La conversión de Saulo

Hechos de los Apóstoles 9:3–9

3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, 9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Introducción

El surgimiento del cristianismo en Jerusalén y la conmoción que causaba en la gente por a la autoridad y poder con que predicaban los apóstoles, y los milagros que manifestaban, despertó la envidia, celos y temor en los líderes judíos.

La persecución a los cristianos en Jerusalén provocó que emigraran a otras ciudades gentiles, donde comenzaron a predicar el evangelio.

Entre los celosos fariseos se encontraba el joven Saulo, influenciado por las enseñanzas de sus maestros y motivado por su pasión consideraba el cristianismo una herejía, digna de ser perseguida.

Saulo creía que arrestando y matando a los cristianos hacía la obra de Dios. Estaba cegado su entendimiento por la opinión propia y la religión.

Por iniciativa propia solicitó al sumo sacerdote autorización para arrestar a cristianos judios en Damasco (capital de Siria), y traerlos a Jerusalén.

No tenía idea los planes que Dios tenía para él.

El encuentro

Aunque Pablo estaba haciendo mucho daño a la iglesia, lo hacía por ignorancia y no por maldad.

No creía en el mensaje de la resurrección de Cristo, estaba convencido que habían robado el cuerpo de Jesús como decía los líderes Judíos. Mateo 28:13 “diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos.”

Por tanto decide hacer la obra de Dios persiguiendo a los cristianos.

El viaje de Jerusalén a Damasco es de aprox. 220 k., siete días de camino a pie.

Llegando cerca de Damasco, como a medio día, rodeó a todos una luz más resplandeciente que el sol.

El Señor en su misericordia tiene un encuentro con este hombre indigno, quien no merecía consideración sino la muerte.

El Señor reclama a Saulo por perseguirlo: 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Para Saulo es confuso pues se preguntaba quien de todos los que habían encarcelado o matado le estaba hablando.

No conocía al Señor a pesar de su religión, tan ignorante como el niño Samuel.

La revelación

“El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Hechos 9:5.”

Aunque Pablo nunca persiguió al Cristo hombre, si perseguía a la iglesia lo perseguía a Él.

Porque la iglesia es el cuerpo de Cristo, y porque cuando hacemos su obra la hacemos en su nombre.

“El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió. Lucas 10:16.”

Aquí recibe la revelación del Cristo resucitado, se dio cuenta que sus maestros y líderes religiosos mentían.

Se agrega el texto “dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (te haces daño al patear la punta de la puya). Quiere decir te haces daño si estás en contra de Dios, pues ¿quién puede retar a Dios y salir ileso? “Sabio de corazón y robusto de fuerzas, ¿quién le ha desafiado sin sufrir daño? Job 9:4 (LBLA)”

Pablo comprendió que no podía seguir en contra de Dios y debía rendirse : El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?

Eso es lo que espera Dios de nosotros, que nuestra conversión sea total y le digamos a Él, Que quieres que yo haga.

Conclusión

Algunos sienten envidia de la experiencia sobrenatural que experimento Pablo en su conversión.

Esta fue exactamente la actitud de Tomás, necesitaba tener una experiencia, meter su dedo en la marca de los clavos y su mano en el costado. Juan 20:25 “Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.”

Pera El Señor son bienaventurados los que creen sin esperar señal. “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Juan 20:29”

Este es un problema que tenían los Judíos en tiempos de Jesús, y que tienen muchos cristianos hoy día, necesitan ver señales y manifestaciones para creer. “(porque por fe andamos, no por vista); 2 Co. 5:7 ”

Las manifestaciones no son garantía de conversión: 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.

Solo Pablo pudo escuchar la voz y tener un nuevo nacimiento: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17.”