Dios responde nuestras oraciones.
1 Si son hechas conforme a su voluntad 1 Juan 5.14-15
La oración está basada en el amor de Dios por los creyentes. A través de su gracia, él les da cosas que ellos no merecen, mientras que a través de su misericordia los protege de aquellas cosas que merecen
La oración ofrece a los creyentes un medio para reconocer el carácter y propósitos de Dios y la oportunidad de buscar guianza en relación a su voluntad para ellos.
Dios promete escuchar y responder las oraciones de su pueblo, cuando oran en el nombre de su Hijo y de acuerdo a su voluntad.
Adoración es volverse a Dios en asombro, alabanza y gozo, cuando su pueblo se percata cuán maravilloso es él. La oración es una parte natural de la adoración: conocer a Dios es querer adorarle y orar a él.
P.120. ¿Por qué nos pide nuestro Señor Jesucristo que nos dirijamos a Dios diciendo: «Padre nuestro?»
R. Para despertar en nosotros, desde el principio de nuestra oración, el respeto filial y la confianza en Dios que deben se el fundamento de nuestra oración. Es a saber, que Dios ha venido a ser nuestro Padre por Jesucristo, y nos concede con mayor seguridad la cosas que le pedimos con fe, que nuestros padres nos otorgan la cosas de este mundo.
P.121. ¿Por qué se añade: Que estás en los cielos?
R. A fin de que no tengamos ninguna idea terrestre de la majestad celestial de Dios, y esperemos de su omnipotencia lo que necesitamos para nuestro cuerpo y nuestra alma.b
DOMINGO 47
P.122. ¿Cuál es la primera súplica?
R. Santificado sea tu nombre, es decir, concédenos ante todo que te conozcamos rectamente, y que santifiquemos y celebremos tu omnipotencia, sabiduría, bondad, justicia, misericordia y verdad, que se manifiestan en toda tus obras.b Concédenos también, que toda nuestra vida, en pensamiento, palabra y obra, sea siempre dirigida a este fin: que tu santísimo nombre no sea por nosotros blasfemado ni menospreciado, sino honrado y glorificado.
DOMINGO 48
P.123. ¿Cuál es su segunda súplica?
R. Venga tu reino, es decir; reina de tal modo sobre nosotros por tu Palabra y Espíritu, que nos sometamos cada vez más y más a Ti. Conserva y aumenta tu iglesia.b Destruye las obras del diablo y todo poder que se levante contra Ti, lo mismo que todos los consejos que se toman contra tu Palabra, hasta que la plenitud de tu reino venga,d cuando Tú serás todo en todos.
DOMINGO 49
P.124. ¿Cuál es la tercera súplica?
R. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Es decir, haz que nosotros y todos los hombres, renunciemos a nuestra propia voluntad, y con toda humildad obedezcamos la tuya que es la única buena,b para que cada uno de nosotros cumpla su deber y vocación, tan fiel y gozosamente como lo hacen los ángeles en el cielo.d
DOMINGO 50
P.125. ¿Cuál es la cuarta súplica?
R. Danos hoy nuestro pan cotidiano, es decir, dígnate proveernos de todo lo que es necesario para el cuerpo, a fin de que, por ello reconozcamos que Tú eres la única fuente de todo bien,b y que, ni nuestras necesidades, ni trabajo, ni incluso los bienes que Tú nos concedes, no nos aprovechan antes nos dañan sin tu bendición. por tanto, concédenos que apartemos nuestra confianza de todas las criaturas, para ponerla sólo en Ti.d
DOMINGO 51
P.126. ¿Cuál es la quinta súplica?
R. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; es decir: por la preciosa sangre de Jesucristo, dígnate no imputarnos, a nosotros pobres pecadores, nuestros pecados ni la maldad que está arraigada en nosotros, así como nosotros sentimos, por este testimonio de tu gracia, el firme propósito de perdonar de todo corazón a nuestro prójimo.b
DOMINGO 52
P.127. ¿Cuál es la sexta súplica?
R. No nos metas en tentación, más líbranos del mal; es decir, dado que nosotros mismos no podríamos subsistir un solo instante, y dado que, nuestros enemigos mortales como son: Satanás,b el mundo y nuestra propia carne,d nos hacen continua guerra; dígnate sostenernos y fortificarnos por la potencia de tu Espíritu Santo, para que podamos resistirles valerosamente, y no sucumbamos en ese combate espiritual, hasta que logremos finalmente la victoria.f
P.128. ¿Cómo concluyes esta oración?
R. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por todos los siglos. Esto es: Te pedimos todo esto, porque siendo nuestro Rey Todopoderoso, Tú puedes y quieres concedernos toda clase de bien, y esto para que, no a nosotros, sino a tu santo nombre sea todo gloriab por todos los siglos.
P.129. ¿Qué significa la palabra: Amén?
R. Amén quiere decir: esto es verdadero y cierto. Porque mi oración es más ciertamente escuchada por Dios, que lo que yo siento en mi corazón, que he deseado de El.