CRISTO SUFRIÓ Y NOSOTROS TAMBIÉN

INTRODUCCIÓN

¿Cuántos podrían decir, desde que soy cristiano me han venido muchos sufrimientos?

Y una manera equivocada de pensar es que el cristiano no sufre porque ya es hijo de Dios.

Pero si Cristo sufrió, nosotros también

Juan 15:18 RVR60

18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

Lo interesante es que cuando nos viene una prueba como cristianos, ya sea en la familia, en la salud, en lo material, etc. Decimos porque me pasa a mi y nos sorprendemos

Cuantos no hemos pasado pruebas con una enfermedad, o algun ser querido ya no está contigo, has perdido el trabajo, que se yo...

Y nos llegamos a preguntar “porque a mi” “porque yo” “que hice mal”

Muchas veces es por pecado pero también es porque Cristo padeció y nosotros también

Entonces el creyente tiene sufrimientos en su vida

que debemos hacer?

1. No te sorprendas y gózate

1 Pedro 4:12 (RVR60)

12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,

No te sorprendas de las pruebas que pasan en tu vida, porque al igual que con el fuego el oro es refinado, con los sufrimientos la fe es probada y fortalecida.

No es extraño que el creyente constantemente pase sufrimientos

Mateo 5:11 (RVR60)

11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

También debemos de gozarnos en los sufrimientos

1 Pedro 4:13 (RVR60)

13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

¿Cómo gozarme/alegrarme cuando sufro? es difícil, casi imposible

Gózate porque tu sufrimiento es por la causa de Cristo

Y no hay nada mas hermoso que hacerlo por él

Porque algún día dejaremos de sufrir en esta tierra, cuando estemos con él en el cielo.

Vale la pena cada sufrimiento, sabiendo lo que nos espera.

Todo sea por nuestro Señor Jesús.

Aplicación

Recuerda que Cristo sufrió y nosotros también

Ahora cuando nos venga un sufrimiento nuevo, no te sorprendas y alégrate sabiendo que estás participando en los padecimientos de Cristo.