Institución de la Cena del Señor.

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Introducción.

Muchas veces nos concentramos en los aspectos teológicos de la Cena del Señor, los cuales son importantes, sin embargo nos olvidamos que este acto se instituyó no en una carta o algún libro que El Señor hubiera escrito desde, quizá su oficina, si no que se instituyó en un momento y hecho histórico, en un momento que el Señor experimentó junto con sus discípulos. Este aspecto histórico, experiencial es necesario tomar en cuenta para entender la magnitud de este acto de la Seña del Señor.
¿Qué significó para el Señor el momento en que él repartió el pan y la compa entre sus discípulos? y algo muy importante: ¿Qué significó para los primeros cristianos el partimiento del pan?
Es por eso que esta mañana quiero relatarles el hecho histórico, el momento donde el Señor instituyó la cena del Señor para luego meditar en qué significó esto para el Señor y lo que significó para los primeros cristianos.

1. Lo que significó para el Señor.

Relato:

Mateo 26:17–30 RVR60
17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? 18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. 19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. 20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. 21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. 24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho. 26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

1. Era el momento en que se celebraba la pascua. Un cordero macho, de un año, sin defecto, era sacrificado y su carne era comida.

Lucas 22.7 “7 Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.
Mateo 26. 18 “18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.”
Mientras el Señor participaba de esta comida recordaba que él pronto sería sacrificado como ese cordero. Todo en esa cena le traería a la memoria su pronto sacrificio.
Ese cordero que fue sacrificado y que comían en la pascua le recordaba que él sería el próximo sacrificio, que sería él el próximo en derramar su sangre.
Pero por otra parte era un momento de gozo, Lucas 22.15 “15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!” Porque sería el cumplimiento del plan redentor de Dios anticipado por la pascua.

2. El Señor había anunciado la traición de Judas.

Mateo 26.21-25 “21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. 24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.”
El anuncia la traición de Judas y lo interesante es que la mayor preocupación de los discípulos fue saber quién de ellos sería el que le traicionaría. Sin embargo no tomaron en cuenta el hecho de que el Señor sería entregado y que lo sería por uno de ellos.
Esto nos muestra que mientras comía, el Señor tenía presente que pronto sería entregado para luego morir.
¿Cómo debe haberse sentido el Señor al saber que sería entregado por uno de aquellos que estuvo con él y con el cual compartió momentos íntimos?

3. El pan y el vino representaban el sacrificio de su cuerpo que pronto se realizaría.

Lucas 22.19 “19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”
Mateo 26.27-28 “27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
No fue cosa sencilla para el señor repartir estos elementos entre sus discípulos. Esto representaba su próxima muerte, la cual sería de una manera diferente a la muerte de otro ser humano. Debe ser algo muy difícil tener saber que pronto se uno se va a a morir pero más difícil es saber que se va a morir recibiendo el castigo del pecado de muchos.

2. Lo que significó para los primeros cristianos.

Hemos quedado impactados al ver lo difícil que fue para el Señor el momento en que el Señor instituyó el acto que recordaría su sacrificio, pero ¿Qué significó para los primeros cristianos?
La Palabra no dice nada de la reacción de los discípulos cuando el Señor instituyó el partimiento del pan, sin embargo si podemos ver lo que significó para los primeros cristianos.
1 Corintios 11.20-22 “20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y ebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”
Después de esto el apóstol recuerda en los v.23-26 el momento que el Señor instituyó la Cena para pasar a los vs. 27-33 a exhortarles a que se examinen y procuren tomar la cena de manera digna para terminar en los vs. 33-34 diciendo:
1 Corintios 11.33-34 “33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”
Aunque esta es una palabra de reprensión y de corrección de Pablo para la Iglesia de Corinto vemos que la practica de esta Iglesia (y probablemente era la práctica de toda la Iglesia de esa época) es que la cena del Señor iba acompañada de una comida donde cada uno traía algo para compartir con sus hermanos. El apóstol no les dice que dejen esta práctica si no que pone orden para que se haga dignamente.
¿Qué podemos aprender acerca de lo que significó para los primeros cristianos la cena del Señor?
Primeramente para ellos era un tiempo de celebración. Esto es debido a que se recuerda a uno que murió, pero resucitó. Es necesario celebrar este acto teniendo en cuenta la resurrección. El recordar la muerte del Señor no debe ser un acto triste como si recordáramos a un ser querido que ya partió, recordamos a alguien que, aunque murió, resucitó, está vivo. No estamos recordando a un mártir, a un derrotado, estamos recordando a uno que venció con su muerte.
Segundo, era un tiempo donde demostraban la unidad que logró la muerte de Cristo. Es necesario recordar que las primeras Iglesia estaban compuestas por una mezcla de Judíos y gentiles, gente de mucho dinero y gente muy pobre.En ese tiempo habían muchas diferencias entre las personas. En primer lugar la cultura judía se distinguían de los gentiles y procuraban en lo posible no juntarse con ellos, menos comer. De igual manera en la cultura griega se hacía mucha diferencia entre clases sociales, los ricos jamás compartirían la mesa con alguien de una posición mas baja. Entonces, los creyentes a l compartir la comida mientras recordaban el sacrificio del Señor ellos mostraban que en Cristo todos eran uno y ya no había distinción. Esto es lo que dice la Escritura:
1 Corintios 12.13 “13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”
Gálatas 3.25-29 “25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.”
Colosenses 3.9-11 “9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.”

Conclusión:

¿Qué debe significar la cena del Señor para nosotros?
No es un momento de penitencia si no de regocijo por la salvación del Señor.
No debe ser solamente un momento donde comemos un bocado de pan y tomamos un sorbo de vino y nos sentamos en silencio sin pensar en los demás. No, es mas bien un momento de comunión con el Señor junto con nuestros hermanos donde demostramos que participamos juntos de la mesa, que comemos juntos con con alegría porque Cristo ha roto todas las barreras que nos dividían, que en Cristo somos uno.

Cena del Señor.

Alabanza.
Lectura de un hermano.
Pan.
Lectura de otro hermano.
Vino.
Salida de los niños.
Oración por el tiempo del refrigerio.
Tiempo de refrigerio, comunión y edificación mutua.
Oración en parejas.
Anuncios: Domingo 07 de Noviembre culto unido. Almuerzo, todos traer algo, anotarse con Hna Jeaneth.
Oración final.
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