Decidiendo lo Importante
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Decidiendo lo importante
Todos los días tomamos decisiones, algunas tan rutinarias que casi no las meditamos, lo hacemos en automático, pero en ocasiones son decisiones importantes. El día de hoy veremos una parte de la vida de Moisés, un hombre que se vio obligado a tomar decisiones que afectaron la dirección y calidad de su vida. Un hombre ordinario haciendo cosas extraordinarias, por esas decisiones que tomó. Porque en un momento de su vida tuvo que decidir entre rechazar lo que la cultura le ofrecía y lo que Dios le ofrecía y por lo que decidió, llegó a ser uno de los personajes más reconocidos de la historia.
“Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey. Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado. Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría. Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.” (Hebreos 11:23–27, NTV)
Las decisiones que Moisés tomó aproximadamente a los 40 años lo llevaron a ser quien:
1. Recibió los 10 mandamientos
2. Liberó al pueblo de Israel de 400 años de esclavitud
3. Escribió los primeros 5 libros de la Biblia
Las decisiones que tomó en su vida fueron en áreas que continúan siendo importantes en la vida de cada uno de nosotros. Tomar esas decisiones pueden romper el ciclo de monotonía y así cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas y en Su Reino. Esas 4 áreas son:
Identidad: Moisés tuvo que descubrir para qué lo había creado Dios. Respondió la pregunta
¿Sabes quién eres en Dios?
Responsabilidad: Moisés tuvo que hacerse responsable de la tarea que Dios le encomendó.
¿Sabes cuál es el propósito que Dios tiene para ti?
Prioridad: Moisés tuvo que descubrir qué era lo más valioso y prioritario en su vida
¿Qué es lo más importante en tu vida?
Dificultades: Moisés tuvo que evaluar qué tan difícil era la tarea para ejecutarla y llevarla a cabo
¿Qué tan comprometido estás para que el propósito de Dios se desarrolle en tu vida?
Veamos el primero:
1. Identidad, esto es responder a la razón de tu existir ¿quién eres en Dios?
Moisés nació siendo hebreo y por lo mismo esclavo en una época difícil, sus padres se arriesgan para que él sobreviva y termina siendo criado en palacio como nieto de faraón. Llegó un tiempo que tuvo una crisis de identidad entre ser de la “raza” en qué nació o ser lo que por las circunstancias llegó a ser ¿hebreo o egipcio? ¿esclavo o de la realeza? Las consecuencias de su decisión tendrían repercusión el resto de su vida.
Si escogía ser nieto de faraón, tendría: fama, fortuna, vida de lujos, futuro prometedor y la posibilidad de heredar el trono.
Si escogía ser hebreo entonces, sería rechazado, despreciado, expulsado, humillado y viviría como esclavo.
Moisés decidió, tomó una decisión: rehusó vivir una mentira. De niño al bañarse sabía que era judío, pero cuando los esclavos lo cambiaban y se veía al espejo veía un egipcio. Así que llegó el momento que tuvo que decidir dejar de vivir de apariencia.
“Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón.” (Hebreos 11:24, NTV)
La palabra que nos interesa es REHUSÓ, que quiere decir: renegó, rechazó. No dejó una puerta abierta, no había vuelta atrás. Moisés decidió ser quién Dios lo creo que fuera. Aunque al principio fue rechazado por los demás hebreos, pero eso no lo hizo volver atrás. Había tomado una decisión.
“A Moisés le enseñaron toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso tanto en palabras como en acciones. »Cierto día, cuando Moisés tenía cuarenta años, decidió visitar a sus parientes, el pueblo de Israel. Vio que un egipcio maltrataba a un israelita. Entonces Moisés salió en defensa del hombre y mató al egipcio para vengarlo. Moisés supuso que sus compatriotas israelitas se darían cuenta de que Dios lo había enviado para rescatarlos, pero no fue así.” (Hechos de los Apóstoles 7:22–25, NTV)
Moisés prefirió identificarse con los israelitas y desechar la fama, poder que Egipto le ofrecía. De alguna manera, confío que Dios tenía un plan y propósito para su vida, y escogió esa vida que Dios tenía para él, aunque por momentos fue difícil, fue complicado.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, aunque la vida nos ha llevado de un lugar para otro, nos ha herido, y quizá en ocasiones te desagrada la persona que te has convertido, pero dentro de ti ¡sigue estando la persona que Dios creó! Con un propósito.
El primer secreto es ¡no intentes ser como los demás! Se la persona que Dios creó y entender y vivir esto, cambia la perspectiva. A veces quieres ser del grupo de exitosos, como la cultura lo defina, cuando ya eres exitoso a los ojos de Dios al hacer SU Voluntad. Quieres recibir la aceptación de algunas personas y cedes a lo que te piden, te preocupa o te sientes culpable si dice ¡no! Por lo que puedan pensar. Recuerda que tu Padre Celestial, te ha aceptado, te ha dado Su Espíritu Santo, Su Herencia.
Dios creó a Moisés para ser un líder y un libertador, para formar a una nación. ¿Cómo descubrirás para qué te creó Dios, si sigues intentando ser tú mismo quien define lo que debes ser?
2. Responsabilidad.
Hazte responsable de tu vida. Esto es dejar de excusarnos o culpar a otros por tu vida y para eso tienes que tomar la iniciativa.
“Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado.” (Hebreos 11:25, NTV)
La palabra que nos interesa es “prefirió”, eso nos indica anteponer, priorizar, escoger, elegir, optar por. Es algo que tienes que hacer ¡nadie te la va a imponer! Si deseas dejar un legado positivo para el Reino de Dios y tu vida ¡es tu decisión! Tu decides si prefieres quedarte cerca o lejos de Dios, si lees o no la Biblia, si estudias o no Su Palabra. Dios te da la libertad que decidas y lo que decidas determina tu futuro.
En el verso 24 Moisés renuncia
“…rehusó llamarse hijo de la hija del faraón.” (Hebreos 11:24, NTV)
En el verso 25, Moisés elige
“Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios...” (Hebreos 11:25, NTV)
Una acción negativa seguida de una positiva. Dios escogió a Moisés para un llamado desde bebé; y es en el verso 25 que Moisés ya de adulto acepta, escoge a Dios. El adulto tiene la madurez de aceptar, tomar la responsabilidad de su vida. Una señal de madurez es cuando dejamos de culpar a otros y tomamos la responsabilidad de nuestras vidas.
Moisés pudo argumentar que podría hacer más por los Israelitas desde palacio y si llegaba a ser faraón, con más razón. De bebé vivió por la fe de sus padres, en un tiempo estaba indefinido, entre Jehová y Ra, llegó el tiempo de tomar una decisión.
No se trata de negar el pasado, pero llega el momento de hacerte responsable de tus acciones hoy. No se puede regresar el tiempo para evitar el maltrato de tus padres, esa herida del pasado, la mentira de un ser querido, no se puede negar eso, pero no puedes quedarte estancado ahí ¡esto es lo que soy! Seguiré con deseos de venganza, culpando al ex, a mis hijos, a los padres.
Aquí podemos aprender 3 verdades acerca de la vida:
· Nadie puede vivir del compromiso espiritual de otra persona
· Nadie puede culpar del rumbo de su vida a otros
· Nadie puede destruir tu vida, excepto tú mismo
3. Prioridad: Si deseas que tu vida deje un legado positivo para el Reino de Dios, tienes que saber qué es lo más valioso y prioritario en tu vida. Moisés tuvo bien claro esos valores y prioridades.
“Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.” (Hebreos 11:26, NTV)
La palabra que nos interesa es “consideró”, que es: pensar, reflexionar, meditar, examinar, tener en cuenta. Establecer valores y prioridades en tu vida, no se hace a la carrera o a la ligera. Tienes que tomar tiempo y considerarlo seriamente y mientras más joven lo hagas ¡mejor!
¿Qué límites no vas a cruzar? ¿qué valores y principios no son negociables? Moisés evaluó lo que Egipto le ofrecía ¿crees que no lo hizo? Y estudio la historia de Israel, de la promesa hecha a Abraham y escogió a Dios. Lo que Egipto le ofrecía no se compara con la gloria que Dios le ofreció.
Muchas personas no han determinado los valores y principios para su vida y por eso fracasan. Es necesario que los establezcas, que sepas cuál será la cimentación de tu vida, de tu matrimonio, familia, trabajo y es algo que debes tomar el tiempo para hacerlo, porque si tú no lo haces ¡otros lo harán por ti!
Este mundo, esta cultura va a querer imponer su sistema de valores y prioridades en tu vida; tristemente hay cristianos que se han tragado el anzuelo del sistema de la cultura; repiten lo que la cultura o corriente del momento les dice, sin siquiera detenerse a meditarlo, sencillamente lo repinten y lo adoptan.
De manera general, el sistema de valores y prioridades actuales son:
Poder y prestigio (quiero ser famoso)
Placer (quiero sentirme bien y pasarla cómodo y placenteramente sin ninguna responsabilidad)
Posesiones (quiero hacer una fortuna, ser rico y eso me hará feliz)
Todo tipo de tentaciones tiene que ver con una de estas categorías. Lo irónico del asunto es que de acuerdo con este sistema de valores ¡Moisés lo tenía todo!
Poder y prestigio por ser criado en palacio de faraón, el hombre más poderoso de esa época.
Placer, porque se le daba cualquier tipo de capricho que se antojara.
Posesiones, en esa época, las riquezas del mundo estaban concentradas en Egipto.
Moisés lo tenía todo, pero lo desechó. Una vez que tomó la decisión estableció firmemente sus valores y prioridades. Lo que nosotros queremos pasar una vida tratando de alcanzar ¡Moisés lo desechó! ¿por qué? Porque sabía que todo eso no perduraría, sería temporal, pero la recompensa de Dios es Eterna. Dime, ahora ¿dónde está la grandeza de Egipto?
Todos debemos trabajar en cambiar nuestros paradigmas, porque muchas de las luchas serán por esto que he mencionado. Poder ¿quién manda en el trabajo, casa, etc? Tenemos que aprender a decir ¡no! Moisés lo hizo, no le tuvo miedo a ir contra la corriente en esa cultura.
Resumiendo, vimos 3 aspectos claves en la vida de Moisés:
1. Descubrió que el propósito de Dios es más valioso que la popularidad.
2. Descubrió que la gente es más importante que los placeres.
3. Descubrió que la paz de Dios es más valiosa que las posesiones.
La paz no proviene de ninguna posesión, la verdadera paz viene de estar en el centro de la voluntad de Dios, siendo lo que ÉL nos hizo que seamos, y no en lo que nos convertimos al rebelarnos a su llamado.
“…pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.” (Hebreos 11:26, NTV)
Moisés tenía la perspectiva correcta ¿qué te motiva a rechazar los valores y prioridades de la cultura y aceptar los de Dios? Moisés vio más allá de su vida, tenía su vista puesta en lo eterno. No era el miedo a las consecuencias, sino su amor y pasión al llamado de Dios.
Tus valores se definen por tu visión. Lo que estás mirando es lo que se convierte en lo más valioso y prioritario en tu vida, por eso es importante que sepas qué es lo más valioso y prioritario en tu vida.
4. Dificultades. Esto quiere decir que perseveró, quedó en pie, perduró.
Toda la vida está llena de dificultades, por eso es importante que no pierdas de vista a Dios. Tienes que estar enfocado en Dios y en SU Propósito para tu vida. Esto es lo que te permitirá seguir adelante en todo tiempo.
“…Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.” (Hebreos 11:27, NTV)
La palabra que nos interesa es “siguió firme”. Moisés se mantuvo firme, se negó a darse por vencido sin importar las circunstancias. Las personas que viven con perspectiva de eternidad no pierden el enfoque. Mantienen la vista en su objetivo.
Viktor Frankl, en su libro “El Hombre en búsqueda de sentido” cita a Nietzsche: “Quien tiene un ‘porqué’ para vivir, encontrará casi siempre el ‘cómo’”.
Dicho de otra manera, es que para seguir a pesar de las dificultades debe ser persistente. El secreto de la persistencia es la visión y la visión es lo que te hace seguir triunfante sin importar las circunstancias.
Moisés pasó la mayor parte de su tiempo esperando que el propósito y la visión para su vida se materializara; del momento que Dios le da la visión en el monte, hasta que el pueblo está a punto de entrar en la tierra prometida, pasaron ¡80 años!
¿Estas dispuesto a mantenerte firme hasta que Dios te de la orden de marchar? ¿estás dispuesto a permanecer en espera por 80, 40, 10, años o 3 meses, o el tiempo que sea necesario?
Para poder hacerlo debes mantener tu mirada en la visión, en tu meta, en lo que verdaderamente vale la pena ¡En Cristo! Sólo así aguantarás, aunque vengan momentos difíciles de crisis ¡no desmayarás!
“Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.” (Hebreos 12:1–2, NTV)
La frase correr con perseverancia y fijar la mirada en Jesús van juntas, porque cuando tienes tu mirada en Jesús, vas a correr la carrera con perseverancia ¿en qué o quién tienes fijos tus ojos?
Termino con estas preguntas ¿sabes para qué te creó Dios? ¿has aceptado la responsabilidad de tu vida? ¿tienes un sistema de valores y prioridades que glorifiquen a Dios? ¿en qué o quién tienes fija la mirada?
El aspecto más importante es tu relación con Dios, si no tienes una relación con Dios ¡hazlo hoy! La decisión es tuya ¡decide bien! Porque es una decisión importante.
Palabra de Dios
Oremos