La confianza en Jehová

Salmo 34:15–19

15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,

Y atentos sus oídos al clamor de ellos.

16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,

Para cortar de la tierra la memoria de ellos.

17 Claman los justos, y Jehová oye,

Y los libra de todas sus angustias.

18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;

Y salva a los contritos de espíritu.

19 Muchas son las aflicciones del justo,

Pero de todas ellas le librará Jehová.

Introducción

Hay promesas que son condicionales y otras incondicionales.

Una promesa incondicional sería: “Mateo 5.45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.”

Debemos notar que esta promesa es condicional, si somos justos el señor cuida de nosotros y oye nuestra oración.

Este es un tesoro muy grande, Dios promete oir nuestro clamor cuando le clamemos.

Los ojos y oídos de Jehová

Presenta de una manera ilustrativa la protección y atención de Dios.

Dios promete estar siempre atento a nosotros, su mirada no se aparta como la de una madre a su hijo pequeño cuando comienza a caminar.

Dios está atento a nosotros pero no interviene a menos que lo pidamos en oración.

Sus oídos atentos al clamor.

En el momento que clamamos, Él está atento a escuchar y responder. “Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

Los justos

Pero estas promesas son para los justos.

Somos declarados Justos no por nuestros méritos sino por el sacrificio de Cristo.

“Romanos 3:23-24 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,”

Por esa razón debemos permanecer siempre en Cristo, siendo obedientes a su Palabra.

Ser obediente a su Palabra es poner por obra sus ordenanzas.

Son estos los que reciben la promesa

La ira de Jehová

“Salmo 34.16 La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos.”

Aquellas personas que no acuden a Cristo están bajo la ira de Dios, pues solo con el echo de rechazar a Cristo están haciendo el mal.

“Salmo 14:2-3 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”

La ira de Dios consiste en el castigo justo que merece el pecador, todos estamos bajo la ira de Dios, pero aquellos que acuden a Cristo son librados.

“Juan 3.36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”

Conclusión

“Salmo 34.19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.”

Conociendo que somos declarados justos por medio de Cristo, tenemos esta hermosa promesa.

No estamos libres de las aflicciones, debemos enfrentarlas con la confianza plena de que Dios nos librará de ellas.

“Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”