Rito de purificación

Introducción

Los israelitas adultos estaban condenados a morir en el desierto, sus muchas rebeliones y murmuraciones provocaban muertes en gran número (14,700 la última vez.

Esto provocaba que muchos fueran contaminados ritualmente, pues tenían esta ley de contaminación por contacto con cadáver. “Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto. Números 5:2”

En este capítulo Dios establece un sacrificio y un rito muy diferente a los presentados en Levítico 1-7.

Cada sacrificio descrito en la ley siempre apuntará a Cristo, quien siendo inocente derramó su sangre, cargó nuestra culpa para perdonar nuestros pecados y librarnos de la muerte.

Este sacrificio se realizaba para purificar a las personas o cosas que se hayan contaminado ceremonialmente con algún cadáver.

No había fecha ni periodo estipulado para realizarlo, se hacia cuando era necesario.

Veremos este pasaje desde una perspectiva profética.

El Sacrificio

Números 19:1-2 “Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;”

Se escogía una vaca alazana o roja perfecta y que no se haya puesto yugo.

Así también Cristo se presentó perfecto y nunca estuvo bajo el yugo del pecado.

“Números 19:3 y la daréis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar en su presencia.”

Este sacrificio se hacía fuera del campamento, no en el altar del tabernáculo. Así también Cristo padeció fuera de la ciudad.

Los Sacerdotes no lo realizaban, solo observaban, así también Cristo fue sacrificado por los romanos a la vista del sumo sacerdote.

“Números 19:4 Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces.”

La sangre de los animales siempre debía ser presentada delante del tabernáculo para que el sacrificio fuera aceptado.

El sacerdote rociaba un poco de la sangre siete veces para simbolizaba la perfección y consumación del sacrificio.

Cristo presentó la perfección de su sacrificio delante de Padre con las palabras: “consuma es.”

“Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”

Holocausto

“Números 19:5-6 y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol, hará quemar. Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.”

La vaca era quemada totalmente junto con madera de cedro, hisopo y escarlata, siempre fuera del campamento y por otra persona en presencia del sacerdote.

La vaca simbolizaba a Cristo.

La madera, el hisopo y lana escarlata o roja, que eran utilizados en los ritos de purificación.

“Números 19:9 “Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.”

Al consumirse el holocausto, una tercer persona recogerá las cenizas y las guardará un un lugar limpio .

Así mismo el cuerpo del Señor fue tomado de la cruz por José de Arimatea y puesto en un sepulcro nuevo y limpio. “Mateo 27:59-60 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.”

Las cenizas era significativas cuando se mezclaban con agua limpia para purificación. Así mismo El Señor cobró vida cuando el Espíritu Santo lo levantó de la tumba. “Romanos 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

La purificación

“Números 19:11-12 El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días. Al tercer día se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.”

Es imposible no tener contacto con alguna persona que haya fallecido en el transcurso de la vida. Y para los israelitas no era la excepción, en su ley debían ser purificados.

Era obligatorio ser rociado con el agua de la purificación mezclada con las cenizas para purificarse de la contaminación.

La muerte es la consecuencia del pecado, por tanto para nosotros esta ley es figura de lo imposible que no seamos contaminados de pecado pues estamos en el mundo.

Por tanto debemos ser purificados por la Sangre de Cristo. “Hebreos 9.22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.”

la Palabra de Dios “Juan 17.17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”

Aunque podemos venir a Cristo para ser purificados, es también nuestro deber guardarnos de no ser contaminados. “Efesios 5:11–12 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.”

Mientras más aprendamos de la Palabra y seamos obedientes a ella, más tendremos sabiduría, entendimiento y discernimiento para mantener nuestra vida en santidad.

Tenemos la oportunidad, no la desperdiciemos.

“Apocalipsis 22:11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”