Colosenses 3.16
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Transcript
La palabra de Cristo more en abundancia.
La palabra de Cristo more en abundancia.
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Mandamiento a ser llenos de la Palabra:
Bosquejo:
El mandamiento a ser llenos de la Palabra.
El resultado:
enseñándoos y exhortándoos unos a otros.
Cantando.
Contexto:
Acerca de la Iglesia en Colosas:
Al parecer no fue establecida por Pablo si no por Epafras, Col 1.7 “7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,” . En su tercer viaje misionero Pablo estuvo predicando en Efeso, lo más probable es que Epafras haya estado ahí y haya recibido el evangelio, después él iría a Colosas, compartiría el evangelio ahí y se establecería una congregación.
Era probablemente un conjunto de Iglesias en casa, Col 4.15 “15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.” ; Col 4.17 “17 Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor.” , comp. con Flm 2 “2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:”
Acerca de la carta a los Colosenses:
Es la 7º carta escrita por el apóstol.
Fue escrita desde la cárcel en Roma, (Col 4.3, 10,18), aprox. en el año 62 d.C en respuesta al informe que Epafras había dado al apóstol cuando estuvo con él en la cárcel, Col 4.12
El tema de esta carta es resaltar a Cristo y la unión del creyente con él en respuesta a falsas en enseñanzas que trataban de motivar a los creyentes a practicar ciertos rituales relacionados con la tradición judía y el misticismo pagano.
Acerca del capítulo 3 de este libro:
Comienza este capítulo exhortando a los hermanos a poner la mirada donde está Cristo, Col. 3.1-4 “1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” , es decir en lo celestial, poner la mirada en el reino de Dios, en los intereses de Cristo y en la comunión con él.
Entonces comienza a dar algunas instrucciones:
Hacer morir lo terrenal, Col 3.5-7
Dejar acciones pecaminosas, Col 3.8
No mentirse los unos a los otros, Col 3.9-11
Vestirse como escogidos de Dios, Col 3.12-15
La palabra de Cristo more en abundancia, Col 3.16
Hacerlo todo para la gloria de Dios, Col 3.17
Después da instrucciones acerca de la vida familiar, Col 3.18-25.
Estudio:
1. El mandamiento a ser llenos de la Palabra.
1. El mandamiento a ser llenos de la Palabra.
Después de todos esos mandamientos acerca de la vida práctica ahora da un mandamiento relacionado con la Palabra.
El mandamiento es a ser llenos de la Palabra: “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Esta primera parte del versículo 16 nos muestra tres cosas: nos habla acerca de la palabra de Cristo, nos dice que ella debe morar en los creyentes y que debe morar abundantemente.
La palabra de Cristo. Se puede referir a dos cosas:
Al mensaje del evangelio, a la verdad de Cristo. Que debemos tener siempre presente la verdad del evangelio y las enseñanzas de nuestro Señor reveladas en él.
Pero por otra parte sabemos que todas las Escrituras nos hablan del Señor, como él mismo dijo: Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5.39 Por lo tanto estas palabras de Cristo son todas las Escrituras.
Entonces al decirnos la Palabra de Cristo nos recuerda el apóstol que debemos tener la Palabra del Señor recordando que ellas son las que nos conducen a Cristo porque nuestro llamado es a amarle, a seguirle, a servirle y a ser como él.
Debe morar en los creyentes.
Toda la Escritura nos dice que debe morar en nosotros. Con esto nos dice que debemos tenerla en nuestro corazón. Deut 6.6-9 “6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” ; Deut 11.18 “18 Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.” ; Salmo 119.11 “11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” ; Juan 15.7 “7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” ; 1 Juan 2.14 “14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.” ; 1 Juan 2.24 “24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.”
Debemos amar la Palabra por cuanto es la Palabra de Cristo, de nuestro redentor.
Debe morar abundantemente.
Otra traducción es “ricamente”, lo cual podría significar que la palabra de Cristo moren en nosotros “con toda su riqueza”
Es decir que debemos empaparnos de toda la riqueza de la la Palabra de Cristo en nuestro corazón.
Se nos manda a empaparnos de la Palabra porque necesitamos ser llenos del conocimiento de nuestro Señor.
2. El resultado:
2. El resultado:
Cuando se es lleno de la Palabra de Cristo el resultado es que esa palabra que uno tienen dentro se compartirá, lo mismo dice Deut. 6.6-7 “6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” . Esto se verá de dos maneras: compartiendo la Palabra con nuestros hermanos y alabando al Señor.
A. Enseñándoos y exhortándoos unos a otros.
A. Enseñándoos y exhortándoos unos a otros.
Estas son actividades, que como hemos visto, se hacen en el ambiente de la congregación o el compañerismo con nuestros hermanos. Es nuestro deber animar, exhortar, alentarnos unos a otros. 1 Tesalonicenses 4.18 “18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” ; 1 Tesalonicenses 5.11 “11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.”
Cuando estamos alimentándonos de la Palabra de Dios podemos enseñar, animar y exhortar a nuestros hermanos. Romanos 15.14 “14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.”
B. Cantando.
B. Cantando.
La otra consecuencia de estar llenos de la palabra de Cristo es que alabamos al Señor.
Es por medio de la Palabra que conocemos las grandezas de nuestro Dios, que aprendemos de sus promesas y es por medio de las Escrituras que conocemos a nuestro maravilloso Jesús.
Por lo tanto cuando estamos llenos de la Palabra vamos a alabar al Señor.
Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor. Puede relacionarse a la adoración privada o a la que procede desde el corazón.
Efesios 5.18-20 “18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” es un pasaje muy parecido y ahí en cambio habla de una alabanza corporativa.
Con salmos, himnos y cánticos espirituales.