LA ESCANDALOSA MISERICORDIA DE DIOS (JONÁS 4:1-11)

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1 UNA MISERICORDIA NO ENTENDIDA DESDE NUESTRA PROPIA JUSTICIA (1-4)
2 UNA ENSEÑANZA DE DIOS Y SU MISERICORDIA (5-8)
3 LA ESCANDALOSA Y GRANDE MISERICORDIA DE DIOS. (9-11)
INTRODUCCIÓN
Llegamos al último capítulo y última predicación de la serie de Jonás.
Todo hubiera acabado bien con el cumplimiento de la misión de Jonás y la conversión de los gentiles.
Pero Jonás la tenía que liar de nuevo.
Este pasaje no está aquí por casualidad y Dios quiso que esto aconteciera para que nos dieramos cuenta de como es nuestra naturaleza.
1, que el hecho de que un día obremos conforme a la voluntad de Dios no es garantía de que al día siguiente no vayamos a pecar y caer.
2. Que en cierta manera somos selectivos hacia quienes queremos que vaya esa misericordia de Dios.
De cierta manera nos escandaliza su misericordia.
¿Cómo estás tú con esto? ¿Has sentido alguna vez envidia, enojo por ver la misericordia de Dios en otros? ¿Has cuestionado a Dios?
Vamos a ello:

1. UNA MISERICORDIA NO ENTENDIDA DESDE NUESTRA PROPIA JUSTICIA (1-4)

Jonás 4:1–4 LBLA
1 Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. 2 Y oró al Señor, y dijo: ¡Ah Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis , porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal con que amenazas. 3 Y ahora, oh Señor, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida. 4 Y el Señor dijo: ¿Tienes acaso razón para enojarte?
Si queremos aplicar a la justicia de Dios igual que nuestra propia justicia, esto debería empezar por nosotros, y sinceramente su dependiera de ti y de mi, y el criterio de nuestra justicia, ni tu ni yo seriamos salvos, porque nos condenariamos seguro.
No se trata de que la misericordia de Dios actúe según nuestros caprichos.
Pero también ahí que ponerse en el lugar de Jonás.
Hoy nosotros podemos entenderlo proque concemos a Cristo y hemos experimentado esta gracia y misericordia, pero aún así aveces caemos en querer aplicar nuestra propia justicia a los demás.
Esto pasa por ejemplo cuando llamamos a otro hermano hereje, sin razón alguna. Ya le estamos negando la misericordia de Dios. O cuando decimos este ya no tiene remedio…
¿Quién eres tu para hacer esto? Si ves que está perdido, predicale el evangelio, no lo sentencies.
Pero estas actitudes negativas nacen y nos hacen ver:
a) La misericordia de Dios desagrada a un corazón egoísta.
Y esa es nuestra carne, una carne no sometida a la gracia de Dios, a la comunión con Dios, se torna egoísta, y nos empieza a desagradar los actos de misericordia de Dios con los demás.
Cierto, Jonás conocía la maldad de la nación de Nínive y todos los Asirios, y no entendía esa misericordia de Dios, pero lo que el mismo no se estaba percatando, que hace unos días había experimentado esta misericordia y perdón de Dios, que incluso había negado a Dios y queriendo huir de Él, fue perdonado.
Esto nos hace ver nuestra poca consistencia, la falta de palabra que tenemos. Hace unos días alababa a Dios diciendo: «la salvación es del Señor» y ahora queriendo colocarse a la altura de Dios. Cometiendo el mismo error de antaño.
b) Nos hace querer colocarnos en lugar de Dios.
Jonás cuestionando a Dios. Pero esto no es sólo un problema de Jonás. Es algo normal y natural, si me lo permitís, en el ser humano. El humanizar a Dios y el endiosarnos nosotros mismos.
Pero sabemos, porque Jonás lo experimentó y nosotros también:

porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia,

Así es, Dios es rico en misericordia, y menos mal.
Ahora bien, ¿Seremos nosotros los selectivos que seleccionaremos la misericordia de Dios para quienes debe ser recibida?
c) No puedes cuestionar a Dios y su voluntad
Jonás estaba tan enojada que deseaba morir. Que descaro me dirás.
Hermanos, muchas veces nosotros podemos caer en lo mismo, movidos por los celos e envidias
La Palabra es clara:
Romanos 9:18–22 LBLA
18 Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece. 19 Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad? 20 Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así? 21 ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso deshonroso? 22 ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?
Y Dios le hace una pregunta a Jonás:
Jonás 4:4 LBLA
4 Y el Señor dijo: ¿Tienes acaso razón para enojarte?
Ahora Dios va a querer mostrar en que se basa su misericordia.

2. UNA ENSEÑANZA DE DIOS Y SU MISERICORDIA (5-8)

Jonás 4:5–8 LBLA
5 Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo él a la sombra, hasta ver qué sucedería en la ciudad. 6 Y el Señor Dios dispuso que una planta creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta. 7 Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y esta se secó. 8 Y sucedió que al salir el sol, dispuso Dios un sofocante viento solano, y el sol hirió la cabeza de Jonás y él desfallecía, y deseaba con toda su alma morir, diciendo: Mejor me es la muerte que la vida.
a) La enseñanza que nos humilla (5-8)
Que pronto olvidamos la misericordia de Dios que a tenido con nosotros y sigue teniendo.
Cuando perdemos este foco, nos convertimos en frios cristianos, egoístas y señaladores de las debilidades de los demás.
Esto da verguenza. Pero ninguno de nosotros estamos libres de caer en esto.
Con esta enseñanza de la planta, Dios da un mensaje a Jonás, y a nosotros:
Nos gusta que Dios aplique su misericordia, pero sobretodo cuando concierne a nosotros o a los de nuestro entrono cercano y querido. Y cuando las cosas no van bien nos enojamos.
Esto hermano es para que tomemos veguenza, tu antes de haber sido salvado, eras uno igual que otros impíos, es más, tu naturaleza sigue siendo la misma aunque ahora estés redimido. Por eso no des lugar a tu naturaleza y llénate del ES para qeu te goces en la misericordia de Dios con los demás.
b) ¿Dónde ponemos nuestra misericordia?
Te hago una pregunta… ¿qué harías si alguien hace daño o incluso mata a un ser muy querido tuyo? Entendiendo que la justicia del hombre debe pagar y ser encarcelado… pero respecto a la misericordia de Dios.
Esto es lo que le pasaba a Jonás, los Ninivita eran los conquistadores de su pueblo y seguro habían derramado sangre de gente cercana a él. ¿merecen el perdón de Dios?
¿Mereces tú el perdón de Dios? Esta es la pregunta clave.
Y esto realmente nos humilla, nos rompe. Porque nadie merece el perdón de Dios.
Entonces ahora bien, ¿te enojarías con Dios, si Dios tiene misericordia con el asesino de un ser querido tuyo?
Ves no estás muy lejos de Jonás.
Pero por eso nos escandaliza la misericordia de Dios, porque olvidamos la que Dios tuvo con nosotros.
Por nuestra naturaleza, delante de Dios tu y yo merecíamos la misma muerte y castigo que ese asesino aunque no nos hubiéramos manchado la mano de sangre.
1 Juan 3:15 LBLA
15 Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.
Y de hecho, todos nosotros hicimos lo mismo con el hijo de DIos.
Si, porque por nosotros murió pero también nosotros fuimos en cierta manera quienes lo mataron.
Hechos de los Apóstoles 5:30 LBLA
30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros habíais matado colgándole en una cruz.
Por eso:
c) A veces somos bastante rápidos para señalar y condenar
Y como Jonás se entristeció con la perdida de la planta, que ni siquiera el había creado, así somos nosotros cuando algo nos afecta y nos duele.
Es por eso que no queremos misericordia para aquel que nos ha hecho daño, eso es como nuestra naturaleza actúa.
Pero por eso, hermanos, tengamos siempre presente la misericordia de Dios con nosotros. Y que si no es por esa misericordia nosotros somos condenados.

3. LA ESCANDALOSA Y GRANDE MISERICORDIA DE DIOS (9-11)

Jonás 4:9–11 LBLA
9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta? Y él respondió: Tengo razón para enojarme hasta la muerte. 10 Y dijo el Señor: Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació en una noche y en una noche pereció, 11 ¿y no he de apiadarme yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir entre su derecha y su izquierda, y también muchos animales?
a) No tenemos razón para enojarnos con Dios
Es usando la misma misericordia con nos salvó con otros.
Hermanos entendiendo la obra de Dios, entendemos su misericordia.
Pues es el que tiene misericordia con quien quiere. es Soberano.
Y esto lo que enseña a Jonás… además en esta enseñanza pedagógica. Esta mostrando misericordia con Él, porque Dios no le debe explicación, pero queire que Jonás entienda la magnitud de su misericordia, y que vea Jonás su error, y igual a nosotros. Por eso está este capítulo aquí.
Por Jonás hubiera tenido misericordia de la planta, pues claro, le beneficiaba, y le dio dolor su muerte de la planta.
b) Jonás tenía los mismos motivos para no ser perdonado
Precisamente con esto de la planta, Dios queire mostrar a Jonás y a nosotros el amor por aquellos que quiere salvar. Que Dios mismo creó y amó desde la eternidad.
Si JOnás tuvo amor por esa planta en una noche, imagina el amor de Dios por su creación y en especial por aquellos que salva por medio del Hijo.
Jonás como ya hemos dicho, debía aprender igual que nosotros, que no teníamos los mismos motivos para no ser perdonado.
Pero Dios vuelve a mostrar dentro de su soberania, su gran misiericordia.
c) La misericordia de Dios nos da una lección
¿Quiénes son estos que no saben distinguir entre sus dos manos? Antiguamente, se creía que la referencia era a los niños, quienes literalmente tienen dificultad en distinguir entre la izquierda y la derecha. En este caso, la población de Nínive sería unas cuatro o cinco veces más grande que la cifra mencionada.
Sin embargo, muchos comentaristas actuales piensan que no se trata de la ignorancia de la infancia, sino de la falta de percepción moral de la sociedad pagana.288
Hay otras frases bíblicas que utilizan la diestra y siniestra como símbolos de discernimiento ético. Por ejemplo: Cuidad de hacer tal como el Señor vuestro Dios os ha mandado; no os desviéis a la derecha ni a la izquierda (Deuteronomio 5:32; cf. Josué 1:7). Esto parece reforzar la segunda interpretación, en cuyo caso la cifra de 120.000 corresponde a la población total de la ciudad.
Por lo tanto se refiere a la ciudad, que se había arrepentido abrazando la misericordia de Dios.
Y respecto a lo de los animales, vemos como Dios sostiene su misericordia en general, con su creación, y la creación sufre la consecuencia de nuestro pecado.
Por eso, una ciudad arrepentida y en comunión con el Señor, podrían en orden las cosas y en entre ellas el trato a los animales.
En una excelente mayordomía de la creación.
Por eso, hermanos, no seamos nosotros los que queramos seleccionar a quien debe ir la misericordia, Sino que sea Dios obrando en su soberanía.
Y también aprendemos que si DIos es misericordioso y encima la hemos experimentado nosotros mismo, imitemos en la medida de lo posible su misericordia con los demás. Y gózate por el favor de Dios en otros.
Mateo 5:43–45 LBLA
43 Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo». 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
CONCLUSIÓN
Que maravillosa historia hemos estado exponiendo estas semanas. Y quizás esperaras otro final. Pero ese es al que Dios le ha placido. Y es un gran final.
Pues es la guinda del pastel a toda la enseñanza del mismo.
En este libro hemos aprendido y destacamos tanto la soberanía de Dios como su misericordia.
Dios es soberano, nada escapa de Él, y que todo lo que el predetermina acontece para nuestro bien, según el propósito que hemos sido llamado. (Rom 8:28)
Que hasta en medio de esas crisis Dios está contigo.
¿Pero sabes por que esto?
Porque el tuvo misericordia contigo.
Dando a su propio hijo para que fuéramos reconciliados con Él.
Y esa misericordia no es exclusiva para nosotros, sino que seamos portadores de esta misericordia.
Si entiendes esto, ponlo en práctica y veras bendiciones en tu vida y en la vida de los de más.
A ti que caminas lejos como lo hacían los Ninivitas, ven al Dios sobernao que por medio del Hijo quiere tener misericordia de ti. Él es el camino verdad y vida, por quienes puede ser salvo si te arrepientes.
Y a ti hermano, confía todo tu ser y caminos al Señor soberano y vive en su misericordia siendo misericordioso con los demás.
- Esa misericordia es alcanzable sólo por medio de Cristo, pues es Dios quien la da por medio de Él.
- No decides tú, de quien Dios debe tener misericordia.
- Por lo tanto, con todos debes ser vocero del Evangelio.
- Si Cristo está en tu vida, esto será así.
Que Dios bendiga su palabra, A Dios sea la gloria.
ORACIÓN FINAL
ORACIÓN
Concede, Dios Todopoderoso, que, como has testificado de muchas maneras, y diariamente continúas testificando cuán estimada y preciosa es para Ti la humanidad, y disfrutando nosotros cada día de tantas y tan notables pruebas de Tu bondad y favor, concede que aprendamos a fiarnos de Tu bondad. Múltiples ejemplos de ella Tú nos pones por delante, y deseas que los gustemos continuamente. Y que no solamente pasemos por nuestro recorrido terrenal, sino también aspiremos confiadamente a la esperanza de aquella bienaventurada vida celestial que para nosotros está guardada en el cielo, por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén
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