EL MALIGNO NO NOS TOCA

(1 Juan 5:18 – 20)

Introducción:

Sócrates “Solo sé que no sé nada”

Juan nos invita a ser filósofos, teólogos, tener conocimiento de la vida que ahora tenemos en Cristo.

1 Jn. 5:18 – 20

18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Justo después de haber descrito a aquel que cae en el pecado de muerte (apostasía), ahora Juan explica el resultado inverso de aquel que si están en Cristo.

Juan quiere que sepamos tres cosas, que tengamos conocimiento de lo que implica estar en Cristo, porque el cristiano tiene el verdadero conocimiento, no los gnósticos (quienes decían tener un conocimiento secreto y este era el verdadero).

Juan quiere que sepamos, pero no solo quiere transmitir conocimiento, sino también paz, esperanza, para que caminemos en luz en medio de tanta oscuridad.

v. 18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, …

Ya hablamos en varías oportunidades de la realidad de que el creyente no práctica el pecado.

¿El creyente peca? SI

¿El creyente cae en pecado? SI

¿El creyente esta en un arrepentimiento continuó? SI

¿El creyente práctica el pecado, de forma constante? ABSOLUTAMENTE NO.

Y no te preguntes solamente ¿cómo lucho contra el pecado? ¿cómo puedo no caer en pecado? De hecho son preguntas validas, pero lo importante es que te preguntes ¿cuál es mi relación con Dios?

El creyente no práctica el pecado, no porque tenga un gran fuerza de voluntad, no. Sino que el creyente no practica el pecado porque el practicarlo no está en su naturaleza.

Entonces pregúntate ¿Realmente he nacido de Dios? Porque todo aquel que ha nacido de Dios, no práctica el pecado…

1 Juan 3:9

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Si has nacido de Dios, eres su Hijo y como hijos, nos parecemos a nuestros padres. Si somos hijos de Dios tenemos su misma esencia, carácter, cualidades, virtudes, etc. Y en Dios no hay pecado.

Ilustración: Yo diciendo que tengo un perro.

Un perro que se baña solo, lamiéndose.

Un perro que le gusta estar en los lugares altos, siempre se esta trepando por las cortinas, juega con una bola de estambre, toma su leche y come sardinas.

Es mi ilusión tan grande tener un perro, pero lo real es que tengo un gato y mi deseo por tener un perro es tan elevado, que te diré y me diré a mí mismo, cualquier cosa, con tal de negar la realidad. Porque hay quienes miran gigantes donde solo hay molinos y hay quienes miran cristianos donde solo hay pecadores que no nacieron de Dios.

Muchos hoy en día se miran a si mismos como cristianos cuando no lo son o ven a otros como cristianos cuando no lo son. Debemos de decirnos, al igual que Jesús le dijo a Nicodemo: te es necesario nacer de nuevo.

El cristiano peca, pero no práctica el pecado. Puedes dejar que se pose un ave en tu cabeza, pero no puedes dejar que esa ave haga un nido en tu cabeza.

Porque si nosotros vemos la realidad del apóstata y del cristiano, estos dos seres son muy distintos.

Si vemos la realidad del incrédulo con aquel que ha nacido de nuevo, veremos que el apóstata se inclina a la oscuridad y no a la luz.

Veremos que el apóstata es tentado en volver a practicar lo que antes cometía y el cristiano, no.

Dime, ¿Cuál es la diferencia entre el apóstata y tú?

El apóstata ve el mundo y tiene deseos de correr detrás de todo lo que se le ofrece. El pecado termina seduciendo al apóstata y regresa al mundo por donde vino.

Y la pregunta es ¿porqué no me pasa lo mismo?

v. 18 … pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda…

Habla de una persona

Cristo cuida, guarda, protege, …, preserva a aquel que ha nacido de Dios.

Cristo hace que el pecado pierda hermosura para mí.

Cristo estorba los planes de Satanás para destruirme.

Cristo hace latir más y más mi pecho por Él.

Cristo intercede por mí delante del Padre.

Cristo me salvó, me salva y me salvará.

Cristo es el Buen Pastor.

v. 18 … y el maligno no le toca.

El Buen Pastor saca su vara y ahuyenta al lobo.

El maligno no tiene autoridad sobre mí, poder sobre mí.

El enemigo usa todo lo que esta a su alcance para hacernos daño y caer, pero el maligno no nos toca.

Jesús no solamente nos guarda del mal, sino que nos guarda del hacedor del mal.

Waaaauuuu …. El maligno no nos toca.

El maligno no nos toca, pero muchas veces lo sentimos tan cerca que casi sentimos su respiración en nuestra piel.

¿Acaso no sientes sus tentaciones? ¿no notas sus planes? ¿sus artimañas, lo que trama?

Sabemos que el maligno no nos toca, él no nos puede poseer. El espíritu del mal no puede morar en aquella persona que ya goza de la presencia del Espíritu Santo en su vida.

Sabemos que Satanás podrá hacer lo que Dios le permite hacer. Es como aquel perro rabioso que llega hasta donde solo la cadena le permite llegar y lo mismo sucede con Satanás. Satanás solo pudo tocar a Job hasta el punto en que Dios le permitió tocarlo.

Martin Lutero

El diablo es el diablo de Dios.

Pero tú deberías de temblar sino estás en Cristo.

Ponte a temblar sino has venido a Cristo.

Traducción: Todo el que es nacido de Dios, práctica el pecado, pues Cristo no lo guarda y el maligno lo tiene agarrado.

Eso debería de producir una gran preocupación a aquel que no está en Cristo.

Pero si estás en Cristo, Satanás puede estar como león rugiente queriendo devorarte, pero recuerda, no te puede tocar.

Ilustración: Cristo te compró por precio y no te dejará.

v. 19 Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno.

El cristiano es de Dios, Dios lo adopto y esa adopción tuvo un precio, la sangre de su Hijo. Ahora el maligno no nos puede tocar, pero si hace lo que desea con el mundo. Nosotros somos de Cristo, pero el mundo está bajo el maligno.

Desde una perspectiva cristiana, tiene mucho sentido ver las noticias, leer las noticias o escuchar las noticias.

A mi no me sorprende nada de lo que sucede. Siempre, es lo mismo.

Asesinatos Violaciones

Guerras Robos

Corrupción política

Para un cristiano debe de tener mucho sentido lo que pasa ahí fuera.

Pero el incrédulo ¿Qué nos pasa? Habrá que mejorar la educación. Habrá que sanear la economía. Habrá que …

No, es una cuestión de pecado, de la concupiscencia del corazón y que el mundo está bajo el maligno.

El mundo desde el principio de la creación dio la espalda a Dios, decidió no escuchar a Dios y si escuchar a la serpiente.

El hombre el día de hoy cierra la Biblia y sigue escuchando al diablo a través de las distintas filosofías. El mundo enteroestá bajo el maligno.

El mundo entero está bajo el maligno, todos los tiempos, todas las culturas, todos los niveles socioeconómicos están bajo el maligno.

El día de hoy el maligno esta inspirando a los cantantes para producir la música que quiere que este mundo escuche.

El diablo esta susurrando a los gobernantes leyes anticristianas con tal de terminar o al menos detener el cristianismo.

El diablo es jefe de los guionistas de Hollywood y nosotros consumimos ese contenido.

El diablo es el accionista mayoritario de las mayores empresas de entretenimiento.

Se enseñorea del mundo y hará cualquier cosa para que tu puedas formar parte de ese mundo.

Consejo: tomate enserio la vida cristiana.

Ilustración: ¿Tú vivirías igual sabiendo que Perú está bajo el terrorismo?

¿Tú no vivirías alerta sabiendo que el mundo está bajo el maligno?

Juan nos llama a la seguridad de saber que Jesucristo nos guarda y al mismo tiempo nos llama a ser prudentes.

Sabemos que el mundo esta bajo el maligno, pero hay algo más que debemos de saber, una buena noticia.

v. 20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido…

Jesús al venir dijo:

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Jesús vino a deshacer las obras del diablo.

Jesús vino a libertarnos de la esclavitud del pecado.

El maligno es el padre de mentira. Desde el principio esparce sus mentiras en el mundo. Pero Jesús el hijo de Dios …

v. 20 … nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; …

Él nos libertó

Juan 8:36

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Porque

Juan 8:32

conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

¿Qué es la verdad?

La verdad no es algo, la verdad es alguien. La verdad es Cristo.

Ahora sabemos la verdad porque conocemos al verdadero.

v. 20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Ahora sabemos lo que sabemos, porque estamos en el verdadero.

Sócrates:Solo sé que nada sé.

Cristiano:Solo sé lo que el verdadero quiere que sepa.

Este es un llamado de Dios a entender que estamos en la verdad y la verdad es cristo. Por lo tanto, el maligno no nos toca.