La serpiente de bronce

Introducción

Los Israelitas estaban realizando su última jornada antes de entrar a la tierra prometida.

Pidieron permiso a sus parientes los Edomitas a atravesar su territorio pero no se los permitieron. (Ver mapa)

Antes de rodear el territorio de Moab, debieron enfrentar una crisis que les hizo invocar a Dios.

El ataque de Arad

“Números 21:1-3 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que venía Israel por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de él prisioneros. Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades. Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo, y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.”

La gente de Arad era un pueblo que habitaba en las fronteras de la tierra prometida, cuando escucharon que los israelitas venían, salieron a atarlos.

Lograron vencerlos y tomar prisioneros.

Esto provoco una buena actitud, invocaron a Jehová e hicieron votos: “Números 21:2 Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.”

Derrotar a los de Arad significaba para Israel la obtención de riquezas, ganado y esclavos. Pero ellos prometieron no tocar nada y lo ofrecieron entregarlo todo a Dios si les daba la victoria.

Dios escuchó y les entregó a estos cananeos.

Esto nos enseña a no venir delate de Dios con las manos vacías, queremos una bendición de Él, ¿qué estaríamos dispuestos a ofrecerle?

La murmuración

“Números 21:4-5 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.”

Rodear la tierra de Edom desanimó al pueblo, pues era un desvío de aprox. 250 km.

Comenzaron nuevamente a murmurar, no tenían graneros ni cisternas, pero la provisión de Dios nunca faltó, despreciaron el maná, mostraron ingratitud e injusticia en sus palabras.

Por tal motivo vino el castigo.

“Números 21:6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.”

La murmuración y la ingratitud provocan la ira de Dios.

El pueblo reconoció su pecado, por lo que clamaron misericordia a Dios, es necesario el castigo para que reconozcamos nuestro pecado.

“Números 21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.”

Moisés sin ningún rencor intercede por el pueblo.

La serpiente de bronce

Dios ordena a Moisés hacer una serpiente venenosa de bronce y colocarla sobre un hasta, y todo aquel que sufriera mordedura de serpiente y miraba la serpiente de bronce, sanaba.

“Números 21:8 “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.”

Esto simbolizaba a Cristo y su sacrificio en la cruz: “Juan 3:14-15 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

El poder sanador no estaba en la imagen de la serpiente, sino en la obediencia a la instrucción de Dios.

Ahora Dios no nos manda a ver a ninguna imagen, persona, animal o cosa, Él nos manda a ver a Cristo. “Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Solamente en Cristo tenemos salvación y la ayuda que necesitamos para alcanzar la vida eterna: “Salmo 34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.”

Conclusión

Es necesario activar la fe, que son los ojos del espíritu para que no seamos guiados por las cosas materiales que se ven. “2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista)”

Los israelitas no entendieron que la serpiente de bronce solamente era una ayuda para su fe, pues les era difícil confiar en la Palabra de Dios.

Durante casi 700 años tuvieron esta serpiente de bronce en el algun momento comenzaron a rendirle culto, hasta que el rey Ezequías la destruyó cuando restauró el culto a Dios: “2 Reyes 18:4 “El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” Nehustán = trozo de cobre.

Cuidémonos de prestar oído a la murmuración y mucho menos seamos partícipes de ella, tengamos temor de Dios pues por eso viene la corrección.

No pongamos nuestra mirada en las cosas terrenales, Dios permite que recibamos sus bendiciones y atenciones por medio de las cosas terrenales pero no son las que nos bendicen sino que es Dios.