El precio de seguir a Cristo

introducción

Si bien el final de de recibir a Cristo como salvador es estar en paz con Dios, es decir estar reconciliado por medio de su sacrificio, esto no implica que a partir de esta decisión no habrá confrontación con la familia y entorno.

V.34 Aclaración: ¡ no penséis! Israel estaba esperando la restauración de su soberanía como reino y sabía que esto se daría con la venida del Mesías.

El concepto que tenían era la de un Mesías que traería la paz Is.9:6 “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Zac.9:10 “Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. Él hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.” Lc.2:14 “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace.”

El concepto de espada alude a: división, guerra, muerte violenta. (machaira - espada corta).

En su primera venida Jesús vino para salvar al mundo, no para juzgarlo (18:11; Jn.3:17), no para reinar sino para morir, entonces la verdadera paz será en su segunda venida. la paz de Cristo es la paz con Dios de todos los hombres que han creído en en su nombre y esto llena de paz interna (Ef.2:14; Jn.14:27).

Todo este concepto el Señor estaba aclarando a sus enviados, porque seguir a Cristo traería:

v.35-36; para muchos el seguir a Cristo se convierte en el desajuste total, porque de la propia familia viene (10:21). Jesús menciona al profeta Miqueas en los días del rey Acaz (Mi.7:2, 3, 6), donde los valores familiares se habían perdido en Israel. “un padre convertido se encontrará con la oposición de su hijo incrédulo, una madre cristiana con la de su hija inconversa, una suegra nacida de nuevo será aborrecida por su nuera no regenerada”

De hecho la familia de Jesús pensaba que el estaba loco (Mr.3:21 cp.Jn.7:5), Pedro lo negó, Judas lo vendió, entonces si alguien puede entender la división es el Señor.

En el caso del cristiano no la esperes solo de la familia sino también de la casa de Dios.

Cristo ha sido amoroso y fiel al decirnos lo peor que nos espera en su servicio, para que calculemos el costo.

La decisión está en tus manos.

v.37; El que quiera merecer a Cristo debe sentar su posición en Él, y la vara es Cristo por encima de todas las cosas, Dt.33:9 “el que dijo de su padre y de su madre: «No los conozco»; y no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto.” (Lc.14:26) lo dice más claro,

A Cristo o le amas y caes rendido a sus pies o le rechazas y lo vendes como Judas y te vas al infierno, pero no hay termino medio.

Sí este pedido viniera de in hombre sin duda sería un maniático, pero es Dios hecho carne, el Hijo de Dios, que manda adoración para su Hijo He.1:6 “Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios.” (Ap.5:8)

Pedro rechazó adoración de Cornelio (Hch.10:25-26), Pablo y Bernabé (Hch.14:11-18), el ángel (Ap.19:10 “Entonces caí a sus pies para adorarle. Y me dijo*: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”

Solo Cristo es digno de adoración, si para tu novio o novia, no es así no te cases. Esto no quiere decir que la familia no sea importante, de hecho la misma Palabra lo manda (Col.3.20), los debemos honrar (Ef.6:2), y amar a nuestro prójimo (Ro.13:9). ( el testimonio de mi esposa cuando se bautizó)

v.38-39; La cruz es el símbolo dela muerte , es entregar la cosa más preciosa y valiosa que tenemos en este mundo “la vida”. este concepto lo tenían claro los judíos un general en la revuelta de los macabeos crucificó a 2000 de ellos a lo largo de los caminos de Palestina, era algo oprobioso porque además tenía que cargar su propia cruz (Ga.3:13).

Por eso los líderes judíos rechazaron a Jesús, era inconsevible que el Mesías fuera crucificado.

Así lo hicieron los apóstoles Hch.5:41 “Ellos, pues, salieron de la presencia del concilio, regocijándose de que hubieran sido tenidos por dignos de padecer afrenta por su Nombre.”

Pablo lo expresa de manera hermosa (Fil.2:5-8), siendo Dios limitó su gloria para ser como uno de nosotros, (Mt.26:53-54). Su plan eterno era cargar su cruz y salvar a los pecadores.

Ahora nos corresponde a nosotros cargar nuestra cruz, no para salvar al mundo sino para mostrar al mundo que somos salvos gracias a Jesús, al cual seguimos no importando las circunstancias. (Ga.2:20 “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Recompensas a los fieles (40-42)

Somos representantes de Dios y nuestro mensaje es el de Cristo y quien lo recibe, recibe a Cristo, que privilegio ser la voz de Dios y que bendición para quien lo recibe (Ga.4:14; Jn.13:20; Lc.10:16)

Lo insignificante de un vaso de agua habla de la sencillez y del amor de como se puede bendecir a un enviado del Señor y recibir la recompensa , aunque la motivación no debe ser la recompensa sino el amor por Cristo el enviador (Hch.16:14-15)

Este acto de proveer para un siervo del Señor es la evidencia visible de una relación salvadora (25:35, 37, 40, cp. He.6:10 “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos.” Por más humilde que sea nuestro servicio a Cristo, si lleva el sello del amor a su bendito nombre, será divinamente apreciado,reconocido y recompensado (19:29).

El jefe de los coperos se olvidó de José, pero Dios no se olvida de absolutamente nada, así como los cabellos están contados.