EL ENCUENTRO DE LA REALIDAD VIRTUAL CON LA VIDA REAL

Introducción:

¿En algún momento de tu vida llegaste a jugar un videojuego? Ya sea en una computadora, Play Station, Wii, Xbox o quizás las fichitas de la esquina ¿Cuánto horas al día le dedicabas a aquel videojuego? Multiplica esas horas por siete y sabrás cuántas horas le dedicaste a la semana. Multiplica esa cantidad por cinco y sabrás cuantas horas le dedicas a aquel videojuego al mes.

¿No crees que pudiste aprovechar ese tiempo en algo mucho más provechoso? Porque ¿qué beneficio sacaste de esas horas dedicadas al videojuego? ¿Dinero? ¿Desarrollaste tu carácter? ¿Desarrollaste habilidades que te sirven para la vida real? ¿Te sirvió para poder fomentar o desarrollar tus relaciones sociales?

No vengo a condenar al entretenimiento de los videojuegos. Pero tampoco te voy a decir simplemente “todo en exceso es dañino”, eso es algo que ya sabes.

Como creyentes hay algo en particular que quiero que veas y es que cada cristiano, independientemente de su edad, debe de tratar de pensar bíblicamente en cuanto a cada aspecto de su vida.

Antes de poder mostrarte como la realidad virtual afecta tu vida real (involucra tu relación con Dios y las demás personas), quiero que veamos unas encuestas.

Encuestas:

Pew Internet & American Lite Project (cuerpo de expertos independientes que informa al público sobre las cuestiones, actitudes y tendencias que perfilan a EEUU y al mundo) exponen como los videojuegos han alcanzado la omnipresencia entre la juventud.

En una encuesta que realizaron vieron que, el 97% de los jóvenes encuestados dijeron que usaban videojuegos. Eso es 99% de varones y 94% de las chicas.

Otra encuesta realizada por NPD Group (empresa investigadora del mercado global) el 63% de la población actual en EEUU usa videojuegos. El jugador promedio tiene 35 años y ha estado jugando durante 13 años.

También un estudio británico encuestó a 7000 jugadores y encontró que el 12% de ellos reunía los criterios de la OMS en cuanto a conductas adictivas.

World of Warcraft es un videojuego que fue usado por el jugador promedio durante 17 horas semanales, eso es el tiempo equivalente a un trabajo a tiempo parcial.

Entonces, esa asombrosa popularidad de los videojuegos justifica una evaluación bíblica del papel que juegan en la vida de quienes los juegan.

La cosmovisión bíblica nos manda a analizar con sabiduría el tema de los videojuegos en tres aspectos: la madurez en la realidad, la eternidad y la pureza.

La madurez en la realidad

Una frase citada por los jugadores que pierden el tiempo es la de George Bernard Shaw: “No dejamos de jugar porque envejezcamos, nos ponemos viejos porque dejamos de jugar”

Pero la realidad es que los jóvenes y adultos que pasan todo el tiempo jugando no se mantienen jóvenes, permanecen inmaduros y eso es contrario a la enseñanza bíblica donde la madurez y la sabiduría son veneradas (1 Co 14:20)

Muchos autores tanto cristianos como seculares han comentado acerca de la adolescencia prolongada, de cómo la proporción de hombres jóvenes (de dieciocho a treinta y cinco años) que viven en casa con sus padres ha aumentado espectacularmente en los últimos treinta años.

Y uno de los factores considerado para que la adolescencia se prolongue más allá de su periodo, son los videojuegos.

Los jóvenes huyen de las responsabilidades del adulto, retrasan el matrimonio (pero no necesariamente la intimidad sexual), pero los hombres jóvenes necesitan considerar que sus días de juego tienen que finalizar, mientras van tomando responsabilidades como iniciar o terminar sus carreras, casarse y formar una familia (1 Co. 16:13).

La madurez bíblica implica crecer en la semejanza de Cristo, en sabiduría, en convicción, en servicio, en autocontrol, en fidelidad y en abrazar las responsabilidades.

Entonces queda claro que los videojuegos son un freno tremendo para la madurez de la persona, sea creyente o no.

Hoy en día los adolescentes conocen mucho sobre GTA (Grand Theft Auto), Minecraft, Call of Duty, God of War, World of Warcraft o Free Fire, pero en la vida real conocen poco de integridad, teología, trabajo duro y como conseguir una esposa de una manera que honre a Dios.

En los videojuegos toman el papel de héroes, pero en la vida real no saben los valores y lo que verdaderamente es el honor.

En los videojuegos han viajado a muchos mundos digitales, pero en la vida real no se han mudado de casa.

Los adolescentes son disciplinados para jugar todo el tiempo que se necesite con el deseo de alcanzar el siguiente nivel, sin embargo, en la vida real carecen de disciplina para desarrollar sus actividades.

Los videojuegos no preparan a las personas para la realidad. El personaje o avatar tras la pantalla es un ser imaginario y no es nada de lo que realmente la persona es en la vida real.

Y en la vida real usted es un cristiano salvado por Cristo para hacer de su vida algo muy diferente de lo que se hace en un mundo de fantasía digital. Los videojuegos interfieren cada vez más en su capacidad para atender las prioridades y las responsabilidades de la vida, usted necesita hacer algunos cambios drásticos.

Ilustración: La adicción del marido a Wold of Warcraft.

El ser humano puede descuidar a su familia, trabajo, estudios, amigos e incluso su propia salud por aquel mundo de fantasía y eso no es sensato, al contrario, causa lastima y es pecaminoso.

Esta vida no es un juego y tampoco lo es la vida futura. Cristo es real. La realidad del futuro juicio de Dios y la eternidad no es ficción electrónica.

La eternidad

Todos los juegos consumen tiempo, desde los videojuegos más complejos de computadora hasta los juegos de aplicación del celular. Y puedes estar perdiendo horas valiosas dentro de los videojuegos y estar descuidando tu eternidad o la de las personas en tu entorno.

Puedes ser capaz de burlar a dragones electrónicos y salvar damiselas digitales en peligro, pero al mismo tiempo descuidas a tus amigos, vecinos y familiares que están atrapados en las garras del dragón, la serpiente antigua, Satanás. Y no estás haciendo nada para salvarlos de aquel peligro de condenación eterna que es muy real.

Cuando se dedican grandes cantidades de tiempo al día a tales entretenimientos, significa que estás desperdiciando gran parte de tu vida.

El tiempo usado en ese tipo de actividades se ha perdido para siempre y no se puede volver a utilizar para las cosas que valen. La palabra de Dios nos enseña que el tiempo es oro (Sal. 39:4 – 5).

Mejor ocupa esas horas en trabajar, orar, leer, servir, confraternizar, evangelizar o simplemente pensar. No desperdicies tu tiempo en algo que no tiene un valor duradero (Ef. 5:15 – 17, el punto aquí de Pablo no es estrictamente sobre la gestión del tiempo en términos de una mejor programación, sino la gestión de la vida, en términos de sacar el máximo provecho de cada oportunidad para honrar, servir y adorar a Dios).

Debemos usar el tiempo sabiamente, es una cuestión de mayordomía, no hay que olvidar que nuestras vidas no nos pertenecen, pertenecemos a Cristo.

La pureza

Y en cuanto a la pureza, basta con fijarnos en el tipo de contenido que presentan los videojuegos.

Los videojuegos mas populares están clasificados M, es decir, para personas maduras, ya que su contenido es inapropiado para niños y adolescentes. Sin embargo, en una encuesta recién se encontró que la mitad de los adolescentes indicaron que un juego clasificado como M es uno de sus favoritos.

GTA V (Grand Theft Auto V), es un juego con mucha popularidad que en la actualidad goza de una definición muy realista y su contenido presenta: “sangre”, “violencia intensa”, “lenguaje fuerte”, “uso de drogas y alcohol”, “fuerte contenido sexual” y “desnudos parciales”. En este juego, el jugador gana puntos a medida que asesina, roba, engaña, codicia, solicita favores sexuales y a la vez evita que la policía lo atrape.

Lo sorprendente, es que, uno de los creadores de este juego, Lazlo Jones, dijo: “Si usted deja su hijo use este juego, usted es un mal padre”.

Pablo nos dice en Efesios 5:3 – 8 de lo que debemos de cuidarnos.

Debemos de tener cuidado con las tentaciones a las que nos exponemos al momento de buscar entretenimiento. La pureza debe de ser una prioridad en todos los aspectos de la vida de un cristiano, incluyendo los videojuegos.

Antes de sumergirte a disfrutar de un videojuego, observa que tipo de contenido es el que ofrece y pregúntate si ese contenido no afecta tu pureza emocional, sexual y cognitiva.

Conclusión:

Si eres alguien que está sumido en los videojuegos con contenido dañino para tu salud mental, emocional y sexual, pulsa la tecla escape para abandonar esa actividad.

Hay muchos otros videojuegos apropiados que como cristiano puedes optar y que siguen siendo divertidos. Y algo más, es que, todo lo que juegas se tiene que realizar con moderación, controlando el tiempo, eso no será una amenaza a tu vida espiritual.

Si eres alguien que entiende que ya esta en una adicción, necesitas tomar medidas radicales. Apaga tu computadora y deséchala, regálalo o solo ponlo bajo cuatro llaves y al mismo tiempo busca una que otra actividad donde puedas aprovechar el tiempo.

Y si eres padre, observa más de cerca que tipo de videojuegos son los que usan tus pequeños en casa para su entretenimiento.