss, pero es el impacto de la persona de Jesús lo que hace de él un MATETES).
Que en base al compromiso demuestre obediencia
Y que entienda que está en una obligación de sufrir y mantenerse firme en el Señor en medio del sufrimiento.
Conclusión
Conclusión
Sólo quieres creer y no seguir, entonces no eres nada, si solo quieres ser entregado y esforzado, y no quieres creerle a él, tampoco estás siendo nada. Necesitas que tu vida sea sincera contigo mismo y luego con Dios. Ser discípulo implica que tú seas un creyente y ser creyente implica que seas un discípulo. No puede ser que tengamos que hacer una diferencia tan lamentable a causa de tantas incongruencias en nuestras vidas.