2. La Raíz de la Piedad en la Unión Mística con Cristo

Introducción

¡¡Oh amados!!... Con la ayuda del Señor, hoy continuamos con nuestra serie sobre la Piedad Cristiana. acompáñenme por favor:

Romanos 12:1 RVR60

1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Resumen del anterior sermón

Las 2 direcciones de la piedad

Piedad Divina (Misericordia) y Piedad Humana (Temor del Señor)

La teología y la piedad

La medida en que conocemos al Señor (revelación especial) debe ser enteramente proporcional a la medida que practicamos la piedad (el temor al Señor), un desbalance entre estas dos medidas es pecado, presunción y orgullo por un lado e ignoracia por el otro.

¿Qué es la piedad?

La piedad es la doctrina puesta en acción, vivida, practicada, o tambien conocida como cristianismo experiencial

La importancia de la piedad

La piedad es importante porque refleja la obra del Espíritu Santo en el corazón de una persona

El fin supremo de la Piedad

Soli Deo Gloria, En palabras siemples, la presencia de Dios, la Gloria de Dios en la faz de Jesucristo, hace que vivamos píamente o piadosamente, llevándonos a su fin supremo que es glorificar al Señor por medio de la obediencia a su voluntad revelada.

La sesión anterior concluímos diciendo que solamente un hombre regererado, que ha nacido de nuevo puede ser piadoso. Ahora nos enfocaremos en explicar en qué basamos la afirmación que solo el cristiano puede ser piadoso. Y para ello iremos a la raíz misma de la doctrina de la piedad, a la llamada unión mística con Cristo de donde la piedad toma su sentido estricto.

1. La unión mística con Cristo

Juan 15:5 RVR60

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Gálatas 2:20 RVR60

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Que no es la unión mística

Para definir esta expresión teológica, debemos comenzar desechando conceptos erroneos de la misma.

En primer lugar, debemos quitarnos de la mente la idea de que el uso la palabra “místico” en nuestro contexto tenga que ver con algún tipo de búsqueda de iluminación (religiones orientales, nirvana).

Tampoco nos estamos refiriendo a una unión a la esencia de Cristo, en donde nos volvemos uno con él y por ende concluiríamos como algunos desquiciados «Yo soy Cristo Jesús, la Palabra viviente de Dios; yo los he redimido por medio de mis sufrimientos sin pecado» (Jehová junior)

FInalmente, tampoco nos estamos refiriendo a una unión sacramental la cual es enseñada por la iglesia papista en su sacramento de la eucaristía, donde el catecismo de Baltimore dice: 1396 La unidad del Cuerpo místico: La Eucaristía hace la Iglesia. Los que reciben la Eucaristía se unen más estrechamente a Cristo.

¿Qué es la unión mística con Cristo?

Teología Sistemática 4. LA UNIÓN DE VIDA EFECTUADA SUBJETIVAMENTE POR MEDIO DE LA OPERACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

Esta unión puede definirse como aquella unión íntima, vital y espiritual entre Cristo y Su pueblo, en virtud de la cual Él es la fuente de su vida y fortaleza, de su bienaventuranza y salvación.

El término mística nos indica que es un misterio, de hecho, esta unión es uno de los mayores misterios del evangelio.

Teología Sistemática 4. LA UNIÓN DE VIDA EFECTUADA SUBJETIVAMENTE POR MEDIO DE LA OPERACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

«La designación técnica de esta unión en lenguaje teológico es “mística” porque trasciende por lejos toda analogía de relaciones terrenales, en la intimidad de su conexión, en el poder transformador de su influencia y en la excelencia de sus consecuencias»

Para definir correctamente este término tan hermoso debemos hacerlo teocéntricamente y no antropocéntricamente, es decir, no debemos pensar que esta unión se realiza en el momento que por medio de la fe venimos a Cristo y somos injertados en Él, ya que estaríamos otorgando al hombre la virtud de esa unión. La forma correcta de concebir la unión mística con Cristo es por medio de la unión federal, es decir, aquella entrega de los escogidos del Padre al Hijo en el Pacto de Redención, donde los creyentes fuimos unidos a Cristo, siendo él la cabeza y nosotros su cuerpo, para que en el tiempo aceptable, en el transcurso de la historia, por medio de la gracia destinada a nosotros vengamos a ser injertados objetivamente en su cuerpo que es su iglesia, con esto estamos dando toda la autoría de la salvación al Único y Sabio Dios.

Efesios 1:3–10 RVR60

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

La Naturaleza de la unión mística con Cristo

Observemos 4 puntos con respecto a la naturaleza de la unión mística.

1. La unión federal de Cristo con aquellos que el padre le ha concedido, en el consejo (pacto) de redención.

Cristo voluntariamente y con amor eterno tomó sobre sí ser la cabeza o representante de los escogidos y en virtud de ello fueron entregados por el Padre al Hijo. En aquel pacto eterno el pecado de Su pueblo fue imputado a Cristo, y Su justicia fue imputada a ellos.

2. La Unión De Vida Establecida Idealmente En El Consejo De Redención

Esta unión de vida trasciende la unión federal, es decir, no solamente Cristo tomo para sí ser el representante de los escogidos en unión federal sino que los escogidos fueron unidos a él naturalmente, orgánicamente, así como somos unidos a Adán naturalmente por generación ordinaria a la ruptura del pacto de obras, de forma similar los escogidos derivarían su vida de Cristo, su nueva humanidad, en el transcurso de la historia.

Nota: Objetivo: son hechos reales y verificables dictaminando juicios imparciales y sin prejuicios. Subjetivo: se dice de una percepción, opinión o argumento que corresponde al modo de pensar propio de un sujeto

3. La unión de vida realizada objetivamente en Cristo.

A razón de la unión federal y de vida realizada en el pacto de redención, el Verbo de Dios se hizo carne y realizó objetivamente la obra que el Padre le encomendó, es decir, la segunda persona de la Trinidad se encarnó y de forma tangible pagó por los pecados de los escogidos que el Señor le dió antes de la fundación del mundo. Sellando con esto nuestra unión de vida a Él.

4. La unión de vida efectuada subjetivamente por medio de la operación del Espíritu Santo.

La obra de Cristo no finalizó en su vida, muerte y resurrección, sino que por medio del Espíritu Santo y tomando todos los méritos de Cristo nos la concede a nosotros, aquellos elegidos en Cristo antes de la fundación del mundo. Somos unidos subjetivamente por medio de la operación del ES en la regeneración, justificación, adopción y santificación.

La naturaleza del unión mística con Cristo nos enseña la maravillosa seguridad que tenemos en Cristo en virtud al pacto de redención. No depende del hombre sino de Dios que tiene misericordia.

Características de la unión mística con Cristo

1. Es una unión orgánica

Cristo y los creyentes forman un cuerpo. Juan 15:5 “5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” ; 1 Corintios 6:15–19 “15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” .

En esta unión orgánica Cristo ministra a los creyentes y los creyentes ministran a Cristo. Cada parte del cuerpo sirve y es servida por cada parte, y juntas son subsirvientes del conjunto en una unión que es indisoluble.

2. Es una unión vital

En esta unión Cristo es el principio vitalizador y dominante del cuerpo completo de creyentes. No es otra cosa que la vida de Cristo que habita y anima a los creyentes, de modo que, para usar las palabras de Pablo, «Cristo sea formado» en ellos, Gálatas 4:19 “19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,” .

3. Es una unión mediada por el Espíritu Santo

A través del Espíritu Santo Cristo ahora mora en los creyentes, los une en sí mismo y los entrelaza juntos en una unidad santa, 1 Corintios 6:17 “17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.”

4. Es una unión que necesariamente es recíproca

El acto inicial es el de Cristo, que une a los creyentes consigo mismo por medio de regenerarlos y así producir fe en ellos. Por otro lado, el creyente también se une a sí mismo a Cristo por medio de un consciente acto de fe, y prosigue en la unión, bajo la influencia del Espíritu Santo, mediante el ejercicio constante de la fe, Juan 14:23 “23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”

5. Es una unión personal

Cada creyente está personalmente unido directamente a Cristo. Juan 14:20 “20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.” 2 Corintios 5:17 “17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

6. Es una unión que transforma

Por medio de esta unión los creyentes son transformados a imagen de Cristo según Su naturaleza humana. Lo que Cristo efectúa en Su pueblo es en cierto sentido una réplica o reproducción de lo que ocurrió con Él. No solamente de modo objetivo sino también en un sentido subjetivo ellos sufren, cargan la cruz, son crucificados, mueren y son resucitados a la novedad de vida, con Cristo. Participan en una medida en las experiencias de su Señor, Mateo 16:24 “24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

2. La Raíz de la Piedad en la Unión Mística con Cristo

Después de haber descubierto la profundidad de la raíz de la piedad en la unión mística con Cristo, ahora notemos los siguientes tres puntos que derivan de la raíz ya estudiada.

Comunión y participación con Cristo

La piedad es decir la doctrina puesta en acción, vivida y practicada es efectiva gracias a nuestra comunión y participación en el cuerpo de Cristo. Esta comunión y participación es tanto personal como eclesial, de este último se formó la idea de la Cena del Señor según Calvino, es decir, la Cena del Señor no radica en que nosotros tengamos comunión sino en que Él tiene comunión y participación en nosotros.

El espíritu de Cristo y la fe salvífica

La comunión con Cristo solamente es realizada mediante la fe que opera el Espíritu. Desde la perspectiva de Dios, el Espíritu es el vínculo entre Cristo y los creyentes, mientras que, desde nuestra perspectiva, la fe es el vínculo. Estas perspectivas no se oponen, ya que una de las principales funciones del Espíritu es obrar fe en el pecador.

Las inseparables justificación y santificación

Finalmente podemos concluir que “Los creyentes son justificados con el propósito de adorar a Cristo en santidad de vida”

Calvino define la justificación como “la aceptación con que Dios nos recibe en su favor como hombres justos”. Continúa diciendo que, “puesto que Dios nos justifica por la intercesión de Cristo, no nos absuelve por la confirmación de nuestra propia inocencia, sino por la imputación de la justicia, para que nosotros, que no somos justos en nosotros mismos, seamos considerados como tales en Cristo”. La justificación incluye la remisión de los pecados y el derecho a la vida eterna.

La santificación se refiere al proceso por el cual el creyente es más y más conformado a Cristo en corazón, conducta y devoción a Dios. Es la continua reforma del creyente por el Espíritu Santo, la creciente consagración de cuerpo y alma a Dios. En la santificación, el creyente se ofrece a sí mismo a Dios en sacrificio. Esto no viene sin gran lucha y lento progreso. Requiere limpiarse de la contaminación de la carne y renunciar al mundo. Requiere arrepentimiento, mortificación y conversión diaria.

Conclusión

En base a nuestra unión mística con Cristo indefectiblemente la piedad fluye para la Gloria del Señor.

Aplicaciones

Amado creyente, la doctrina de la unión mística con Cristo debe llevarte a:

Agradecer por ser inmerecidamente entregado a Cristo por el Padre antes de la fundación del mundo

Agradecer por la seguridad de tu salvación

Agradecer por pertenecer a su iglesia invisible, su cuerpo en todo el mundo

Agradecer por el cuerpo visible de Cristo en el cual tu estás, es decir, tu iglesia local

Tomar resoluciones serias para vivir piadosamente, ya que no es una opción no dar frutos, porque los árboles sin fruto serán talados y quemados por su hipocresía o falsedad.

Oh Miserable hipócrita, por amor a tu alma… arrepiéntete porque:

Tu que dices tener a Cristo pero vives una vida impía y lejana de reflejar una unión con Cristo

Tu te jactas de ser cristiano pero andas en contra de los mandatos de Cristo

Tu convives en el pueblo del pacto, te beneficias (medios de gracia) del cuerpo de Cristo externamente cual sanguijuela que chupa sangre para vivir, pero no tienes parte en Cristo.

Tu que estás en unión con el pecado y con satán, a tí te digo ven a Cristo porque:

En Él hallarás el perdón de tus pecados de tu miserable vida sin sentido ni propósito

En Él reposarás de tus obras, las cuales piensas que pueden justificarte

En Él y solo en Él unido a Él vivirás por siempre jamás

2 Corintios 5:17 RVR60

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.