libre albedrío

Romanos 6:15–23

15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Introducción

Escogidos por Dios (Capítulo 3: La predestinación y el libre albedrío)

el libre albedrío es la capacidad de hacer elecciones sin ningún prejuicio, inclinación o disposición previos.

Tomar decisiones sin ninguna inclinación o disposición previa no es razonable.

Razonamos las decisiones para elegir correctamente. Están influenciadas por el conocimiento, el objetivo, la conveniencia, las influencias, etc.

Esto limita el rango de decisión, pues las decisiones tomadas sin razonas no llevan a ningún lado.

Capacidad natural:

Son las elecciones que tomamos según nuestra necesidad y/o capacidad. No podemos volar y aun cuando tenemos la libertad de hacerlo no podemos a menos que usemos tecnología, a esto tomemos en cuenta los temores y las limitaciones financieras.

Capacidad moral:

La capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo.

Una persona sin Cristo no tiene la capacidad de elegir lo bueno. Efesios 2.1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.” (Hacer lo bueno es aborrecer el pecado y amar a Dios)

No puede elegir amar a Dios si no puede entender: 2 Corintios 4:4 “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” Faraón rehusó obedecer a Dios pues no le conocía. Éxodo 5:2 “Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.”

Estando en Cristo debemos conocer la verdad para elegir hacer lo correcto: Isaías 5:13 “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.”

El hombre sin Cristo su libre albedrío está influenciado por el pecado. Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”

¿Tiene libre Albedrío el Cristiano?

El hombre antes de la caída

capaz de pecar

capaz de no pecar

El hombre tras la caída

capaz de pecar

incapaz de no pecar

El hombre nacido de nuevo

capaz de pecar

capaz de no pecar

El hombre glorificado

capaz de no pecar

incapaz de pecar

Tenemos libertad de elegir, pero no significa que sea lo mejor.

1 Corintios 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.”

Nuestras elecciones en Cristo deben estar sujetas a la voluntad de Dios, al amor que le tenemos a Él y a nuestro prójimo. Mateo 6:21 “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Jesús le dio la oportunidad al joven rico que escogiera entre las riquezas terrenales y la vida eterna. Marcos 10:21 “Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.”

Aun en Cristo debemos luchar contra la concupiscencia y la tentación Romanos 7:19 “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”

También a no ser tropiezo para nuestro prójimo: 1 Corintios 8.9 “Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.”

Por lo tanto no conviene reclamar libre albedrío sino rendir la vida Cristo. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”