Curso sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles
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Los Hechos de los Apóstoles
Los Hechos de los Apóstoles
Autor
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Tanto el Evangelio como los Hechos el Autor es Anónimo. En el segundo siglo la tradición identifica al autor con Lucas, un Gentil, Físico y compañero de viaje del Apostol Pablo (2 Tim 4:11 y Filemón 2:4). EL testimonio explícito que es Lucas el autor de los Hechos vienes de los primeros Padres, tales como Ireneo (180 a.C.) Clemente de Alejandría (200 a.C.) y Eusebio (325 a.C), Algunos eruditos dudan de Lucas como autor. Pero la evidencia le da un fuerte apoyo a la opinión de la Tradición. 1) Algunos puntos que ayudan a ver que el autor del Evangelio es el autor de Los Hechos. Las primeras lineas de los hechos se refieren al “primer libro” que el mismo autor se lo dedica al mismo hombre “Teófilo”. (Hch 1:1) Esta es una clara referencia al Ev. de Lucas (Lc 1:1-4), un libro unánimemente reconocido por la Iglesia de los comienzos al compañero de Pablo. 2) Tanto el Evangelio como los Hechos muestran preocupación por los enfermos, a veces usando, en las distintas historias, terminología referida a la medicina (Hch 9:18; 28:6, 8; Lc 4:38; 8:43-44) Esto es consistente con la profesión de Lucas como médico (físico) (Col 4:14) 3) Una lectura cuidadosa de los Hechos nos revela que el autor era un testigo directo de los hechos narrados. Esto se puede ver en la segunda parte de los Hechos, donde el autor usa una serie de “nosotros”. O sea que en estos pasajes se incluía a si mismo como miembro del equipo de misioneros, encabezados por Pablo (Hch 16:10-17; 20:5-15; 21:1-18; 27:1-28:16). 4) No hay una razón clara del porqué la Iglesia de los primeros tiempos le atribuiría a Lucas la autoría de los Hechos de los Apóstoles, a no ser que hubiese en la tradición algunas bases fácticas de su autoría. De todas las personas a quienes se le puede atribuir los Hechos de los Apóstoles, como se puede relacionar con la obra a una persona tan relativamente insignificante como Lucas y no con otra más prominente, como por ejemplo un apóstol. Lo más razonable es que Lucas fuese conocido como el escritor de ese trabajo.
Fecha de Edición
Fecha de Edición
Los estudiosos en general sitúan la fecha de composición del libro de los Hechos entro los años 60 y 80 d.C. Considerando todas las consideraciones, es muy probable que Lucas haya escrito el libro de los Hechos alrededor del año 63, un poco después que a Pablo le diesen arresto domiciliario en Roma, como se puede notar en el último capítulo (Hch 28:16). Esta temprana datación se infiere de los hechos o información que Lucas no nos ha contado. Por ejemplo, no menciona el incendio que arrasó Roma y provocó una feroz persecución de los cristianos por parte del emperador Nerón en el 64 d.C. Él no dice nada del martirio de Pedro y Pablo en a la mitad de los años 60. Tampoco dice nada de la conquista militar romana de Jerusalén en los años 70. El silencio de Lucas respecto a estos hechos habla a las claras de que el libro fue escrito antes de que esto sucediese, ya que el libro el tema de la relación entre la cristiandad y el Imperio Romano es importante, al igual que las figuras de Pedro y Pablo constituyen una guía sobresaliente en el libro. Y Jerusalén es la ciudad más importante en los primeros capítulos de los Hechos. Aparentemente Lucas nos ha mostrado la historia de los primeros tiempos de la Iglesia hasta el año 63 d.C., aproximadamente. Justo después que Pablo permaneciese en Roma en una casa rentada por él desde el año 60 al 62 d.C. (Hch 28:30)
Estructura del Libro
Estructura del Libro
El Libro de los Hechos se puede resumir de varias formas. 1) Centrándonos en las figuras destacadas, podemos citar los siguientes capítulos: (Hch 1-12) narrar el papel de liderazgo de Pedro en el establecimiento de la Iglesia, (Hch 13-28) Se habla de los esfuerzos misionarios de Pablo extendiendo la Iglesia. 2) Centrado en las ciudades centrales, La amplia historia de Hechos se extiende desde la ciudad santa de Jerusalén en el este (Hch 1:4) hasta la ciudad imperial de Roma en el oeste (Hch 28:14). 3) Centrándose en el movimiento geográfico de la trama, el mandato de Jesús en Hechos 1: 8 describe el curso de todo el libro: “y de este modo serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.” La historia se desarrolla precisamente de esta manera, con los apóstoles predicando en Jerusalén (Hch 1-7), después en Judea y en Samaría (Hch 8-12) Y por último en todo el mundo romano. Lucas comienza la conclusión con Pablo todavía predicando el Evangelio (Hch 28:31), haciendo al libro de los Hechos un prólogo apropiado para el resto de la historia de la Iglesia.
Temas
Temas
El libro de los Hechos trata de los primeros cincuenta años de la historia del cristianismo, desde la Ascención de Jesús en Jerusalén hasta la prisión de Pablo en Roma. La intención de Lucas fue precisamente continuar la historia de Jesús a través de la vida y misión de los primeros discípulos (Hch 1:1; Lc 1:1-4). Si bien esto es también el trabajo de un cuidadoso historiador, cuya precisión y fiabilidad se confirman cada vez más en la investigación moderna, Hechos está lejos de ser una crónica sin vida de hechos y cifras. Lucas nos ha dado una obra de arte del punto de vista narrativo, llena de héroes, predicaciones inspiradoras, y aventuran que cautivan y enamoran. Estilisticamente, él combina la mejor tradición bíblica con la historiografía helenista. Al igual que los escritores del Antiguo Testamento, nos brinda el significado teológico de la historia, llevando a los lectores que se encuentran junto a la escena para ver a Dios orquestando todas las cosas para promover su plan de salvación. Como los escritores helenistas de su tiempo, Lucas nos muestra las lecciones de moral de la historia, resaltando a personas y eventos particulares que daban ejemplo de las verdades morales. Para él, los apóstoles y sus oponentes son iconos vivientes de virtud o vicio, cuyos comportamientos alientan o desalientan ciertas formas de comportamientos a la luz del Evangelio.
De todos modos, el libro de los Hechos, bajo ningún sentido es un relato exhaustivo de los comienzos del cristianismo. Lucas fue forzado, como todo historiador, a ser selectivo. Por eso, por ejemplo, a pesar de aceptar como título de la obra: “Los hechos de los Apóstoles”, solo dos apóstoles pasan un tiempo significativo en el centro de la escena: Pedro y Pablo. Muchos eruditos sostienen que Lucas está principalmente interesado en la actividad del Espíritu Santo. Esto lo vemos desde el comienzo, donde el Espíritu desciende poderosamente sobre los Apóstoles (Hch 2:1-4) y los envía a evangelizar Israel (Hch 1-9) y a los gentiles (Hch 10-28) con la Buena Nueva de que Jesús ha resucitado. Gracias al Espíritu que la paz y la dirección de las misiones que encontramos en el libro (Hch 4:31; 13:2; 15:8, 28; 16:6-10; 20:23). La aceptación del Evangelio encuentra un éxito asombroso, y la Iglesia se edifica rápidamente )Hch 2:41, 47; 4:4; 6:7, etc). Lucas nos muestra que, incluso a los ojos de la oposición, ni las prisiones (Hch 5:19; 12:7) ni las persecuciones (Hch 8:1; 12:1-5) ni los complot (Hch 9:23-24; 23:12; 25:3) podría frustrar la propagación del evangelio a través del poder del Espíritu (Hch 1:8).
Dentro de este enfoque general del libro se encuentra otra razón para escribir. La evidencia inferencial sugiere que el Libro de los Hechos también fue escrito como una defensa apologética de la misión apostólica de Pablo. Como uno de los compañeros de viaje (Hch 16:10), Lucas conoció, más que cualquier otro, los misioneros rivales que sin descanso trataban de desacreditar a Pablo socavar su autoridad para predicar el evangelio (2 Cor 11:4-6; 12:11; Gal 6:12). Sabemos por las cartas de Pablo que la propaganda de estos misioneros ha dañado algunas de las iglesias que él fundó en sus viajes (especialmente en Galacia y Corintios). El único que puso en duda el apostolado de los oponentes escépticos fue Pablo: no era uno de los Doce de los comienzos; no había participado en la fundación de la Iglesia; y en un tiempo había sido un enemigo aférrimo de la fe.
Este trasfondo explica mejor la forma actual de Hechos, especialmente en sus últimos capítulos. Mientras que Lucas podría haber narrado la conversión de Pablo en el camino a Damasco una vez, incluye tres relatos separados para enfatizar que Pablo no es un misionero inconformista, sino un mensajero elegido enviado por Jesús resucitado (Hch 9:1-19; 22:3-16; 26:2-18). También es notable que Lucas nunca menciona la expansión del cristianismo hacia el este en Mesopotamia o hacia el sur en Egipto y África, sino que se centra únicamente en el noroeste entre Jerusalén y Roma, que formó el campo misionero de la obra apostólica de Pablo /Rom 15:18-19). Lo más sorprendente de todo es que Lucas ha establecido una extensa serie de paralelismos entre el ministerio de Pedro, cuyo estatus apostólico nunca fue cuestionado seriamente en la Iglesia antigua, y el ministerio de Pablo:
• Ambos pronuncian sermones inaugurales a Israel centrándose en el pacto davídico (Hch 2: 22-36; 13: 26–41).
• Ambos apelan al Salmo 16 para explicar la resurrección de Jesús (Hch 2: 25-28; 13:35).
• Ambos tienen el poder de curar a los lisiados (Hch 3: 1–10; 14: 8–10).
• Ambos están llenos del Espíritu Santo (Hch 4: 8; 13: 9).
• Ambos son famosos por milagros extraordinarios (Hch 5: 15-16; 19: 11-12).
• Ambos confieren el Espíritu por la imposición de manos (Hch 8: 14-17; 19: 6).
• Ambos confrontan y reprenden a los magos (Hch 8: 18-24; 13: 6-11).
• Ambos resucitan a los muertos a una nueva vida (Hch 9: 36–41; 20: 9–12).
• Ambos se niegan a aceptar ser adorados como a dioses (Hch 10: 25-26; 14: 11-15).
• Ambos son librados milagrosamente de la prisión (Hch 12: 6–11; 16: 25–34).
Estos paralelos anuncian al lector atento que el poder que obra en Pedro también lo hace en Pablo, que la predicación de Pedro es también la de Pablo, y que la protección que Dios le da a Pedro también le es concedida a Pablo. Juntos muestran que Pablo es igualmente aprobado por Dios y tiene todas las credenciales de un verdadero apóstol de Cristo (1 Cor 9: 1; 2 Cor 12:12).
Bosquejo de los Hechos de los Apóstoles
Bosquejo de los Hechos de los Apóstoles
1. Prefacio (Hch 1: 1–5)
2. De la Ascensión a Pentecostés (Hch 1: 6–2: 13)
A. Ascensión de Jesús (Hch 1: 6–14)
B. Reemplazo de Judas (Hch 1: 15-26)
C. Pentecostés (Hch 2: 1-13)
3. El Evangelio en Jerusalén (Hch 2: 14–8: 3)
A. El descenso del Espíritu a Jerusalén (Hch 2: 14–47)
B. El ministerio de Pedro y el primer encarcelamiento (Hch 3: 1–4: 31)
C. Donaciones y disciplina entre los creyentes (Hch 4: 32–5: 11)
D. El ministerio de Pedro y el segundo encarcelamiento (Hch 5: 12–42)
E. Selección de los siete (Hch 6: 1–7)
F. El ministerio y el martirio de Esteban (Hch 6: 8–7: 60)
G. La primera persecución de la iglesia (Hch 8: 1-3)
4. El Evangelio en Judea y Samaria (Hch 8: 4–12: 25)
A. El ministerio de Felipe en Samaria y Judea (Hch 8: 4–40)
B. La conversión de Saulo (Hch 9: 1–31)
C. El ministerio de Pedro en Lida, Jope y Cesarea (Hch 9: 32-11: 18)
D. Conversiones de los gentiles en la Antioquía de Siria (Hch 11: 19–30)
E. La persecución y muerte de Herodes Agripa (Hch 12: 1–25)
5. El evangelio hasta el fin de la tierra (Hch 13: 1–28: 31)
A. El primer viaje misionero de Pablo: Chipre y Asia Menor (Hch 13: 1–14: 28)
B. El Concilio de Jerusalén (Hch 15: 1–35)
C. Segundo viaje misionero de Pablo: Asia Menor, Grecia, Éfeso (Hch 15: 36-18: 22)
D. El tercer viaje misionero de Pablo: Asia Menor, Éfeso, Grecia (Hch 18: 23–21: 15)
E. Arresto de Pablo en Jerusalén y encarcelamiento en Cesarea (Hch 21: 16–26: 32)
F. El viaje de Pablo a Roma (Hch 27: 1–28: 16)
G. El ministerio de Pablo en Roma (Hch 28: 17–31)