CONSTRUYENDO SOBRE LA ROCA - Serie 1 - Fundamento

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1 - FUNDAMENTO

FUNDAMENTANDO LA VIDA EN CRISTO.

“La iglesia es un hospital”

Presentación:

El evangelio de Cristo.
Libertad en Cristo.
Transformación en Cristo.
Nueva identidad en Cristo.
Reconstruyendo la vida en Cristo.
Venciendo en Cristo.
Siendo parte de la familia de Cristo.

El evangelio de Cristo

La creación del hombre

Para poder entender cuál es la razón por la cual existimos y estamos en la tierra, debemos ver cuáles eran los planes originales de Dios para el hombre.
Génesis 1.26-27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
Somos la imagen y semejanza de Dios, criaturas hechas con la capacidad única de reflejar el carácter de Dios; como si fuésemos un espejo lo reflejamos a él.
Somos la _________ y __________ de Dios.
Creados con la capacidad única de _________ el _________ de Dios.
Génesis 2:7 dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. El hombre no sólo es distinto al resto de la creación; no sólo le fue dada autoridad sobre la tierra y todo lo que hay en ella; sino que el hombre era el “hijo de Dios”, su imagen y su semejanza.
Fuimos creados a su imagen para poder tener comunión con él, ya que no es posible tener comunión con otro ser que no sea semejante.
¿Para qué fuimos creados? ________________________________________

La condición del hombre (hecho y consecuencia)

El hecho lo leemos en Génesis 3:2-3; 6: “Podemos comer del fruto de todos los árboles -respondió la mujer- Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: No coman de ese árbol, ni lo toquen, de lo contrario, morirán. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella”.
Entonces, el hecho es que el hombre desobedeció a Dios y pecó. Es aquí donde Satanás le roba al hombre el derecho de ser como Dios, y la imagen de Dios en el hombre desaparece.
El hombre _________________ a Dios y ________.
Satanás le _________ al hombre el ________________ de ser la ____________ de Dios.
Pablo dice en Romanos 5.12: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.
La consecuencia es que el hombre ahora está separado de Dios (muerte espiritual) a causa del pecado.
¿Cual es la condición del hombre ante Dios? ____________________
¿Cuál es la causa de esa separación? _______________________
Romanos 3.23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.
¿Quienes pecaron? Algunos __ Todos __ Nadie __

Por el pecado, el hombre tiene que morir.

Romanos 6.23: “Porque la paga del pecado es muerte”.
Lo que obtenemos pecando, violando la Ley, es la muerte.
La paga del pecado es __________
Después de la muerte cada hombre será Juzgado.
Hebreos 9.27 dice: “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.
Entiende que con cada infracción a la Ley seremos culpables el día que Dios nos juzgue.
Si no guardas la Ley siempre, estás bajo maldición. Morimos y luego seremos juzgados.
Cada vez que se infringe la _____ somos __________ .
Morimos y luego seremos ___________.
Sin Cristo, estamos condenados a muerte eterna.
Apocalipsis 20.15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Sin Cristo en nuestra vida estamos condenados al lago de fuego (infierno).
¿Cuál es la condena si no tenemos a Cristo? ___________________

No puedo salvarme a mí mismo

Efesios 2.8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
La salvación es un regalo de Dios, es por su gracia, no es algo que podamos obtener por obra alguna.
V o F -- La salvación viene por haber hecho cosas buenas.
V o F -- La salvación es algo que se hereda de los padres.
V o F -- La salvación es un regalo de Dios.
V o F -- La salvación se gana por ir a la iglesia y bautisarse.
Romanos 4.4-5: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; más al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”.
Si uno trata de pagar su propia multa con buenas obras, solo está aumentando la deuda que tendrá que pagar en el lago de fuego, porque Dios es un Juez justo y no recibirá ningún soborno de nadie. Nuestras buenas obras, cuando tratamos de salvarnos a nosotros mismos, son como trapos de inmundicia. Haciendo referencia a los apósitos que se usan en el periodo menstrual.
¿Las buenas obras nos salvan? _____
En Isaías 64.6 leemos: “todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”.
La salvación es por la gracia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo, no por ninguna obra.
En primer lugar, el cielo es un lugar perfecto, sólo las personas perfectas van a ir allí. Si Dios permitiera entrar personas imperfectas en el cielo, entonces ya no sería más perfecto. Ahora si solamente las personas perfectas entran al cielo, entonces no hay oportunidad para nadie que se haya equivocado al menos una vez en su vida, y todos estamos en un problema.
¿Somos salvos por fe? _____

La decisión de Dios de suministrarnos la provisión: Jesucristo

Isaías 53.5-6: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”.
1º Pedro 3.18: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.
Nosotros violamos la Ley de Dios, pero Jesucristo pagó nuestra deuda con su vida. Cristo no pecó ni una sola vez, ni violó la Ley de Dios nunca, pero murió en la cruz por nosotros, en nuestro lugar, como nuestro Sustituto, para pagar el precio de nuestros pecados, y de esta manera se convirtió en el ÚNICO que puede acercarnos a Dios y a la vida eterna. Es por esto que la Biblia enseña que sólo en Jesucristo hay salvación.
¿Quién violó la ley de Dios? ______________
¿Quién pagó nuestra deuda? ____________
Cristo _________ pecó ni ________ la ley de Dios.
Cristo _________ en la cruz como nuestro ______________.
Cristo __________ por nuestros _____________.
Cristo es el _______ que puede ________________ a Dios y a la _______ eterna.
Solo en Cristo hay ____________.
Juan 14.6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.
Nadie llega a Dios si no es por Jesucristo. El Camino no es una religión, el Camino es una persona: Jesús ha resuelto el problema del pecado.
Nadie _______ a Dios si no es por _______________
¿Quién resolvió el tema del pecado? ___________

La decisión del hombre: arrepentirse y creer.

Hechos 17.30: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”.
Proverbios 28.13: “El que encubre sus pecados no prosperará; pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”.
Arrepentirse es confesarle tus pecados a Dios porque lo ofendiste y no solo es confesarlos sino apartarte de ellos. Arrepentirse es volver en sí, dar una vuelta de 180º y dirigirse en la dirección opuesta a la que estabas yendo; es cambiar tu forma de pensar por la de Dios.
Arrepentirse es ____________ y ______________ del pecado.
Arrepentirse es _________________ en la dirección opuesta.
Arrepentirse es ____________________ la forma de pensar.
Para ser salvo debemos _________________.
Entonces para ser salvo lo primero que tienes que hacer es arrepentirse. El arrepentimiento es confesar nuestros pecados y apartarnos de ellos.
Lo segundo que debes hacer es creer en Jesucristo. Una vez que nos arrepentimos y creemos en Jesucristo, tenemos el perdón de los pecados y la vida eterna.
Juan 1.12: “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Romanos 10.9-10: “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Primero _____________
Segundo _____________
Juan 5.24: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
El cristiano tiene, en el momento en que se arrepiente y cree, la vida eterna y nunca más vendrá a la condenación del infierno porque ya pasó de muerte a vida. En Cristo hemos vuelto al principio: Creados a su imagen, para tener una comunión de amor con nuestro Padre, nacidos de nuevo por el Espíritu como hijos de Dios.
Jamás volveremos a estar muertos en nuestros pecados porque ya tenemos el perdón de todos nuestros pecados, los pasados, los presentes y los futuros.
En Cristo hemos vuelto al principio: Creados a su imagen, para tener una comunión de amor con nuestro Padre, nacidos de nuevo por el Espíritu como hijos de Dios. Y de esta manera volvemos a reflejar la imagen de Dios, a partir de ese momento reflejamos su esencia.
Digamos que sin Jesucristo estabas condenado y te dirigías directo al infierno. Aquí y ahora ya tienes vida eterna y eres un hijo de Dios dirigiéndote al cielo.
¿Cómo puedes ser salvo? Arrepintiéndote y creyendo. Por lo tanto, sería un buen momento para poner esto en práctica y recibir a Cristo en tu vida, y orar a Dios, con toda sinceridad y con todo tu corazón.
Repaso

Libertad en Cristo.

El concepto de libertad es muy valorado entre los seres humanos. Nos gusta hablar de nuestro derecho a ser libres y a actuar como queremos. Sin embargo, solo con Jesús podemos tener la verdadera libertad, esa que brota desde lo más profundo de nuestro ser.
Juan 8:36 NVI
Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.
¿Qué significa ser verdaderamente libres? ¿De qué nos libera Jesús? Veamos algunas de las libertades que podemos disfrutar desde el momento en el que aceptamos a Jesús como Señor y Salvador. ¡Aprendamos a vivir en su libertad!
Colosenses 1:13–14 NVI
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
Colosenses 2:14–15 NVI
y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.
En Cristo somos libres

1. De la condenación y la culpa

📷
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8:1-2)
Jesús llevó sobre él toda nuestra culpa, nuestro pecado y condenación al morir en la cruz (Isaías 53). Es gracias a su muerte y su resurrección que somos limpios de todo pecado. ¡Solo tenemos que aceptarlo! En él tenemos la oportunidad de un nuevo comienzo aquí y la seguridad de la vida eterna.
Cuando recibimos su regalo de salvación por fe le estamos diciendo que aceptamos su sacrificio a nuestro favor y que sabemos que es suficiente. ¡No necesitamos hacer nada más para ser salvos! Tampoco necesitamos vivir con la carga de la culpa por los pecados pasados. En Cristo tenemos una nueva vida y pasamos a ser hijos de Dios, redimidos por él y para él.

2. Del dominio del pecado

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Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados. (Colosenses 1:13-14)
La oscuridad o el pecado no tienen más poder sobre nosotros gracias a Jesús y su obra de redención en la cruz. En Cristo tenemos perdón total y la nueva vida en él es una en la que su luz nos guía, no andamos más en tinieblas (Juan 8:12).
Gracias a ese cambio en nuestro ser podemos tomar las decisiones correctas. El Espíritu Santo nos guía y nos muestra lo que agrada a Dios y nos ayuda a vivir en su voluntad.
Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. (Gálatas 5:16)
Con la ayuda de Dios podemos vivir una vida en santidad (Romanos 6:20-23). No tenemos que hacer caso a las mentiras y acusaciones del diablo respecto a nuestro pasado o su insistencia sobre el poder de nuestra naturaleza pecaminosa. El Espíritu Santo mora en nosotros, nos ayuda a discernir entre el bien y el mal y nos da las fuerzas para hacer lo que agrada a Dios. ¡Pertenecemos al reino de la luz!
Qué es la santidad según la Biblia

3. De la muerte eterna

📷
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Romanos 6:23)
¡En Cristo tenemos el regalo de la vida eterna! No lo merecemos ni lo podemos ganar con nuestros esfuerzos, pero él nos lo concede desde el mismo momento en que recibimos a Jesús como Señor. La muerte ya no tiene poder sobre nosotros porque Cristo la venció con su resurrección. Nuestro cuerpo físico es mortal, pero nuestra alma vivirá con Cristo por la eternidad.
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. (Juan 5:24)

4. Del miedo

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Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. (Salmo 34:4)
Dios anhela liberarnos de nuestros miedos y temores, no quiere que vivamos encadenados por ellos. Él ha puesto un potencial en cada uno de nosotros y quiere que lo usemos para su gloria. Al igual que el salmista David, nosotros podemos experimentar la libertad de Dios al buscar su rostro y su presencia, pasando tiempo con él y dejando que nos llene con su Espíritu Santo.
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
El miedo y el temor no vienen de Dios. El poder, el amor y el dominio propio, sí. Cuando llegan grandes retos a nuestra vida necesitamos recordar que nuestro Padre es todopoderoso. ¡Él nos da la fuerza y el poder para rechazar el temor! Contamos con su ayuda en todo momento y sabemos que en su nombre tendremos la victoria.
31 versículos para vencer la ansiedad y el miedo

5. De la ira de Dios

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Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! (Romanos 5:9)
La Biblia habla del día de la ira de Dios (Sofonías 1:14-18; Isaías 22:5). En ese día Dios juzgará el pecado, la desobediencia y toda rebelión contra él. Sin embargo, él mismo proporcionó la solución para que nos libremos de su ira. ¡Jesús! A través de él recibimos el perdón de nuestros pecados y el favor de Dios.
...pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo, sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:9)
¡Ese es el destino que Dios desea para cada ser humano! Jesús ya sufrió nuestro castigo en la cruz, y gracias a él gozamos de salvación y perdón. Cuando llegue el día de la ira de Dios los que hemos recibido a Cristo como Señor y Salvador no sufriremos el castigo venidero (1 Tesalonicenses 1:10). Al mirarnos, Dios reconocerá la obra de Cristo en nosotros, verá a Jesús y su justicia, no nuestras faltas y pecados. ¡Bendita libertad!

6. De intentar ganar nuestra salvación

📷
De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia. (Romanos 10:4)
El fin o la finalidad de la ley de Dios es guiarnos a Jesús. Por más que nosotros lo intentemos, no lograremos cumplir jamás con toda la ley. En algún momento fallaremos en algo, sea de palabra, intención o hecho. Pero la obra de Jesús en la cruz es perfecta y cuando aceptamos que su sacrificio tiene poder para limpiarnos de toda maldad, salimos de la opresión que representa el intentar cumplir con toda la ley.
Solo a través de Cristo recibimos la justicia de Dios y la salvación eterna. Lo único que tenemos que hacer es creer en Jesús de todo corazón y confesar con nuestra boca que él es el Señor. La ley no logra justificarnos, pero todo el que cree que Jesús es Dios es justificado y recibe su perdón (Hechos 13:38-39).
...que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. (Romanos 10:9-10)

7. Para acercarnos a la presencia de Dios

📷
Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo. (Hebreos 10:19-20)
Durante la crucifixión de Jesús se rasgó el velo que dividía el Lugar Santo del Lugar Santísimo. Antes de ese momento, el Sumo Sacerdote era el único que tenía acceso (una vez al año) al lugar más sagrado del tabernáculo. Allí hacía expiación por sus pecados y por los del pueblo.
Detalles sorprendentes de la crucifixión de Jesús.
La muerte de Jesús cambió eso. Él derramó su propia sangre en expiación por nuestros pecados. Él mismo cargó nuestra culpa y nos abrió el camino para poder acceder directamente a Dios Padre. Ya no necesitamos hacer más ritos y sacrificios. ¡Cristo, el Cordero de Dios, es suficiente! Gracias a él podemos hablar en confianza con el Padre y recibir su perdón y su amor (Efesios 3:12).
Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. (Hebreos 10:22)
Demos gracias a Dios porque es por él que somos realmente libres. Ninguna otra libertad se compara con la que él nos concede. ¡Vivamos vidas que reflejen esa gratitud! Dejemos que su gozo y su amor fluyan a través de nuestras vidas para que logremos impactar a los que nos rodean y los animemos a buscar la verdadera libertad en Jesús.
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